La Comisión Europea (CE) ha publicado este jueves un nuevo estudio en el que se examina la contribución de la financiación de la UE al desarrollo de las zonas rurales. En él se destaca el importante impacto de la Política Agrícola Común (PAC) a la hora de abordar las necesidades y emprender las acciones establecidas en la Visión a largo plazo para las zonas rurales.
El estudio también evalúa el papel de otros fondos de la UE destinados a las zonas rurales (2014-2020): el Fondo Europeo de Desarrollo Regional/Fondo de Cohesión, el Fondo Social Europeo, el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), así como los fondos nacionales. Como destaca la Comisión, el estudio muestra que «disponer de una estrategia rural global ayuda a los países de la UE a dirigir eficazmente los fondos de la PAC a las zonas rurales y a satisfacer las necesidades de las comunidades rurales».
El estudio también evalúa el papel de otros fondos de la UE destinados a las zonas rurales (2014-2020): el Fondo Europeo de Desarrollo Regional/Fondo de Cohesión, el Fondo Social Europeo, el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), así como los fondos nacionales. Como destaca la Comisión, el estudio muestra que «disponer de una estrategia rural global ayuda a los países de la UE a dirigir eficazmente los fondos de la PAC a las zonas rurales y a satisfacer las necesidades de las comunidades rurales».
La Comisión se ha comprometido además a apoyar a todas las zonas rurales y regiones remotas. En la mayoría de los países de la UE, el apoyo a las regiones rurales remotas y con limitaciones procede predominantemente de la PAC.
El estudio muestra que, entre 2014 y 2022, la PAC ha destinado 8.600 millones de euros a apoyar actividades no relacionadas con la agricultura en las zonas rurales. «Esto demuestra el papel de la PAC no solo en el apoyo a los agricultores y la agricultura, sino también en el fortalecimiento de otras empresas y comunidades en las zonas rurales».
Cita el organismo como las ayudas de la PAC pueden, por ejemplo, invertir en la construcción de nuevas carreteras públicas y en la implantación de soluciones de energías renovables, o en la conversión de casas abandonadas en centros comunitarios. Del mismo modo, la PAC ha ayudado a crear espacios que ofrecen servicios digitales a las comunidades rurales, proporcionando oportunidades para celebrar sesiones de formación, eventos deportivos, actuaciones o reuniones escolares locales. Las autoridades rurales locales también reciben financiación de la UE para digitalizar sus operaciones, mejorar el acceso a los servicios, promover la concienciación medioambiental y apoyar a las nuevas empresas rurales en el desarrollo de tecnologías innovadoras.
Según la Comisión Europea, «el enfoque LEADER ofrece proyectos pequeños pero de gran impacto y ha contribuido a crear casi 60.000 puestos de trabajo y más de 2.500 grupos de acción local (GAL) que abarcan una población rural de 170 millones de personas. También se dirige específicamente a zonas económicamente desfavorecidas, periféricas o remotas, o que acogen a comunidades vulnerables».
El estudio reconoce que las necesidades de las zonas rurales son cada vez más complejas y sus conclusiones recomiendan adoptar planteamientos políticos holísticos para orientar aún mejor la PAC y otros fondos de la UE a las zonas rurales en el futuro.