El Índice de Precios mundiales de los Alimentos básicos de (FPPI) de la Organización de Naciones para la Agricultura y la Alimentación (FAO) registró un promedio de 158,5 puntos en el pasado mes de abril, lo que supone 1,2 puntos menos (-0,8 %) que el máximo histórico alcanzado en marzo, aunque todavía 36,4 puntos (+29,8 %) por encima del registro del mismo mes de 2021.
Según la FAO, la caída en el FFPI en abril estuvo liderada por el descenso del subíndice de aceite vegetal, junto con una ligera disminución en el subíndice de precios de cereales.
Por su parte, los subíndices de precios del azúcar, la carne y los lácteos mantuvieron aumentos, aunque más moderados.
Según Máximo Torero Cullen, jefe de Economía de la FAO, “la pequeña disminución en el índice es un alivio bienvenido, en particular para los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos. Aún así, los precios de los alimentos se mantienen cerca de sus máximos recientes, reflejo de la persistente estrechez del mercado, lo que supone un desafío para la seguridad alimentaria mundial para los más vulnerables.»
Cereales
Así, en cereales, el índice promedió 169,5 puntos en abril, con un ligero descenso de 0,7 puntos (-0,4%) sobre el máximo histórico alcanzado en marzo (desde 1990).
Después de alcanzar un nivel récord un mes antes, los precios internacionales de los cereales secundarios cayeron un 1,8 % en abril, impulsados por una caída del 3% en los precios del maíz, ya que los suministros estacionales de las cosechas en marcha en Argentina y Brasil ayudaron a aliviar la presión sobre los mercados.
Los precios mundiales del sorgo también descendieron en abril un 0,4%, mientras que la escasez de suministros hizo subir los precios de la cebada un 2,5%.
Por su parte, los precios internacionales del trigo subieron en abril, aunque marginalmente, ganando un 0,2 por ciento. El bloqueo continuo de los puertos en Ucrania y las preocupaciones sobre las condiciones de la cosecha de 2022 en Estados Unidos mantuvieron los precios elevados, pero los aumentos fueron moderados por los envíos de volúmenes más grandes desde la India, exportaciones superiores a las previstas de la Federación Rusa, y a una demanda global ligeramente amortiguada como resultado de los altos precios.
Los precios internacionales del arroz en abril subieron un 2,3% desde sus niveles de marzo, sostenidos por una combinación de una fuerte demanda local en varios exportadores asiáticos, compras de compradores chinos y del Cercano Oriente, junto a contratiempos climáticos en las Américas.
Aceites vegetales
Por su parte, el Índice de precios de aceites vegetales promedió 237,5 puntos en abril, perdiendo 14,3 puntos (-5,7%) desde el máximo histórico registrado en marzo, pero permaneciendo notablemente por encima de su nivel del año anterior.
La disminución fue impulsada por los precios mundiales más bajos de los aceites de palma, girasol y soja, que compensaron con creces las cotizaciones más altas del aceite de colza.
Los precios internacionales del aceite de palma cayeron moderadamente en abril, debido principalmente a la contención de las compras mundiales de las importaciones en medio de los altos costes, así como al debilitamiento de las perspectivas de la demanda en China.
Sin embargo, las incertidumbres sobre las disponibilidades de oferta para exportar de Indonesia, el principal exportador mundial de aceite de palma, contuvieron nuevas caídas en los precios internacionales.
Mientras tanto, los precios mundiales del aceite de soja y girasol también cayeron mes a mes, en gran parte ligados al racionamiento de la demanda, tras los precios récord registrados últimamente.
Por el contrario, los precios del aceite de colza se mantuvieron firmes en abril,
Productos lácteos
Asimismo, el índice de precios de los productos lácteos promedió 147,1 puntos en abril, con un aumento de 1,3 puntos (+0,9%) respecto a marzo, marcando el octavo aumento mensual consecutivo y elevando el índice en 28 puntos (23,5%) por encima de su valor de hace un año.
En abril, continuó la tendencia alcista de los precios de los productos lácteos, impulsada por la persistente escasez de oferta mundial, ya que la producción de leche en Europa Occidental y Oceanía continuó por debajo de sus niveles estacionales.
Las cotizaciones internacionales de la mantequilla fueron las que más subieron, reflejando la escasez de suministros, incluidos los bajos inventarios, especialmente en Europa Occidental, en medio de un aumento en la demanda de entregas a corto plazo, en parte inducida por la actual escasez de aceite de girasol y margarina.
A pesar de una disminución en las compras extranjeras, la demanda interna sostenida y los bajos inventarios en Europa respaldaron los precios mundiales de la leche desnatada en polvo y el queso.
