La eurodiputada del PP, Esther Herranz, solició en el Parlamento Europeo que se tomen medidas para evitar que el nuevo contingente de 35.000 toneladas de aceite de oliva concedido a Túnez para su exportación a la Unión Europea no provoque distorsiones en el mercado comunitario.
El PPE pide evitar que el aceite de oliva de Túnez provoque desequilibros en el mercado UE
Herranz y Santiago Fisas, como ponentes del Grupo PPE en las comisiones de Agricultura y Comercio Internacional, respectivamente, junto a los también eurodiputados del PP Ramón Luís Valcárcel, Pilar Ayuso y Teresa Jiménez-Becerril, presentaron un paquete de enmiendas al reglamento propuesto por la Comisión Europea y por el que se concede a ese país ese cupo adicional de exportación en 2016 y 2017, que se suma a las 56.700 toneladas del contingente en vigor.
Esther Herranz lideró esta iniciativa al ser «consciente de la preocupación del sector del aceite de oliva español y europeo por las nuevas medidas comerciales que la Comisión Europea pretende introducir para Túnez”.
El informe impulsado por la Comisión Europea busca solidarizarse con este país tras los ataques terroristas que sufrió en junio de este año.
Por este motivo, Herranz considera «útil y de gran importancia para las relaciones entre la UE y Túnez apoyar el informe aunque no a cualquier precio, dada la relevancia del sector del aceite de oliva en muchas regiones europeas».
“Este sector ha sufrido una serie de reveses durante las últimas campañas (crisis de mercado, plagas como la Xyleia Fastidiosa, etc) que hacen que sea necesario protegerlo. Por eso mismo, en las enmiendas presentadas por los diputados populares se busca un equilibrio entre la solidaridad con el pueblo tunecino y la protección de los productores europeos”, explicó Herranz.
Los eurodiputados del PP piden en sus enmiendas que en ningún caso el contingente adicional acordado a Túnez se pueda extender por más de dos años, y solicitan que para el 2017 se revise el nuevo cupo de aceite previsto para reducirlo de ser necesario adaptándolo a las necesidades del mercado europeo.
Fisas y Herranz hacen especial hincapié en introducir el requisito de que la Comisión Europea realice un estudio de impacto al finalizar la campaña de 2016 con el fin de evaluar la idoneidad de estas medidas de cara a 2017, así como una cláusula de salvaguardia que dotaría a la Comisión de poderes para suspender dicha medida en caso de distorsiones graves de los mercados comunitarios.
Otra de las cuestiones claves, según Herranz, “es que este nuevo contingente no suponga un precedente en las negociaciones que se están llevando a cabo entre la UE y Túnez para la creación de una Zona de Libre Comercio de amplio alcance”.