Se ha detectado en la región de Occitania (Francia) una nueva especie de mosca blanca Alerucanthus spiniferus (Quaintance) que afecta a más de un centenar especies vegetales, fundamentalmente cítricos, pero también a la viña, el caqui y el peral, además de ornamentales como el rosal. Esta plaga de cuarentena con origen del sudeste asiático y que actúa con gran voracidad, se ha localizado por el momento en catorce municipios, mientras otros cinco permanecen en espera de confirmación.
La mosca blanca espinosa produce elevadas cantidades de melaza que cubren a hojas y frutos, de modo que como sucede en el resto de los ataques de otras moscas blancas, el hongo de la negrilla se puede instalar sobre la melaza, reduciendo la respiración y la fotosíntesis de la planta. También provoca defoliaciones que debilitan el árbol y afectan gravemente la producción con daño en los frutos.
La mosca blanca espinosa produce elevadas cantidades de melaza que cubren a hojas y frutos, de modo que como sucede en el resto de los ataques de otras moscas blancas, el hongo de la negrilla se puede instalar sobre la melaza, reduciendo la respiración y la fotosíntesis de la planta. También provoca defoliaciones que debilitan el árbol y afectan gravemente la producción con daño en los frutos.
Peris insiste en la necesidad de implantar las inspecciones en origen “para que cuando alguien quiera exportar a la UE se establezcan automáticamente controles rigurosos y eficaces y que cumplan la misma normativa que se les exige a los productores valencianos”.
En la actualidad el campo valenciano ya sufre un aumento considerable de los costes de producción debido al control y lucha contra plagas, entre ellas otras moscas blancas, «por el incremento del número de aplicaciones de productos fitosanitarios», explican.