La CE presentó una propuesta que permitiría a los Estados miembros la adopción de normas nacionales para restringir o prohibir por razones no científicas el uso de organismos modificados genéticamente (OMGs). De aprobarse, la unidad del mercado de alimentos y piensos se vería gravemente amenazada, con insalvables consecuencias económicas y sociales, según la Plataforma 'Alimentos ConCiencia'
La Comisión Europea pone en riesgo la disponibilidad de alimentos para producción animal en la UE
El sector agrario mundial lleva 20 años apostando por los cultivos modificados genéticamente (MG), una tecnología que cuenta con los avales científicos de seguridad pertinentes a nivel internacional.
La Unión Europea es dependiente de las importaciones de OMGs para cubrir su demanda de determinados alimentos básicos en producción animal. Por ejemplo, es el segundo mayor importador de soja del mundo, con el 47% de las importaciones mundiales de harina de soja (entre 32 y 34 millones de toneladas al año).
España tiene una importante agroindustria que necesita materias primas para mantener sus producciones ganaderas, generadoras de desarrollo económico y riqueza en el medio rural.
Es uno de los principales importadores de productos de soja (habas y harina) de la UE, con un total de 5,3 millones de toneladas anuales importadas, (entre el 17% y el 18% del total comunitario).
La propuesta de la CE va contra el impulso a la innovación y al desarrollo tecnológico que la Unión Europea proclama que son pilares de su actividad agroalimentaria.
De aprobarse, la UE dependería aún más de las importaciones de alimentos producidos con las materias primas que en nuestro territorio no estarían autorizados.
Prohibir la entrada de ingredientes para la producción de alimentos sin que existan riesgos para la seguridad animal o humana o para el medio ambiente contraviene los acuerdos suscritos por la UE en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Por eso la CE plantea directamente que los Estados miembros puedan prohibir su empleo una vez autorizados por la Comisión.
En este contexto nace la Plataforma ALIMENTOS CONCIENCIA, que reúne a entidades del sector agroalimentario para exigir que la UE tome decisiones legislativas en esta materia apoyándose en bases científicas.
El grupo considera que la propuesta de la CE es demagógica y pide que se aplique la legislación vigente y que todos los OMGs que superen la evaluación de riesgos realizada por la Autoridad competente de la UE (EFSA) sean autorizados sin retrasos injustificados. La Plataforma solicita que España se oponga firmemente a la propuesta de la Comisión, ya que responde a intereses políticos y atenta contra el mercado único.
La posición de la Plataforma y de muchos sectores agroalimentarios ha sido expuesta en la Jornada organizada hoy en el Ministerio de Agricultura con el título ‘¿Está en riesgo la disponibilidad de alimentos en la Unión Europea?’. Productores agrícolas y ganaderos, junto a fabricantes de alimentos para animales, y responsables del comercio de materias primas han mostrado su preocupación por la iniciativa que la Comisión presentó el pasado 22 de abril.
También han participado en la misma la Subdirección General de Medios de Producción Agrícolas y Oficina Española de Variedades Vegetales del Ministerio de Agricultura y el investigador D. Francisco Areal, de la Universidad de Reading (Reino Unido) que ha presentado las conclusiones de su estudio titulado ‘Soja modificada genéticamente: una materia prima insustituible en la UE. Evaluación de alternativas e impacto económico para la industria de piensos y para el sector ganadero en España’. En él cuantifica que la importación española de soja MG entre 2000 y 2014 supuso un ahorro de casi 55.000 millones de euros, frente a lo que hubiera costado la importación de soja convencional.
Durante la Jornada, la portavoz de la Plataforma, Mar Fernández, afirmó que ‘la Unión Europea pretende ser una isla en materia de OMGs en un mundo globalizado que cada vez necesita producir más alimentos, y emplea para ello las tecnologías contrastadas disponibles.
Europa está impidiendo a los productores producir en las mismas condiciones que nuestros competidores en el mercado global, lo que afecta también a los consumidores por su impacto en el abastecimiento.
La propuesta de la CE nos coloca en una situación de inseguridad jurídica que rompería las bases del mercado único, con graves consecuencias para la cadena de producción ganadera y alimentaria, especialmente en España’.
La Plataforma ALIMENTOS CONCIENCIA trabajará por defender la importancia de la ciencia y la innovación como pilares para el desarrollo de la producción agroalimentaria, así como la necesidad de que las instituciones aseguren la continuidad de la producción agroalimentaria como fuente sostenible de alimentos.