La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (ComEnvi) voto este lunes 11 de marzo el acuerdo provisional sobre el Marco de Certificación de la Eliminación de Carbono, que fue aprobado por una amplia mayoría de 56 votos, 19 en contra y 5 abstenciones.
Esta votación se produce tras la aprobación del mismo texto en el Comité de Representantes Permanentes de los Estados miembros (Coreper), que tuvo lugar el pasado viernes 8 de marzo.
Esta votación se produce tras la aprobación del mismo texto en el Comité de Representantes Permanentes de los Estados miembros (Coreper), que tuvo lugar el pasado viernes 8 de marzo.
Ahora el texto deberá ser adoptado formalmente por ambas instituciones (tanto en el Pleno del PE como en el Consejo), tras las revisiones de los juristas-lingüistas, antes de que pueda publicarse en el Diario Oficial de la UE (DOUE) y entrar en vigor.
Desde el inicio de la iniciativa lanzada por la Comisión, el COPA-Cogeca, la organización europea que defiende los intereses de los productores agrarios y de sus cooperativas, ha respaldado la creación de este marco pionero.
Sin embargo, el compromiso alcanzado no es perfecto, añade esta organización, sobre todo en lo que respecta a la ganadería y a los complejos criterios adicionales de cumplimiento.
La cuestión central de esta propuesta era, obviamente, la definición del alcance de las actividades que podrían incluirse en el marco final. El acuerdo se extiende a la reducción de las emisiones de carbono en el suelo y mantiene una definición abierta de absorción de carbono, una afirmación que es clave para el COPA-Cogeca.
Sin embargo, esta organización lamenta que el ámbito de aplicación propuesto no reconozca de manera adecuada y oportuna la importancia de las prácticas de manejo del ganado. De hecho, la inclusión de reducciones de metano solo se considerará en 2026.
Este compromiso político se alcanzó a través de una concesión crucial en el mandato de negociación del Parlamento Europeo. Sobre el terreno, para el COPA-Cogeca esta decisión no tiene sentido, ya que para las explotaciones ganaderas, que ya participan en mecanismos de agricultura de carbono, se trata de un paso atrás, y para aquellos que veían la agricultura de carbono como una nueva herramienta, es una nueva desilusión.
Este compromiso simplemente no reconoce las sinergias obvias entre la ganadería, las prácticas de gestión de la tierra capaces de capturar carbono y la mejora de las fuentes alternativas de energía renovable, añade el COPA-Cogeca.
Sin embargo, incide esta organización, al menos se ha pedido a la Comisión que desarrolle las metodologías para que puedan incluirse las emisiones procedentes de la fermentación entérica y del estiércol. Dichas metodologías deberían estar listas para 2026.
Las actividades de cultivo de carbono también tendrán que «generar al menos un beneficio colateral de la biodiversidad», promoviendo la salud del suelo y evitando la degradación de la tierra, al tiempo que «cumplen con el principio del uso en cascada de la biomasa».
Al respecto, para el COPA-Cogeca, queda claro que los co-beneficios deben ser considerados como beneficios adicionales, no como requisitos obligatorios.
Los agricultores y las cooperativas agrícolas seguirán de cerca estos avances, ya que es esencial para el éxito del sistema que este continúe siendo fácil de entender y de aplicar.
Tras la adopción por ambas instituciones, la Comisión desarrollará ahora (con el apoyo del grupo de expertos) metodologías de certificación adaptadas mediante actos delegados.
En concreto, el Grupo de Expertos celebrará su próxima reunión del 15 al 17 de abril y en la misma se examinarán cuestiones como los factores para establecer una línea de base o directriz y la adicionalidad (beneficios adicionales). Además, debería prestarse la debida atención a las características específicas de cada sector, señala esta organización.
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