Entra en vigor el acuerdo comercial entre UE y Nueva Zelanda que eliminará aranceles sobre carne de cerdo, el vino y el chocolate, entre otros productos

Entra en vigor el acuerdo comercial entre UE y Nueva Zelanda que eliminará aranceles sobre carne de cerdo, el vino y el chocolate, entre otros productos

El 1 de mayo entraba en vigor el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Nueva Zelanda a través del cual las empresas, los productores y los agricultores de la UE pueden aprovechar una serie de nuevas oportunidades de exportación. Se espera que el acuerdo reduzca los aranceles a las empresas de la UE en 140 millones de euros al año.

Según el comunicado de la Comisión Europea, gracias a este acuerdo, se espera que el comercio entre la UE y Nueva Zelanda aumente hasta un 30% en una década y que las exportaciones de la UE crezcan hasta 4 500 millones de euros al año. La inversión de la UE en Nueva Zelanda tiene un potencial de crecimiento de hasta un 80%. Este acuerdo histórico también incluye compromisos sin precedentes en materia de sostenibilidad, por ejemplo en relación con el respeto del Acuerdo de París sobre el cambio climático y con los derechos laborales fundamentales.

Los agricultores de la UE se beneficiarán de la eliminación de los aranceles sobre las principales exportaciones de la UE, como la carne de cerdo, el vino y el vino espumoso, el chocolate, los productos de confitería y las galletas.

Además, el acuerdo protege la lista completa de vinos y licores de la UE (cerca de 2 000 denominaciones), como el Prosecco y el Champagne, así como 163 de los productos tradicionales más conocidos de la UE (indicaciones geográficas), como el queso feta, el jamón Istarski pršut y el mazapán de Lübecker. Por otra parte, los productos agrícolas sensibles de la UE, como la carne de vacuno, la carne de ovino y los productos lácteos, están protegidos con contingentes arancelarios cuidadosamente diseñados.

Las empresas de la UE pueden beneficiarse ahora de ventajas como:

  • la eliminación de los aranceles cero a las exportaciones de la UE a Nueva Zelanda;
  • una mayor apertura del mercado neozelandés de servicios en sectores clave como los servicios financieros, las telecomunicaciones y los servicios de transporte marítimo y entrega;
  • un trato no discriminatorio de los inversores de la UE en Nueva Zelanda;
  • la mejora del acceso de las empresas de la UE a la contratación pública neozelandesa de bienes, servicios, obras y concesiones de obras;
  • un capítulo dedicado al apoyo a las exportaciones de las pequeñas empresas;
  • la reducción significativa de los requisitos y procedimientos de cumplimiento.

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