En el espacio de dos meses, las previsiones de cosecha, inicialmente positivas, se han visto alteradas por las malas condiciones meteorológicas en toda Europa, señala el COPA-Cogeca, que defiende los intereses de los productores agrarios europeos y de sus cooperativas.
La producción global de la UE en oleaginosas y proteaginosas, a pesar de la dramática situación de España e Italia, sigue siendo correcta.
La producción global de la UE en oleaginosas y proteaginosas, a pesar de la dramática situación de España e Italia, sigue siendo correcta.
Sin embargo, en el caso de los cereales la situación es extremadamente preocupante, con una producción prevista de 256 millones de toneladas, posiblemente la peor cosecha desde 2007 y un 10% por debajo de la última media quinquenal.
Según esta organización, «muchos agricultores no podrán cubrir sus costes de producción», por lo que hacen un llamamiento urgente para actuar y afrontar esta difícil situación en el presente 2023 y sus consecuencias para 2024.
A principios de mayo ya quedó claro que algunos Estados miembros, como España, Portugal o el Norte de Italia, sufrirían graves pérdidas (de hasta el 50%).
Sin embargo, en aquel momento las previsiones del COPA-Cogeca aún estimaban que la producción global de la UE se mantendría estable, gracias a la mejora de las condiciones meteorológicas en el Norte y el Este de Europa. Por desgracia, desde entonces la situación se ha deteriorado drásticamente.
La sequía ha vuelto a afectar a toda la UE en mayo y junio, con ausencia total de precipitaciones en algunas regiones.
Ahora esperamos una grave reducción de la producción, especialmente de cereales, no sólo en España, Portugal o Italia (hasta un -60% respecto a 2022), sino en toda la UE (por ejemplo, Rumanía -20%, Finlandia -30%, Polonia -14%, Lituania -35% respecto a la previsión de mayo).
Estas bajas cifras de producción de cereales irán acompañadas, además, añade el COPA-Cogeca, de un grave problema de calidad en muchas regiones.
Aunque para las oleaginosas y proteaginosas la producción prevista sigue siendo aceptable, con unas 32 Mt para las oleaginosas y unos 3,8 Mt para las proteaginosas, el impacto meteorológico sobre la calidad podría reducir seriamente la rentabilidad.
Para esta organización, los agricultores europeos se enfrentan a un doble golpe, ya que esta baja producción se combina con unos precios de los insumos muy elevados y unos precios futuros bajos para todos los cultivos.
Además de los elevados precios de la energía y de la actual inflación general, es crucial tener en cuenta que los fertilizantes utilizados para la cosecha de 2023 se compraron cuando los precios estaban en su punto más alto, en 2022, señala el COPA-Cogeca.
Con los bajísimos precios futuros actuales de los cereales (219 euros/t de trigo para molienda) y de las oleaginosas (407 euros/t de colza), se crea una situación sencillamente insostenible para la mayoría de los agricultores, como demuestran por ejemplo los casos de Francia y Suecia.
En este contexto, el COPA-Cogeca pide a la Comisión flexibilidad en la aplicación de la PAC este año para no poner en peligro el acceso de los agricultores a las ayudas básicas.
Además, demanda excepciones para el próximo año, debido al impacto de estas condiciones climáticas en la próxima campaña agrícola.
Del mismo modo, consideran necesaria la prórroga de la suspensión de los derechos de importación sobre el amoníaco y la urea y su ampliación a otros fertilizantes minerales (así como la suspensión de las medidas «antidumping» sobre las soluciones de urea y amoníaco (NAU), que ayudarían a los agricultores a hacer frente a una situación muy difícil, en la que están siendo presionados por todos lados.