En medio de protestas de agricultores en París, el COPA-Cogeca, que defiende los intereses de los agricultores profesionales comunitarios y de sus cooperativas, celebró una conferencia de prensa para exigir a la UE una política de energía renovable estable a largo plazo, que mantenga en el 7 % la cuota para los biocombustibles derivados de cultivos, con el fin de reducir las emisiones de carbono en el sector del transporte.
El agro exige una política de energía renovable estable a largo plazo para la Unión Europea
El secretario general del COPA-Cogeca, Pekka Pesonen, hizo hincapié, una vez más, de los múltiples beneficios de los biocombustibles en términos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Europa, de mejora de la seguridad energética, creación de empleo y disminución del déficit proteínico para forraje en la Unión.
Así como también de su papel para equilibrar los mercados de productos básicos agrícolas, señalando que pueden ayudar a estabilizar los precios y ofrecer mayor seguridad a los agricultores y los consumidores.
Tras presentar los elementos clave de la futura política después de 2020, rechazó la idea de que los biocombustibles compitan con la producción de alimentos, explicando que, por tercer año consecutivo, se ha registrado una producción récord de cereales y una disminución de los precios del 40 %.
“Los biocombustibles europeos a base de cultivos ayudan a estabilizar los mercados de los productos básicos agrícolas y proporcionan a los agricultores un incentivo para continuar con su negocio. También fomentan las inversiones en las explotaciones agrícolas a través del suministro de una fuente de ingresos adicional.
Esto potenciará la producción de alimentos, piensos y biocombustibles,” destacó Pesonen, quien añadió que.”la propia Comisión Europea prevé que la UE seguirá dependiendo en gran medida de vehículos con un motor de combustión interna. Por consiguiente, continuará necesitando combustibles líquidos, incluyendo biocombustibles europeos derivados de cultivos», añadió.
Para aprovechar al máximo el potencial, el COPA-Cogeca cree que la UE debería obligar a los proveedores de combustibles a una incorporación vinculante de al menos el 14 %, sin restricciones técnicas. Asimismo, la UE necesita mantener hasta 2030 el 7% de cuota máxima para los biocombustibles derivados de cultivos agrícolas empleados en el sector transporte.
Objetivos renovables reales
Por último, desde el COPA-Cogeca se ve crucial establecer objetivos reales para las energías renovables en la futura directiva de la UE relativa a los renovables, actualmente objeto de debate, y no una política que utiliza multiplicadores artificiales para transmitir una impresión equívoca sobre las auténticas consecuencias medioambientales de estos instrumentos. Esto beneficiará únicamente a los combustibles fósiles.
Además, no debería contabilizarse en los compromisos de la UE la contribución del aceite de palma y sus derivados a los objetivos climáticos y medioambientales de la UE, mientras no se hayan resuelto los problemas de sostenibilidad, como la deforestación y la conversión de las turberas en el país de origen.
“Se debe dar prioridad a los biocombustibles producidos a partir de las materias primas de la UE, que generan co-productos ricos en proteínas vegetales y piensos animales.” Se señala desde el COPA-Cogeca.
Para esta organización, “los biocombustibles derivados de cultivos de la UE son cruciales para alcanzar los ambiciosos objetivos de la Unión en materia de clima y energía pos-2020, así como para contar con un sector de los transportes respetuoso con el medio ambiente y con zonas rurales dinámicas,” subraya.
Esta cuestión también fue debatida por los ministros de Energía de la UE durante su reunión informal en Sofía, en medio de las demostraciones de los agricultores franceses en París en relación al incremento de las importaciones de aceite de palma.