La Comisión Europea espera que Brasil entable un "diálogo constructivo" para intentar evitar efectos negativos innecesarios en las relaciones comerciales bilaterales entre la UE y el país sudamericano al respecto de la drástica subida de aranceles a las importaciones de ajo procedente de la Unión.
Bruselas espera un «diálogo constructivo» de Brasil que evite subida del 19% del arancel al ajo europeo
Esta es la conclusión de la respuesta que la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, ofrece a una pregunta escrita formulada por la eurodiputada socialista española, Clara Aguilera, en la que solicitaba información a la CE sobre el estado de un contencioso comercial, en el que Brasil propone una subida unilateral del arancel del 19% a la importación de ajo español y europeo.
Aguilera señala que la CE ha reaccionado con rapidez y la decisión del Gobierno de Brasil fue ya recurrida ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por desproporcionada y no ajusta a las reglas de esta institución.
Según la eurodiputada andaluza, la subida arancelaria para el ajo europeo responde a las medidas de salvaguarda, aplicadas por la UE, a las importaciones de acero brasileño, en conformidad con el artículo 12, apartado 1, letra c), del Acuerdo de Salvaguardia de la OMC.
Sin embargo, añade Aguilera, parece que las medidas aplicadas por Brasil se sustentan en el artículo 8, apartado 2, del Acuerdo de Salvaguarda, y serían, por tanto, ilegales, ya que no cumplen, entre otros aspectos, con el plazo de tres años para probar el daño económico de las medidas impuestas por la Comisión.
En su respuesta, la comisaria Malmström señala que «de conformidad con el artículo 8 del Acuerdo de Salvaguardia de la OMC, los miembros de esta última pueden acordar compensaciones por los efectos desfavorables de las salvaguardas. No obstante, si no se llega a un acuerdo sobre las compensaciones, el país sujeto a las medidas de salvaguardia no puede adoptar medidas unilaterales durante los tres primeros años de vigencia de dichas medidas de salvaguardia, salvo que se cumplan condiciones muy específicas.»
Al respecto, añade, «la Comisión considera que en este caso no se cumplen esas condiciones específicas y que las medidas de la UE son conformes con las normas de la OMC. En consecuencia, la Comisión considera que Brasil no tiene derecho a suspender unilateralmente las concesiones antes de que finalice el periodo de tres años.» Es más, «esta suspensión adoptaría la forma de un aumento de los derechos aplicados a una selección de productos originarios de la UE, entre ellos los ajos».
En consecuencia, a finales de febrero de 2019, la Comisión Europea emitió una contranotificación ante la OMC, en la que se oponía firmemente a la intención de Brasil de suspender las concesiones sobre determinados productos de la UE y exponía los motivos por los que esa suspensión no sería conforme con las normas de la OMC.
Con posterioridad, la Comisión y las autoridades brasileñas han mantenido consultas a nivel técnico para encontrar una solución al problema en cuestión y, paralelamente, se está estableciendo contactos de alto nivel entre la UE y Brasil.