En su último informe de febrero, el Consejo Internacional de Cereales (CIC) señala que, debido casi exclusivamente al recorte de la previsión de cosecha de maíz en Estados Unidos y en Argentina, la previsión de producción mundial de cereales (trigo y cereales secundarios) en la campaña 2022/23 se recorta en 8 millones de toneladas en relación a un mes antes, situándose en 2.248 millones de toneladas.
Por su parte, el consumo neto de cereales a nivel mundial también se reduce en 9 Mt desde enero, mientras que, por el contrario, la previsión de existencias finales remanentes al cierre de campaña (30 de junio de 2023) se incrementa en 2 Mt para quedar en 579 millones.
Por su parte, el consumo neto de cereales a nivel mundial también se reduce en 9 Mt desde enero, mientras que, por el contrario, la previsión de existencias finales remanentes al cierre de campaña (30 de junio de 2023) se incrementa en 2 Mt para quedar en 579 millones.
No obstante, el stock final sigue siendo el más bajo de las últimas ocho campañas.
La previsión para el comercio mundial apenas cambia desde el mes anterior y el CIC lo sitúa en 407 Mt, un volumen que supone un descenso del 4% interanual.
En suma, tras aumentar durante cuatro años consecutivos, el CIC prevé que la producción mundial de cereales disminuya en 42 Mt en la actual campaña 2022/23, debido a las cosechas más reducidas de maíz y sorgo, que no podrán ser compensadas por una mayor producción de trigo, cebada y avena.
A pesar también de la caída del consumo destinado a piensos y a usos industriales, el CIC prevé que las existencias mundiales vuelvan a descender por sexto año consecutivo, esta vez en 18 millones de toneladas.
Con caídas generalizadas para los principales cereales, el comercio total podría rozar igualmente su nivel más bajo en tres años.
Por otro lado, entre las proyecciones preliminares para la próxima campaña de comercialización 2023/24 (de 1 de julio de 2023 a 30 de junio de 2024), el CIC destaca un ligero aumento de la superficie mundial de maíz.
En cambio, espera que disminuya la siembra de cebada.
No obstante, dada la incertidumbre respecto a la actividad agrícola en los territorios no controlados -las previsiones para Ucrania no dejan de ser bastante hipotéticas- la superficie de siembra podría registrar una caída interanual notable.
El CIC prevé también una oferta mundial más reducida de trigo, pero con el aumento previsto del consumo, cabe esperar cierta caída de las existencias.
En cuanto a la soja, debido más que nada al recorte de la previsión de cosecha en Estados Unidos y al deterioro de las perspectivas en Argentina, el CIC espera que la producción mundial de esta oleaginosa se reduzca en 2022/23 en 7 Mt para quedar en 378 millones. Aún así, un 6% más que en la campaña anterior.
Ante la reducción neta de la oferta, el CIC revisa también a la baja las previsiones tanto para el consumo, como para las existencias, aunque ambos registrarán aumentos interanuales.
La previsión para el comercio mundial se reduce en un millón de toneladas. Aun así, cabe esperar que experimente un crecimiento interanual del 7%.
Las proyecciones preliminares para 2023/24 señalan que la superficie mundial de siembra podría aumentar un 2%, sobre todo en los principales exportadores.
En cuanto al arroz, el CIC mantiene la previsión para la producción mundial en 2022/23 del mes anterior, pero al recortar la estimación de consumo, sobre todo en la India, incrementa la de las existencias ligeramente, hasta 170 millones de toneladas.
Debido en gran medida al aumento de las importaciones de China, la previsión para el comercio de arroz en 2023 se incrementa a casi 52 Mt., aunque se sigue tendiendo a un descenso interanual del 6%.
A estas alturas, el CIC espera que la superficie mundial de arroz aumente un 1% en 2023/24, con aumentos en Asia y en las Américas.
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