La FAO estima que lácteos y cereales impulsaron al alza los precios mundiales alimentarios en febrero

La tendencia alcista de los precios mundiales de los principales cereales y los productos lácteos compensó con creces un descenso de precios de los aceites vegetales, lo que hizo que las cotizaciones de los alimentos básicos subieran en febrero a nivel mundial.

La FAO estima que lácteos y cereales impulsaron al alza los precios mundiales alimentarios en febrero

El índice de precios de los alimentos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (www.fao.org) alcanzó una media de 170,8 puntos en febrero, un 1,1% más que el mes anterior y tan solo un 2,7% menos que hace un año.

El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales que hace el seguimiento de los precios internacionales de los cinco grupos principales de alimentos básicos.

El índice de precios de los cereales -que comprende trigo, arroz y los principales cereales secundarios, incluido el maíz-, subió un 2,5%, registrando su segundo aumento mensual consecutivo, debido a una meteorología desfavorable que perjudicó las perspectivas de cosechas para el trigo de invierno en los Estados Unidos y para el maíz en Argentina.

La FAO redujo además sus proyecciones para las cosechas de trigo de este año en todo el mundo, a la vez que señaló que los inventarios podrían para alcanzar un nivel récord.

Por su parte, el índice de precios de los productos lácteos subió un 6,2% en febrero, con incrementos de las cotizaciones internacionales de mantequilla, queso y leche en polvo entera y desnatada. La gran demanda global y una producción láctea inferior a la esperada en Nueva Zelanda impulsaron esta alza.

A su vez, el índice de precios de la carne se mantuvo prácticamente invariable, con los precios la carne de aves de corral bajando por cuarto mes consecutivo, lo que compensó un aumento en los de carne de bovino.

En cambio, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO disminuyó a su vez un 3,1%, hasta alcanzar su nivel más bajo en 19 meses, en medio de las perspectivas de un mayor excedente de producción mundial este año.

Los precios del aceite de palma sufrieron las mayores caídas, reflejando un aumento de los inventarios en Malasia e Indonesia, mientras que las expectativas de un récord en la trituración de soja en los EEUU lastraron las cotizaciones de esta leguminosa.

Por último, el índice de precios del azúcar de la FAO disminuyó un 3,4%, alcanzando un mínimo de dos años, ya que importantes productores como Tailandia y la India continuaron ampliando su producción y los agentes del mercado se preparan para un fuerte incremento de la misma en la Unión Europea, debido a unas mayores siembras tras la eliminación el año pasado de las cuotas de producción.

http://www.fao.org/worldfoodsituation/foodpricesindex/es

Niveles récord de existencias

Por otro lado, las condiciones mundiales de suministro para los principales cereales siguen siendo favorables y la FAO elevó su previsión para los niveles de existencias de final de temporada en 14 millones de toneladas.

Las existencias mundiales de trigo y cereales secundarios alcanzarán niveles récord en la campaña comercial actual, con 272,7 millones y 309,8 millones de toneladas, respectivamente, según la Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales,

Con la recolección de las cosechas de cereales de la campaña 2017/18 casi terminada, la FAO elevó su estimación mundial de la producción de cereales a 2 642 millones de toneladas, tras la revisión al alza de los cereales secundarios, como el maíz en Australia y África oriental y occidental.

La producción de arroz podría haber alcanzado 502,2 Mt en 2017, un máximo histórico. 

La FAO emitió también su primer pronóstico para la producción mundial de trigo en 2018, con 744 millones de toneladas. Si bien está por encima del promedio, representaría un segundo descenso anual, reflejando menores rendimientos previstos en la Unión Europea y la Federación de Rusia.

La meteorología desfavorable en Sudamérica y África austral, junto con una contracción esperada en las siembras, apunta por su lado a una posible disminución de la producción de maíz en el Hemisferio Sur.

http://www.fao.org/worldfoodsituation/csdb/es/

 

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