La CE rebaja los rendimientos de los cultivos por las difíciles condiciones meteorológicas en gran parte de Europa

La CE rebaja los rendimientos de los cultivos por las difíciles condiciones meteorológicas en gran parte de Europa

Las previsiones de rendimientos de los cultivos de la Unión Europea se mantienen por encima de la media de los últimos 5 años, a pesar de las difíciles condiciones meteorológicas registradas en el pasado mes de mayo, de acuerdo con el último Boletín MARS del Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea de este mes de mayo.

Según este informe, las previsiones de rendimientos de los cultivos en la UE se han revisado ligeramente a la baja, pero se mantienen aún por encima de la media de los últimos cinco años.

Así, se señala que las previsiones de rendimientos de los cultivos de invierno mejoraron en España y Portugal, pero se redujeron en Italia y en varios países de Europa occidental, así como en Hungría, donde las perspectivas generales de rendimientos siguen siendo positivas.

La persistencia de las condiciones excesivamente húmedas en parte de Europa supone un reto para los cultivos y para los agricultores del noroeste de continente y del norte de Italia. Tales condicionantes en amplias zonas de Europa occidental, así como en Dinamarca y el norte de Italia, provocaron encharcamientos, una elevada presión de las plagas y/o retrasos en las siembras, con efectos potencialmente negativos en el rendimiento final de los cultivos.

Heladas y déficit hídrico afectaron a buena parte del continente en los últimos meses

Por otra parte, la ola de frío en la segunda quincena de abril causó graves daños por heladas en frutales y en viñedos de varias partes de Europa pero se espera que los daños en los cultivos anuales hayan sido limitados.

El descenso de las temperaturas fue más acusado en el sur y el este de Alemania, así como en las regiones limítrofes de Chequia y Polonia, y en el sur de Finlandia.

En cambio, el déficit hídrico afectó a los cultivos de varias zonas del centro, sur y este de Europa. En el este de Alemania y Polonia empezó a crear dificultades, estimándose que serían necesarias más lluvias para mantener las perspectivas, hasta ahora positivas, de las cosechas.

Las condiciones cálidas y secas del sur de Italia afectaron negativamente al llenado de los granos de los cultivos de invierno.

También en Rusia, un acusado déficit hídrico, combinado con olas de frío, creó condiciones desfavorables para el desarrollo de los cultivos de invierno y provocó retrasos en la siembra de primavera.

En Turquía, las expectativas de rendimientos de los cereales de invierno se vieron moderadas por un claro déficit hídrico en las regiones occidentales y por una ola de calor en el sudeste del país.

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