La producción europea de cereales se orienta a la baja, mientras que la producción de oleaginosas se espera mejor, aunque dependiendo en gran medida de las condiciones meteorológicas.
Los expertos de los Grupos de Trabajo del COPA-Cogeca de cereales y oleaginosas se reunieron en Bruselas esta semana, estimando una producción total de cereales de 277 Mt en la UE-27 para la cosecha de 2022 (campaña de comercialización 2022/23).
Este volumen sería un 4,4% y 13 millones inferior a la de la campaña precedente (290 Mt) y estaría también un 3,8% y 11 millones por debajo de la media plurianual 288 millones de toneladas.
La superficie sembrada de trigo blando de la UE-27 se mantuvo casi estable, en 21,7 millones de hectáreas.
Debido a los menores rendimientos, se espera que la producción disminuya en este cereal un 4,5% y en cerca de 6 millones, hasta 123,4 Mt frente a los 129,2 millones del año pasado.
El COPA-Cogeca prevé descensos similares de producción en otros cereales (-4,4% en el conjunto de avena, centeno, triticale y sorgo) con una disminución más acusada en el caso del trigo duro, que se reducirá un 14,6% con respecto a 2021, mientras que la cosecha de maíz grano podría descender también un 3,4% en relación a un año antes
Jean-François Isambert, presidente del Grupo de Trabajo de Cereales del COPA-Cogeca, comentó que “la producción de trigo blando de la UE corre el riesgo de verse muy afectada por fenómenos climáticos extremos en muchas regiones, con altas temperaturas, déficit de lluvias o granizo. Esperamos un rendimiento inferior en el rango de -5%.”
Asimismo, añadió Isambert, “ante el riesgo de escasez de alimentos en varios países importadores a causa de la guerra en Ucrania y la inflación de los precios de los alimentos, es esencial que la Comisión Europea se tome estas advertencias y se anticipe a las necesidades. En algunas regiones, ya estamos preocupados por el retraso experimentado en la nueva campaña de compra de fertilizantes.”
“Es necesario reforzar la transparencia y la competencia en el mercado de fertilizantes de la UE,” añadió, señalando que “también nos preocupan los cuellos de botella logísticos, que afectan a las exportaciones de grano de Ucrania y los riesgos asociados de mercado.”
Por último, según el portavoz del COPA-Cogeca, “los productores de cereales necesitan seguridad jurídica ahora, ya que tendrán que tomar decisiones para la rotación de cultivos del próximo año en las próximas semanas y, por tanto, la Comisión debería decidir rápidamente sobre las medidas de flexibilidad de la PAC 2023 antes de las siembras de otoño.”
Oleaginosas
En cuanto a la cosecha de oleaginosas, las previsiones son más positivas. El COPA-Cogeca prevé un aumento hasta 32,1 millones de toneladas, un 8,5% más que el año pasado y por encima de la media plurianual de 29,8 millones.
La mayor producción de semillas oleaginosas de la UE-27 se debe a un aumento de la superficie de casi un millón de hectáreas en comparación con la campaña anterior, así como a un rendimiento productivo estable, gracias a unas condiciones meteorológicas favorables.
La producción de colza podría aumentar un 7,3%; la de pipa de girasol, un 10,1% y la de soja, un 9,8%. Además, se darían incrementos del 10% en otras producciones leguminosas (guisantes, fabes y altramuces).
Para Pedro Gallardo, presidente del Grupo de Trabajo de Semillas Oleaginosas y Proteaginosas del COPA-Cogeca, “aparte de la Península Ibérica y algunas regiones de Europa central, las condiciones de siembra de los cultivos de invierno, incluida la colza, fueron favorables.”
Las superficies de girasol y proteaginosas sembradas en primavera se vieron impulsadas tras la invasión de Ucrania, con incrementos de un 9,3% y y en un 6% respectivamente, añadió.
Sin embargo, según Gallardo, “estas proyecciones no deben hacernos olvidar las crecientes dificultades de producción que existen en la UE. La protección de los cultivos contra las enfermedades y las plagas es complicada porque ya no están disponibles medios eficaces de protección.”
Además, incidió “es muy urgente facilitar el acceso a variedades que estén mejor adaptadas al cambio climático y sean más resistentes a las enfermedades y plagas, así como proporcionar métodos de protección alternativos y eficaces.”