La evaluación del impacto del uso de la sustancia activa glifosato en la salud de las personas, los animales y el medio ambiente no ha identificado áreas de preocupación críticas, según concluye la Agencia Europea de Salud y Seguridad Alimentaria (EFSA/AESA).
No obstante, esta agencia sí ha identificado algunas lagunas de datos, recogidas en las conclusiones de la EFSA como cuestiones que no han podido concluirse o cuestiones pendientes – para que la Comisión Europea y los Estados miembros las tengan en cuenta en la siguiente fase del proceso de renovación del uso de este herbicida.
No obstante, esta agencia sí ha identificado algunas lagunas de datos, recogidas en las conclusiones de la EFSA como cuestiones que no han podido concluirse o cuestiones pendientes – para que la Comisión Europea y los Estados miembros las tengan en cuenta en la siguiente fase del proceso de renovación del uso de este herbicida.
Estas son las principales conclusiones de la revisión por pares de la EFSA de la evaluación de riesgos del glifosato, llevada a cabo por las autoridades de cuatro Estados miembros (que actúan conjuntamente como “Estados miembros ponentes”).
La EFSA no ha identificado ningún ámbito de preocupación crítico en su revisión por pares de la evaluación de riesgos de la sustancia activa glifosato, en relación con el riesgo que representa para los seres humanos, los animales o el medio ambiente.
La AESA aclara que una preocupación se define como crítica cuando afecta a todos los usos propuestos de la sustancia activa que son objeto de evaluación (por ejemplo, usos previos a la siembra, usos posteriores a la cosecha, etc.), impidiendo su renovación o aprobación.
En 2022, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) llevó a cabo una evaluación del peligro del glifosato y concluyó que no cumplía los criterios científicos para ser clasificado como sustancia carcinógena, mutágena o tóxica para la reproducción.
La EFSA ha utilizado la clasificación de peligros de la ECHA a efectos de la evaluación de riesgos de la UE sobre el glifosato.
En los casos en que se detectan lagunas en los datos, se notifican en las conclusiones de la EFSA como cuestiones que no han podido concluirse o como cuestiones pendientes.
Entre las cuestiones que no han podido concluirse figuran la evaluación de una de las impurezas del glifosato, la evaluación del riesgo alimentario para los consumidores y la evaluación de los riesgos para las plantas acuáticas.
Entre las cuestiones pendientes se incluye, entre otras, la falta de información sobre la toxicidad de uno de los componentes presentes en la formulación del plaguicida a base de glifosato sometida a evaluación, que es necesaria para concluir la evaluación del riesgo de la formulación para usos representativos. Para esta formulación no hay indicaciones de toxicidad aguda o genotoxicidad y de capacidad de dañar material genético.
Respecto a la biodiversidad, los expertos han reconocido que los riesgos asociados a los usos representativos del glifosato son complejos y dependen de múltiples factores, al tiempo que han echado en falta la armonización de metodologías y objetivos de protección específicos acordados a nivel internacional.
En general, la información disponible no permite extraer conclusiones firmes sobre este aspecto de la evaluación del riesgo y los gestores del riesgo pueden considerar medidas de mitigación.
Con respecto a la ecotoxicología, el conjunto de datos ha permitido adoptar un enfoque conservador en la evaluación de riesgos, la cual ha identificado un alto riesgo a largo plazo para mamíferos en 12 de los 23 usos propuestos del glifosato.
“La evaluación del riesgo y la revisión por pares del glifosato representan el trabajo de decenas de científicos de la EFSA y de los Estados miembros, en un proceso que ha durado más de tres años. Se basa en una evaluación de muchos miles de estudios y artículos científicos, y también incorpora valiosas aportaciones recopiladas durante la consulta pública”, afirmó el jefe del Departamento de las evaluaciones de riesgo de la EFSA, Guilhem de Seze.
Como es conocido, el glifosato es una sustancia química utilizada en una serie de productos herbicidas y su uso en Europa está sujeto a una regulación estricta.
El uso del glifosato está actualmente autorizado en la UE hasta el 15 de diciembre de 2023. La evaluación del riesgo por parte de los Estados miembros y la posterior revisión por pares de la EFSA se han llevado a cabo como parte del proceso jurídico para renovar la aprobación de su uso en Europa.
La EFSA destaca que sus conclusiones sobre la revisión por pares de la evaluación del riesgo del glifosato se han compartido con la Comisión Europea y los Estados miembros para que puedan fundamentar la decisión que adoptarán sobre si mantener el glifosato en la lista de la UE de sustancias activas autorizadas de fitosanitarios.
Antes de su publicación, la EFSA tiene la obligación legal de garantizar que todos los contenidos cumplan las normas sobre protección de datos personales y confidencialidad.
Al igual que en todas las revisiones por pares de sustancias activas de plaguicidas, y de acuerdo con la legislación de la UE en materia de plaguicidas, la EFSA facilita los materiales destinados a la publicación al solicitante, que tiene derecho a solicitar la confidencialidad de los elementos relativos a los datos personales o la información sensible desde el punto de vista comercial.
Los solicitantes no pueden solicitar cambios en las conclusiones o en la propia evaluación ni presentar información adicional.
En cuanto finalice este proceso, la EFSA publicará íntegramente en su sitio web sus conclusiones y todos los documentos de referencia relacionados con la revisión por pares y la evaluación del riesgo.
Se espera que las conclusiones se publiquen a finales de julio de 2023 y que los documentos de referencia, que ascienden a varios miles de páginas, se publiquen entre finales de agosto y mediados de octubre de 2023.
El COPA-Cogeca, la organización que defiende los intereses de los productores agrarios de la UE y de sus cooperativas se pregunta, si tras el anuncio de evaluación del riesgo del glifosato, la Comisión Europea la aceptará o seguirá a los activistas en sus campañas de comunicación contrarias al uso de esta sustancia activa.
Esta organización indica que, respecto al herbicida más publicitado, hay ruido mediático, pero también tiempo para la ciencia. Así, afirma que los agricultores y las cooperativas agrícolas de la UE han apoyado siempre el enfoque de evaluación de riesgos basado en la ciencia, adoptado por la EFSA. Y, sobre las sustancias activas para los productos fitosanitarios, siempre tiene como objetivo garantizar la máxima protección de la salud humana, animal y ambiental.
Por tanto, el COPA-Cogeca acoge con satisfacción la conclusión preliminar de la evaluación de riesgos de la EFSA sobre el glifosato.
Para esta organización, “en un momento en que la Unión Europea debe pronunciarse sobre la reautorización del herbicida, la cuestión política es clara: ¿vamos a seguir las recomendaciones de la EFSA o vamos a ceder a las campañas de comunicación y a las iniciativas ciudadanas europeas que son alimentadas por narrativas que contradicen a la ciencia?”
En este sentido, añade el COPA-Cogeca, “siempre insistiremos en que los productores europeos deben estar equipados con la caja de herramientas adecuada, desarrollada junto con los últimos avances científicos.”
Como recordatorio, concluye esta organización, el glifosato es un herbicida clave que se utiliza para combatir las malezas que compiten con los cultivos cultivados o que actúan como huéspedes de plagas y enfermedades.
Además, no se utiliza en cultivos, sino entre cultivos, principalmente en cubierta vegetal, lo que permite mantener los cultivos de cobertura evitando una labranza excesiva.