Esta semana Irlanda ha notificado a la Organización Mundial del Comercio (OMC) el Proyecto de Reglamento que establece normas para el etiquetado de bebidas alcohólicas, incluido el uso de advertencias sanitarias, y que se enmarca en su Ley de Salud Pública (Alcohol) de 2018. Ha presentado un borrador sin cambios con respecto a la versión inicial a pesar de la fuerte oposición que ha recibido por parte de 13 Estados miembros de la UE por ser incompatible con la legislación de la Unión Europea.
Según destaca la Federación Española de la Industria de la Alimentación y Bebidas, FIAB, el procedimiento ante la OMC sería el último paso procesal antes de que Irlanda pueda adoptar la legislación.
Según destaca la Federación Española de la Industria de la Alimentación y Bebidas, FIAB, el procedimiento ante la OMC sería el último paso procesal antes de que Irlanda pueda adoptar la legislación.
Durante el proceso de consulta pública en el seno de la UE, Croacia, República Checa, Dinamarca, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovaquia y España emitieron comentarios críticos sobre el proyecto de ley irlandés. Sin embargo, Irlanda ha notificado el proyecto tal cual a la OMC.
Destaca la patronal alimentaria española que, recientemente, un representante de la Administración irlandesa reconoció en tono de humor durante un evento sobre salud pública organizado por la Presidencia sueca de la UE el pasado 1 de febrero que el proyecto de reglamento es claramente incompatible con la legislación de la UE. “Recientemente pasamos por un proceso de evaluación de la UE porque claramente lo que estábamos haciendo violaba el mercado único, de alguna manera. […] Estamos muy agradecidos y, de hecho, sorprendidos de que nuestra propuesta haya superado con éxito el proceso de evaluación de la UE”, explicó el representante irlandés.
Un tercio de los Estados miembros de la UE, entre los cuales se encuentra España, instaron a la Comisión, a través de una carta común enviada hace algunos días, a entablar discusiones profundas con las autoridades irlandesas para evitar las barreras comerciales y mantener la uniformidad y fluidez del Mercado Único, al tiempo que se garantiza la información adecuada para consumidores. «Sin embargo, la Comisión no ha demostrado voluntad hasta la fecha de actuar en defensa de los Tratados de la UE, el Mercado Único y la propia legislación de la UE», subraya FIAB.
Desde los sectores de bebidas con contenido alcohólico en España esperan ahora que los países terceros que pertenecen a la OMC planteen sus preocupaciones con respecto a la propuesta irlandesa, como ya han hecho un buen número de países europeos, y fuercen a la Comisión Europea a tomar partido en defensa del mercado único.
En este sentido, FIAB pide al Gobierno de España que mantenga la presión y siga actuando de manera coordinada con sus socios europeos para que la Comisión rectifique y pida finalmente a Irlanda que modifique su proyecto de reglamento para adaptarlo a la legislación comunitaria. «De lo contrario, la única vía posible para defender el Tratado de la UE y los fundamentos comerciales de la UE sería a través del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.»
Recientemente, los bodegueros españoles, agrupados en la Federación Española del Vino (FEV), destacaron que este etiquetado en Irlanda supone una “ruptura del mercado único” y que dificultará “mucho” las exportaciones.
Además, según el director general de esta entidad, José Luis Benítez, el hecho de tener que elaborar una etiqueta diferente para ese mercado supone un gasto añadido para las bodegas, que en su mayoría son pymes.
Irlanda ocupa el puesto número 16 en el ranking de destinos de las exportaciones de vino españolas por valor, según los datos del año 2021, cuando España facturó 33,1 millones de euros por las ventas realizadas a este país.