Algunos medios se han hecho eco de la noticia que publica el diario ruso «Izvestia», según el cual existiría ya un acuerdo entre Rusia y Ucrania para permitir la salida de buques de carga con cereales y otras materias primas alimentarias desde el puerto de Odesa, en el Sur de Ucrania, con la mediación del Gobierno de Turquía.
Aunque este tipo de informaciones hay que tomarlas con mucha cautela en media del fragor bélico, se indica en el citado rotativo que sería el Ejército turco el encargado de desminar la zona portuaria, así como de escoltar a los barcos hasta territorio neutral, aunque los buques de guerra rusos tendrían también su papal para garantizar su paso por la zona y evitar provocaciones.
No obstante, el acuerdo aún deberá ser ratificado en una reunión que, al parecer, tienen previsto mantener en Ankara, la capital turca, este miércoles 8 de junio, los ministros de Exteriores de ambas partes en conflicto, el ruso Sergéi Lavrov, y el ucraniano Sergéi Shoigu.
De confirmarse el acuerdo, se abriría una importante vía marítima para poder exportar parte de los más de 20 millones de toneladas de cereal que se acumulan en los almacenes ucranianos, a la espera de salida comercial para hacer hueco a lo que pueda entrar pronto de nueva cosecha, puesto que hasta ahora los escasos envíos en volumen al exterior se estaban haciendo por tierra y principalmente a través de la frontera polaca.
Serviría, además, para aliviar en parte la tensión en los mercados internacionales de cereales, ante la incertidumbre del suministro y los problemas que acarrearía la insuficiente oferta para algunos de los países netamente importadores del Norte de África y de Oriente Próximo.
La ciudad portuaria de Odesa es trascendental para los intereses exportadores de Ucrania, ya que desde allí se venían realizando antes de la invasión rusa gran parte de los envíos de trigo, maíz o aceite de girasol a la UE y a países terceros, pero también es a nivel geoestratégico importante para los intereses de Rusia en Ucrania, y esto tampoco conviene olvidarlo.
El temor del Gobierno de Ucrania es que, una vez desminada esta ruta marítima que parte del puerto de Odesa, los buques de guerra rusos puedan aprovechar la nueva situación en esta zona para llevar a cabo con más comodidad un ataque sobre esta zona del territorio ucraniano, a pesar de que el presidente Vladimir Putin haya comentado que no aprovecharía tal circunstancia.