El índice de precios de los alimentos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se situó en agosto de 2018 en un promedio de 167,6 puntos, prácticamente sin cambios respecto del cálculo de julio, revisado, pero 9,6 puntos (un -5,4 %) por debajo de su nivel en el mismo período del año pasado.
El índice FAO de precios mundiales de los alimentos básicos bajó un 5,4% en el último año
En agosto se fortalecieron los valores de los cereales y, en menor medida, los de la carne. Sin embargo, los valores de los demás subíndices (azúcar, aceites vegetales y productos lácteos) sufrieron descensos.
El índice de precios de los cereales de la FAO registró en agosto un promedio de 168,4 puntos, con un repunte de 6,5 puntos (un +4,0 %) respecto al valor de julio y de 15 puntos (un +10 %) respecto al de agosto de 2017.
Los precios del trigo fueron los que más aumentaron, más del 8 % respecto a julio, debido en gran parte a la reducción de las disponibilidades exportables, a la luz del deterioro de los pronósticos sobre las cosechas, especialmente en la Federación de Rusia y la Unión Europea.
Las cotizaciones internacionales del maíz también se fortalecieron, con un aumento de más del 3 % respecto a julio, a consecuencia de la ralentización de las ventas de la Argentina y el Brasil, así como de los efectos indirectos del aumento de los valores del trigo.
Por el contrario, los precios internacionales del arroz descendieron como resultado de los esfuerzos por atraer compradores y liberar espacio para la llegada de nuevas cosechas.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO registró en agosto un promedio de 138,2 puntos, con un descenso de 3,7 puntos (-2,6 %) sobre julio y constituye el promedio mensual más bajo de los últimos 35 meses.
Esta caída registrada en agosto se debió principalmente al descenso de los valores de los aceites de palma, soja y girasol. Las cotizaciones internacionales del aceite de palma disminuyeron por quinto mes consecutivo a consecuencia de la persistente debilidad de la demanda mundial de importaciones y la consiguiente acumulación de existencias en los principales países productores.
El descenso de las cotizaciones del aceite de soja obedeció principalmente a la molienda de grandes cantidades en el Brasil y los Estados Unidos de América, mientras que las perspectivas favorables para las cosechas en la región del Mar Negro explican la nueva caída de los precios del aceite de girasol.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró un promedio de 196,2 puntos en agosto, esto es, casi 3 puntos (-1,5 %) menos que en julio, lo cual representa la tercera disminución mensual consecutiva.
Las cotizaciones de la mantequilla, la leche desnatada en polvo y la leche entera en polvo descendieron por segundo mes consecutivo, mientras que las del queso se recuperaron ligeramente de la caída sufrida en julio.
Las tendencias recientes de los precios reflejan la escasa actividad comercial, lo que no sorprende en este período del año, así como la incertidumbre en los mercados asociada al volumen final de disponibilidades exportables.
Si bien el crecimiento de la producción de leche podría verse negativamente afectado en zonas de Australia y Europa a causa de las sequías, se prevé que Nueva Zelanda produzca en la campaña de 2018/19 más leche de lo que se había pronosticado anteriormente.
El índice de precios de la carne de la FAO se situó en agosto en un promedio de 166,3 puntos, lo que supone una ligera variación tan solo con respecto al valor de julio revisado pero representa una caída del 4,6 % respecto de su nivel en el mismo mes del año pasado.
Los valores del índice de precios de la carne correspondientes a junio y julio se ajustaron considerablemente, debido principalmente a las recientes revisiones oficiales a la baja realizadas por el Brasil de los datos sobre las exportaciones de carne de bovino en dichos meses.
En agosto, el aumento de las cotizaciones de la carne de cerdo y de ovino se compensó con el ligero descenso experimentado por las cotizaciones de la carne de aves de corral y de bovino.
Las cotizaciones de la carne de ovino se fortalecieron por tercer mes consecutivo gracias a la sólida demanda de importaciones unida a la persistente escasez de la oferta proveniente de Oceanía.
Sin embargo, las cotizaciones de la carne de cerdo aumentaron debido al fuerte apetito de importaciones mostrado por China y a la lenta respuesta de la oferta por parte de Europa.
Las elevadas disponibilidades exportables en los Estados Unidos de América explican la debilidad de los precios de la carne de bovino, mientras que el debilitamiento de la demanda de importaciones originó la caída de los valores de la carne de aves de corral.
A diferencia de otros grupos de productos básicos, la mayoría de los precios utilizados en el cálculo del índice de precios de la carne de la FAO no se encuentra disponible en el momento del cómputo y publicación del índice de precios de los alimentos de la Organización; por tanto, el valor del índice de precios de la carne de los meses más recientes se deriva de una combinación de precios previstos y observados. En ocasiones, esto puede hacer precisas revisiones significativas del valor final del índice de precios de la carne de la FAO que, a su vez, podrían influir en el valor del índice de precios de los alimentos de la Organización.
El índice de precios del azúcar de la FAO registró un promedio de 157,3 puntos, es decir, 8,9 puntos (-5,4 %) menos que en julio, lo que representa el nivel más bajo de los últimos 10 años.
El descenso en agosto obedeció en gran medida a la depreciación constante de las monedas del Brasil y la India frente al dólar de los Estados Unidos de América.
Como principales exportadores de azúcar, la competitividad de los envíos procedentes del Brasil y la India aumenta cuando sus monedas se debilitan frente al dólar de los Estados Unidos, lo que da como resultado un aumento del suministro de azúcar en los mercados mundiales.
Las inquietudes acerca de las perspectivas sobre la producción en Asia (especialmente en la India e Indonesia) y la Unión Europea no llegaron a compensar la presión a la baja sobre los precios internacionales del azúcar, provocada por las fluctuaciones monetarias.
Foto; Cultivo de arroz en Filipinas. www.fao.org