En relación con los abonos minerales, el COPA-Cogeca, que defiende los intereses del sector productor y cooperativo agrario comunitario reclama a la Comisión Europea que se esfuerce por eliminar todos los aranceles e impuestos de importación aplicables a los abonos en la UE.
El agro comunitario reclama a Bruselas la eliminación de aranceles y tasas a los abonos importados
El motivo es que los costes fijos y variables de la producción de cereales en la Unión Europea son demasiado elevados y están afectando a su competitividad en los mercados internacionales en los que se mueven.
En una primera fase, según señalan estas organizaciones en una carta al director general de la Comisión Europea, Jerzy Bogdan Plewa, se debe dar prioridad a la suspensión o la supresión de los aranceles y los derechos “anti-dumping” para las categorías de abonos que tienen un mayor impacto para los costes de producción de los agricultores.
El argumento que justifica la petición del COPA-Cogeca (www.copa-cogeca.eu) es que se utilizan en la Unión Europea entre 10 y 12 millones de toneladas de abonos nitrogenados. Por esto, “la supresión de los aranceles y la eliminación de las medidas “anti-dumping” para los principales abonos nitrogenados (nitrato de amonio, urea) son prioritarios.”
Es el caso, añade esta organización, de las medidas “anti-dumping” que actualmente se aplican a las importaciones de nitrato de amonio procedentes de Rusia, “que no tienen justificación, debido a la evolución de las cotizaciones del gas desde la última revisión.”
En una segunda fase, considera el COPA-Cogeca, “se debería reflexionar sobre la eliminación de los aranceles aplicables a los abonos fosfatados, como el MAP y el DAP, cuya importación representa un volumen de unos 2 a 3 millones de toneladas.
Según señalan, los fabricantes europeos de abonos minerales están protegidos de la competencia internacional, a través dederechos de aduana e impuestos a la importación. Por consiguiente, los precios de los cereales en la UE son superiores a los de otras regiones del mundo. Sin embargo, añade el COPA-Cogeca, “los agricultores y sus cooperativas venden el trigo y los otros cereales al precio mundial, tanto cuando están destinados a la exportación, como al mercado europeo, una situación que se traduce en un desequilibrio en los ingresos de los agricultores europeos.”
Esto se ha visto ya durante el pasado 2017, en el que las exportaciones de trigo y de otros cereales europeos disminuyeron, debido a una falta de competitividad. Ante la competencia internacional, los costes de producción de los cereales, tanto fijos, como variables, en la Unión Europea son demasiado elevados.
En concreto, los abonos minerales representan el 30% de los costes variables de todos los sectores indistintamente y ese porcentaje puede subir hasta el 40% para la producción de cereales y ser del 45% para la producción de oleaginosas. A escala comunitaria, las compras de abonos minerales representarían una facturación de unos 20.000 millones de euros.