La producción de piensos compuestos de la Unión Europea cae un 2% en el último año
La UE cierra 2023 con una producción de piensos compuestos de 144,3 millones de toneladas, lo que supone una disminución del 2% frente a los datos de 2022, según las previsiones de datos proporcionadas por los miembros de la Federación Europea de Fabricantes de Piensos Compuestos (FEFAC). En el caso de España esta reducción ha sido del 3,3%.
Esta caída atiende, según FEFAC; a las continuas presiones políticas y de gestión de crisis de mercado y una creciente demanda de proporcionar soluciones de piensos sostenibles para abordar la dinámica del mercado y las consideraciones regulatorias.
Estas tendencias son una respuesta a los impactos adversos del cambio climático (sequías e inundaciones) y las enfermedades animales como la influenza aviar y la peste porcina africana en el suministro de materias primas. Asimismo, políticas nacionales que van desde objetivos de reducción de gases de efecto invernadero hasta regulaciones sobre emisiones de nitratos han contribuido a estos cambios.
Además, los cambios en los métodos de producción, así como la reducción o la variación de la demanda debido a los cambios en las preferencias de los consumidores (el impacto de la inflación de los precios de los alimentos), están afectando a la producción de piensos compuestos de forma diferente en los distintos Estados miembros. Mientras que países como Alemania, Irlanda, Dinamarca y Hungría han experimentando una disminución de aproximadamente el 5% en la producción de piensos, otros países como Austria, Bulgaria, Italia y Rumanía registran discretos incrementos.
Al igual que en 2022, el sector de piensos para ganado porcino se vio más gravemente afectado en 2023, experimentando una nueva disminución de casi 2,5 millones de toneladas. España, el mayor productor de piensos para cerdos de la UE, perdió 800.000 toneladas de producción debido al cambio de preferencias de los consumidores (inflación de los precios de los alimentos) y la pérdida de mercados de exportación. Otros casos destacables son el de Alemania que experimentó una reducción en la producción de carne de porcino debido a la pérdida de mercados de exportación asiáticos y fue blanco de campañas mediáticas negativas, o Dinamarca que registró una caída del 13,6% en la producción de carne de porcino en 2023.
La producción de piensos compuestos para avicultura en 2023 mostró una tendencia más positiva, con un aumento de 0,9 millones de toneladas en comparación con 2022, ya que algunos países se estaban recuperando de los impactos de la influenza aviar en 2022. Sin embargo, tanto Hungría como la República Checa disminuyeron su producción de piensos, debido a un descenso en la producción de broilers.
La producción de piensos para vacuno de carne en 2023 experimentó una disminución de 0,8 millones de toneladas en comparación con 2022. Al igual que España, Portugal enfrentó problemas de escasez de agua que provocaron el cierre de explotaciones. Desafíos como los bajos precios de la leche y las enfermedades del ganado afectaron aún más a la industria. En cambio, los ganaderos de la República Checa y otros países de Europa central y sudoriental se beneficiaron de un crecimiento suficiente del pasto, lo que conllevó a una caída en la demanda de piensos industriales para el ganado.
En cuanto a las perspectivas de la demanda de piensos compuestos en 2024, el escenario sigue siendo incierto. Según destacan desde FEFAC, factores clave, como el impacto de las enfermedades animales, la incertidumbre económica, la persistente inflación alta de los precios de los alimentos, las continuas irregularidades climáticas y el aumento de las importaciones de productos cárnicos de aves de Ucrania, están afectando la producción local.
Los fabricantes europeos también esperan que la influencia de las políticas verdes y de bienestar animal afecten negativamente a las perspectivas del mercado para la producción ganadera y de piensos, aunque los costEs de las materias primas clave, principalmente los cereales forrajeros, han vuelto a caer a los niveles anteriores a la invasión rusa de Ucrania.