El índice de referencia de los precios de los alimentos básicos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se situó en el pasado mes de febrero en 117,3 puntos, es decir, 0,9 puntos por debajo (-0,7 %) por debajo de su nivel revisado de enero, ya que los descensos en los índices de precios de los cereales y los aceites vegetales prácticamente no fueron compensados por los aumentos de los precios del azúcar, la carne y los productos lácteos. El índice disminuyó 13,8 puntos (-10,5 %) respecto de su valor de hace un año.
Así, el índice de precios de los cereales registró en febrero un promedio de 113,8 puntos, esto es, 6,1 puntos menos (-5%) que en enero y 32,9 puntos (-22,4 %) por debajo de su valor de febrero de 2023.
Así, el índice de precios de los cereales registró en febrero un promedio de 113,8 puntos, esto es, 6,1 puntos menos (-5%) que en enero y 32,9 puntos (-22,4 %) por debajo de su valor de febrero de 2023.
Respecto del mes anterior, disminuyeron los precios internacionales de todos los cereales principales. Los precios del maíz para la exportación fueron los que más cayeron, ya que las expectativas de abundantes cosechas en la Argentina y el Brasil, junto con los precios competitivos ofrecidos por Ucrania, en su afán por aprovechar el buen funcionamiento de la ruta comercial marítima, influyeron en el mercado.
En cuanto al trigo, el descenso de los precios internacionales obedeció sobre todo a la disminución de las cotizaciones para exportación, como consecuencia del intenso ritmo de las exportaciones de Rusia, que ejerció una presión a la baja sobre los precios de otros orígenes, en particular de la Unión Europea (UE).
En consonancia con el tono más tenue de los mercados del trigo y el maíz, también cedieron los precios mundiales de la cebada y el sorgo.
Por su parte, los precios internacionales del arroz se redujeron un 1,6 % en febrero, ya que, aparte de las compras por parte de Indonesia, la demanda de nuevas importaciones se mantuvo en general escasa y en algunos países proveedores comenzaron las nuevas cosechas.
A su vez, el índice de precios de los aceites vegetales se situó en un promedio de 120,9 puntos en febrero, con una disminución de 1,6 puntos (-1,3 %) desde enero, ubicándose 15 puntos por debajo (-11%) por debajo de su nivel de hace un año.
El descenso reflejó principalmente la disminución de los precios mundiales de los aceites de soja, girasol y colza, que no fue compensado por la ligera subida de las cotizaciones del aceite de palma.
Los precios internacionales del aceite de soja se redujeron considerablemente en febrero, principalmente debido a las perspectivas de una abundante producción de soja en América del Sur ante unas condiciones en general favorables para las cosechas.
Por su parte, los precios mundiales de los aceites de girasol y colza disminuyeron como consecuencia de las amplias disponibilidades exportables persistentes a escala mundial.
Por el contrario, los precios mundiales del aceite de palma subieron ligeramente en febrero, en un contexto de descenso estacional de la producción en los principales países productores de Asia sudoriental.
Por el contrario, el índice de precios de los productos lácteos registró en febrero un promedio de 120 puntos, esto es, 1,3 puntos más (+1,1 %) más que en enero, pero se mantuvo 18,6 puntos (-13,4 %) por debajo del valor registrado en el mismo mes del año pasado.
En febrero, los precios mundiales de la mantequilla fueron los que más subieron, gracias a la mayor demanda de importaciones por parte de los países compradores asiáticos y el descenso estacional de la producción de leche en Oceanía.
Por su parte, los precios de la leche entera en polvo siguieron subiendo, aunque lentamente, debido sobre todo al aumento de la demanda de importaciones, especialmente de China, que se vio compensado parcialmente por la caída de los precios en la UE.
Los precios de la leche desnatada en polvo se mantuvieron estables, ya que la disminución de los precios en la UE prácticamente contrarrestó el aumento de los precios en Oceanía, fundamentalmente a causa de la menor demanda de importaciones de la región como consecuencia del aumento de los costos de envío y las demoras en el transporte derivados del conflicto en el Mar Rojo.
Los precios internacionales del queso también aumentaron ligeramente, ya que el interés de compra por parte de Asia volvió a ser positivo ante la disminución de las existencias en la UE.
A su vez, el índice de referencia de los precios de la carne alcanzó en febrero un promedio de 112,4 puntos, esto es, 2 puntos más (+1,8 %) más que en enero, revirtiendo los siete meses consecutivos de caídas y situándose 0,9 puntos por debajo (- 0,8 %) del valor registrado en el mismo mes de hace un año.
Las cotizaciones internacionales de la carne de aves de corral fueron las que más subieron, seguidas por las de la carne de bovino, fundamentalmente a causa de un aumento de la demanda en los principales países importadores.
La subida de los precios de la carne de bovino se debió a que la oferta fuera menor de lo previsto en Australia, ya que las lluvias intensas trastornaron el transporte de ganado desde las principales regiones productoras.
Por su parte, los precios de la carne de cerdo aumentaron ligeramente debido a la mayor demanda por parte de China, junto con una mayor demanda interna en Europa occidental ante la persistente situación de escasez de la oferta.
Por el contrario, los precios internacionales de la carne de ovino disminuyeron a raíz de una ralentización del ritmo de las importaciones por parte de China y una producción récord tras la reconstitución de rebaños en Australia.
Por último, el índice de precios del azúcar registró un promedio de 140,8 puntos en febrero, es decir, 4,4 puntos más (+3,2 %) que en el mes de enero, lo que supone el segundo aumento mensual consecutivo y hace que el índice se sitúe 15,6 puntos (+12,5 %) por encima de su valor de hace un año.
La persistente preocupación por las perspectivas de la próxima campaña en el Brasil, tras un período prolongado de precipitaciones por debajo de la media, siguió dando estímulo a los precios mundiales del azúcar, lo que exacerbó la presión al alza estacional.
Además, las previsiones que señalan un probable descenso de la producción en la India y Tailandia, dos de los principales países exportadores, contribuyeron al aumento de los precios.
No obstante, la mejora de las precipitaciones a finales de febrero en las principales zonas productoras del Brasil y el debilitamiento del real brasileño frente al dólar de Estados Unidos contuvieron la subida de los precios mundiales de este alimento.
Foto FAO: ©FAO/Nozim Kalandarov.
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