El Consejo Internacional de Cereales (CIC) ha mejorado su previsión de producción mundial de cereales en su informe de septiembre para la actual campaña de comercialización 2022/23, gracias al incremento estimado en trigo y cebada, que podría compensar en volumen la caída esperada en maíz grano.
La previsión para la producción mundial de cereales totales (trigo y cereales secundarios) en 2022/23 se incrementa en 8 millones de toneladas respecto a agosto para situarse en unos 2.256 Mt, gracias al aumento de las proyecciones para el trigo y la cebada (principalmente en Rusia, Canadá y Australia), que compensaría con holgura el recorte de la estimación para la cosecha de maíz en Estados Unidos y Europa.
No obstante, según el CIC, se prevé que, respecto a la campaña anterior, la producción mundial de cereales en la vigente campaña disminuya en un 2% respecto al récord de la campaña anterior, con cierto descenso interanual de las cosechas de maíz (-51 Mt, hasta 1.168 Mt.) y sorgo (-2 Mt), en contraste con el aumento de la producción tanto de trigo (+10 Mt, hasta 792 millones), como de cebada (+3 Mt.).
Por su parte, la previsión para el consumo mundial apenas se modifica respecto al mes anterior, manteniéndose en 2.274 Mt, que es casi un 0,77% y 15 millones inferior al de la campaña precedente 2021/22 (2.289 Mt) que, en todo caso, serán un 0,8% y 18 millones superiores a la producción prevista.
Por tanto, según el CIC, cabe esperar que el consumo mundial retroceda por primera vez desde 2015/16, con un descenso interanual de casi el 1%, al reducirse la demanda de maíz pienso, mientras que el crecimiento del consumo destinado a alimentos y usos industriales también resultará inferior a la media de los últimos años.
En relación a agosto, se estiman unos stocks de final de campaña (30 de junio de 2023) de unos 587 Mt, unos 10 millones más que en agosto, debido a las dificultades logísticas que persisten para la exportación de grano por el conflicto bélico entre Rusia, que elevaría stocks, y Ucrania. pero que serían un 3,1% y 18 millones inferiores a las del final de la campaña 2021/22.
Aún así, y debido a la caída notable de la oferta, es previsible que las existencias al cierre de campaña registren un descenso interanual del 3,1% y de 18 millones para situarse en 587 millones de toneladas a 30 de junio de 2023.
El CIC tampoco modifica de forma notable la proyección para el comercio mundial de cereales (julio/junio), que podría registrar una caída interanual del 3% y de 15 millones sobre la campaña anterior, quedándose en 409 Mt, disminuyendo así a su nivel más bajo en los últimos tres años.
Por otro lado, el CIC reduce ligeramente la previsión para la producción mundial de soja en 2022/23 respecto al mes anterior, aunque sigue estimando una cifra récord de 387 Mt, gracias al aumento de las proyecciones para Sudamérica y para la región del Mar Negro, que compensaría el recorte de la estimación oficial de la cosecha en Estados Unidos.
Se espera que la producción mundial de soja aumente en un 10% interanual en 2022/23 no sólo debido a un incremento de la superficie sembrada, sino también al aumento de los rendimientos en Sudamérica, y sobre todo en Brasil y Paraguay, tras los resultados mediocres de la campaña anterior.
El consumo de esta proteaginosa podría elevarse a un máximo histórico, hasta los 378 Mt, un 4,1% y 15 millones más que en 2021/22, al aumentar la demanda destinada a piensos, alimentos y usos industriales.
Además, la cosecha mundial más abundante, según el CIC, permitirá cierta acumulación de reservas, que podrían incrementarse de 44 a 53 millones de toneladas
Se prevé también que el comercio registre un incremento interanual de 10 Mt, hasta 165 millones, con un aumento notable de las entregas a Asia, con un incremento por parte de los proveedores de Sudamérica de su cuota del comercio mundial.
Tras obtenerse la campaña anterior una cosecha récord, es previsible que la producción mundial de arroz experimente en 2022/23 una caída interanual del 2%, hasta 508 Mt, con cosechas más reducidas en Asia, y sobre todo en la India.
El consumo podría retroceder ligeramente, con cierta caída de la demanda alimentaria, en unos 3 Mt, hasta 515 millones, y se espera que las existencias también disminuyan en unos 7 millones, hasta 173 Mt, al reducirse las reservas tanto de China como de los exportadores principales.
Tras alcanzar en 2022 una cifra sin precedentes, la demanda mundial de importación descenderá en 2023 en unos 2 millones, hasta los 49 Mt, debido a la oferta más reducida en los mayores proveedores. La caída prevista de los envíos desde la India sólo se verá compensada en parte por un aumento de las ventas de otros países.
Más información en: www.igc.int/es/gmr_summary.aspx
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