El volumen del consumo mundial de aceite de oliva durante el periodo 1999/2000 a 2015/16 se ha multiplicado por 1,8, sobre todo en los países que no son miembros del Consejo Oleícola Internacional (COI), aquellos que no son productores o lo son aún en pequeña escala, caso de Estados Unidos. Estos países, en las últimas dos décadas, pasaron de representar del 11% al 24% del consumo mundial. En la campaña 2015/16, el COI prevé que este consumo aumente del orden del 4,6% sobre la campaña anterior.
El COI prevé un aumento en torno al 4,6% del consumo mundial de aceite de oliva en la campaña 2015/16
En los países de la UE, el consumo de aceite de oliva aumentó desde 1999/2000 hasta la campaña 2004/05, superando los 2 millones de toneladas, para después bajar progresivamente hasta niveles similares a los de la campaña 1996/97, con cerca de 1,6 Mt, que se concentra en los países productores.
A pesar de que Italia siempre ha tenido el consumo más alto en volumen, se observa una fuerte caída a partir de la campaña 2006/07, hasta tocar los niveles más bajos del periodo analizado en 2014/15, con 520.000 toneladas.
España, por su parte, ha presentado siempre una curva más errática de la evolución de su consumo de aceite de oliva, pero, según el COI, a partir de la campaña 2005/06 empieza a disminuir su consumo y todavía hoy en día no ha recuperado los valores conseguidos anteriormente”.
Grecia, al igual que Italia, experimenta una fuerte disminución del consumo, acompañado de los años de crisis económica del país, hasta valores de 160.000 toneladas que, comparado con el consumo de hace dos décadas, disminuye un 22%.
A pesar de la concentración del consumo de aceite de oliva en estos países, el COI destaca el conjunto de “otros países no productores”, que han presentado un crecimiento regular, situándose en niveles superiores a 200.000 toneladas.
En el descenso del consumo en los principales países productores de la UE existe una correlación directa entre los fuertes descensos de la producción y el aumento de precios. Durante el periodo 1999/200 a 2015/16, hay dos campañas (2005/06 y 2014/15) que presentan un fuerte aumento de precios, pero es en la campaña 2014/15 en que la caída de la producción española, debido a la fuerte sequía, y la baja producción italiana, afectada por la Xylella Fastidiosa, unido a los escasos remanentes de la campaña anterior, provocan una caída de la producción europea que la sitúa a niveles históricamente bajos, una situación que conlleva, por el contrario, una subida generalizada de los precios y, como consecuencia, una disminución del consumo.
Consumo “per capita”
Grecia, a pesar de la reducción de su consumo total, sigue en primera posición de su consumo anual “per capita”, situándose en unos 12,8 kg de aceite/habitante/año (años 2013 y 2014), seguida de España, con 11,3 kg; Italia, con 10,5 kg y Portugal, con 7,2 kilos. Más alejados están Luxemburgo, con 3,2 kilos; Malta, 3 kg; Francia y Croacia, 1,7 kg, respectivamente; Irlanda y Bélgica, con 1,4 kilos en ambos casos, y Dinamarca, con 1,2 kilos.
Los demás países de la UE se reparten entre países que consumen de 0,5 a 1 kilos (por orden decreciente, Estonia, República Checa, Finlandia, Letonia, Alemania, Países Bajos, Suecia, Eslovenia, Austria y Reino Unido) y los demás países de la UE, cuyo consumo no supera los 0,4 kg/”capita” y año (Rumania, Polonia, Hungría, Bulgaria, Eslovaquia y Lituania).
Entre los demás países miembros del COI, el aumento del consumo a lo largo de las últimas campañas es más fuerte en Turquía y Marruecos, donde las producciones también han crecido, y en el grupo de “otros” países. Argelia refleja un fuerte aumento a partir de la segunda década, al aumentar su producción. Sin embargo, el consumo de aceite de oliva disminuye en Túnez durante el citado periodo.
Los niveles de consumo son más débiles que en la UE en 2014. Así, Albania y Líbano (4 kg por habitante y año, respectivamente); Jordania, Túnez y Marruecos (entre 3,6-3,8 kg); Israel y Libia (2,4 kg, respectivamente); Turquía (1,4 kg). Argelia, por ejemplo, se sitúa a un nivel similar al de Dinamarca, 1,2 kg), mientras que Montenegro iguala en nivel de Alemania y Países Bajos (entre 0,5 y 1 kg). Argentina, Egipto, Irán e Irak se acercan casi a niveles de Polonia y Rumania, que no superan los 0,4 €/kilo
Por último, entre los países no miembros del COI, la evolución más espectacular del consumo ha tenido lugar en Estados Unidos durante los últimos 25 años. No obstante, el consumo por habitante y año en 2014 sólo fue de 0,9 kg (valores similares a los de Reino Unido y Alemania).
Los demás países muestran un aumento del consumo total a lo largo del periodo mostrado, pero con valores mucho más débiles. En este grupo de países no miembros del COI, entre 1,1 y 1,6 kilos “per capita” de consumo de aceite de oliva nos encontramos a Suiza, seguida de Australia (1,6 kg) y Canadá (1,1 kg). Noruega y Arabia Saudí se sitúan en 0,8 kg y 0,7 kg, respectivamente. Taiwán consume 0,4 kg; Chile tiene 0,3 kg/capita; Rusia, 0,2 kg, y México, 0,1 kilos por habitante y año.
El COI considera asumible que los grandes importadores -Estados Unidos, Brasil (0,4 kg) y Japón (0,4 kg)- tendrán todavía margen de crecimiento. En China, su consumo “per capita”, de apenas 0,02 kg de aceite de oliva, está a la cola de los países no miembros del COI.