El eurodiputado del Partido Popular, Gabriel Mato, pidió la Comisión Europea que tome medidas más eficaces para combatir las plagas que afectan a los cultivos agrícolas. Este problema fue debatido ayer 28 de enero en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo tras las quejas planteadas por la Asociación Agrícola Jóvenes Agricultores (AVA-ASAJA) de Valencia.
El PPE pide a la Comisión Europea medidas para mejorar el control de plagas en los cultivos
En concreto, Mato solicitó a la Comisión Europea que busque soluciones para resolver la actual escasez de sustancias activas que permiten combatir plagas en los casos principalmente de “usos menores”, que se refieren a los productos fitosanitarios que no aportan una ganancia comercial atractiva por estar ligados a cultivos poco extendidos o que son utilizados para enfermedades de escaso alcance en cultivos mayores y en los que, por lo tanto, la industria apenas invierte.
En los últimos años, la UE ha reducido sustancialmente el número de sustancias activas autorizadas, lo que plantea un serio problema a la hora de combatir determinadas plagas en el ámbito de los usos menores y provoca además un aumento de la resistencia de los cultivos a las pocas sustancias disponibles.
El eurodiputado popular se lamentó de que el nuevo fondo comunitario para «usos menores» que está funcionando desde septiembre de 2015 y que está dotado con 750.000 euros no prevé financiación para proyectos destinados a aumentar la disponibilidad de nuevas sustancias activas y que solo se contempla el apoyo a la coordinación de las acciones realizadas por los Estados miembros. El eurodiputado dijo que dicho fondo debería ser «reforzado» para que tuviera una verdadera utilidad en materia de investigación e innovación.
A raíz de las quejas planteadas por ASAJA, Mato también pidió a la Comisión Europea que revise el sistema de Límites Máximos de Residuos (LMRs) de plaguicidas con el fin de lograr “una armonización de los límites fijados para los productores europeos y para las producciones de países terceros”, ya que en la actualidad la Unión Europea aplica en muchas ocasiones un nivel de tolerancia mayor para las importaciones, lo que acarrea una discriminación competitiva para las producciones europeas.
En relación a estos límites, la Comisión informó de que está procediendo a una evaluación de los reglamentos y planteará una consulta pública a final de año. Sin perjuicio de esta consulta, Mato pidió que se adopten medidas de forma inmediata.
El eurodiputado canario se mostró confiado en que el dispositivo preventivo incluido en el nuevo reglamento europeo sobre lucha contra las plagas sobre el que se ha alcanzado recientemente un acuerdo político permita mejorar sustancialmente el control sobre las enfermedades procedentes de países terceros, y evitar así la entrada en la UE de las plagas que planteen una seria amenaza para las producciones europeas.
En este sentido, Mato preguntó a la Comisión Europea si, a la hora de elaborar una nueva lista negativa de productos u orígenes prohibidos, tendrá en cuenta los riesgos de contagio de la “mancha negra” al sector de los cítricos, enfermedad muy peligrosa que no está aún presente en la Unión Europea pero que ha sido en numerosas ocasiones detectada en cargamentos procedentes de países terceros.
La Comisión de Peticiones adoptó el acuerdo de mantener abierta esta petición y dirigirse a la Comisión para que informe pormenorizadamente de los asuntos tratados, dada la relevancia de los mismos.
Entre las novedades más significativas que va a recoger la futura normativa de control fitosanitario de las importaciones agrarias destaca especialmente la inclusión de la llamada lista negativa, de acuerdo con las averiguaciones que efectuaron el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, y el secretario general de esta misma organización, Juan Salvador Torres, tras entrevistarse con representantes de diversas instituciones comunitarias.
En la práctica, la lista negativa funcionaría como una suerte de lista negra en la que se incluirían una serie de países cuya sanidad vegetal fuese especialmente problemática en determinadas plagas y enfermedades peligrosas a fin de poder establecer medidas especiales de control y vigilancia entre las que no se descarta la prohibición expresa de exportar a Europa sus productos hasta que no fuesen capaces de garantizar una mejora sustancial del estado fitosanitario de sus envíos.
Por otra parte, Cristóbal Aguado, durante su intervención ante el PE, también presentó formalmente otras dos peticiones: una relativa a la necesidad de resolver de manera ágil la grave insuficiencia de materias activas para combatir plagas que sufren los agricultores y otra sobre la tolerancia europea en los niveles de residuos fitosanitarios que presentan las importaciones de terceros países en sustancias activas que, sin embargo, están prohibidas en la UE, lo cual supone una competencia desleal en toda regla para los agricultores comunitarios. Ambas solicitudes contaron igualmente con el apoyo de los europarlamentarios españoles y, por tanto, el procedimiento para dar curso a dichas reclamaciones fue aceptado y quedó abierto.