Por el contrario, los precios de la leche entera cayeron moderadamente, principalmente debido a una desaceleración de la demanda en China.
Carnes
En cuanto al Índice de precios de la carne, éste promedió de forma orientativa y en base a proyecciones en 121,9 puntos en abril, unos 2,7 puntos más (+2,2%) más que en marzo y estableció un nuevo récord.
La continua fortaleza de los precios provino de los precios mundiales más altos de la carne de ave, cerdo y bovino.
El aumento del precio de la carne de aves de corral fue impulsado por una sólida demanda en medio de la escasez de suministros mundiales, lo que refleja las interrupciones en las exportaciones de Ucrania y el aumento de los brotes de influenza aviar en el Hemisferio Norte.
Mientras tanto, los precios de la carne de cerdo aumentaron aún más, aunque de forma menos abrupta que en marzo, debido a la baja oferta prolongada de animales para sacrificio en Europa occidental y a la alta demanda interna en los grandes países productores.
Los precios mundiales de la carne de bovino aumentaron moderadamente, reflejando los altos volúmenes de exportación de Brasil, a pesar de la baja oferta de ganado para sacrificio. Con este aumento, los precios de la carne bovina alcanzaron un nuevo récord.
En cuanto a la carne de ovino, los bloqueos de las exportaciones, relacionados con la pandemia de Covid-19, y los retrasos en los puertos en China facilitaron las compras de carne del país, llevando a que los precios bajaran marginalmente.
Azúcar
Por último, el Índice de Precios del Azúcar promedió 121,8 puntos en abril, con un alza de 3,9 puntos (+3,3) sobre marzo, marcando el segundo aumento mensual consecutivo y alcanzando niveles de más del 20% por encima de los registrados en el mes correspondiente del año pasado.
Los precios más altos del etanol en Brasil, junto con el fortalecimiento sostenido del real brasileño frente al dólar estadounidense, continuaron apuntalando el aumento de los precios mundiales del azúcar.
La preocupación por el lento comienzo de la cosecha de 2022 en Brasil proporcionó apoyo adicional. Sin embargo, las disponibilidades mayores de lo previsto anteriormente en la India, un importante exportador de azúcar, reforzaron las perspectivas de suministro mundial y evitaron aumentos de precios más sustanciales.
Más detalles están disponibles aquí .
Menos comercio de cereales
Por otro lado, la FAO publicó un nuevo Informe sobre la oferta y la demanda de cereales, con pronósticos actualizados que apuntan a una probable disminución del 1,2 % en el comercio mundial de cereales en la actual campaña de comercialización 2021/22 , que concluye el próximo 30 de junio, en comparación con el año anterior.
La disminución está asociada con el maíz y otros cereales secundarios, mientras que se prevé que los volúmenes comerciales de arroz crezcan un 3,8% y los del trigo en un 1%, según este organismo multilateral de Naciones Unidas.
Con casi todos los cultivos cosechados para el ciclo 2020/21, la FAO fija la producción mundial de cereales en 2.799 millones de toneladas, un aumento del 0,8 % en relación a los resultados de la campaña anterior 2019/20.
Al respecto, prevé también que la utilización mundial de cereales para el período 2021/22 aumente en un 0,9% con respecto al año anterior, hasta los 2.785 millones de toneladas.
La nueva estimación de la FAO para las existencias mundiales de cereales, al cierre de la temporada en 2022, se sitúa ahora en 856 Mt, un 2,8 % por encima de los niveles de apertura de la misma (1 de julio de 2021), impulsada por una acumulación de los stocks de maíz, debido en parte a la suspensión de las exportaciones desde Ucrania.
Si se confirma, la relación mundial entre existencias y uso de cereales terminaría el período 2020/21 sin cambios y en un «nivel de suministro relativamente cómodo» del 29,9%, según la FAO.
La FAO aún prevé que la producción mundial de trigo crecerá en 2022, hasta 782 Mt. Este pronóstico incorpora una disminución esperada del 20% en el área cosechada en Ucrania, así como la disminución de la producción provocada por la sequía en Marruecos.
Para los cereales secundarios, el Informe indica que Brasil está en camino de obtener una cosecha récord de maíz de 116 Mt en 2022, mientras que es probable que las condiciones climáticas afecten la producción de este grano en Argentina y Sudáfrica.
Los primeros análisis de siembra indican que es probable que la superficie cultivada de maíz en Estados Unidos disminuya un 4%, en medio de la preocupación por los altos costes de los fertilizantes y de otros insumos.
Más detalles están disponibles aquí .