Las previsiones de rendimiento para los cultivos de invierno de la UE se revisan ligeramente por ahora a la baja, debido a las condiciones más secas de lo habitual en la mayor parte de Europa.
Según el Boletín MARS, de seguimiento de los cultivos en Europa de este mes de mayo, las condiciones meteorológicas observadas durante el periodo de revisión -del 1 de abril al 15 de mayo- se caracterizaron por ser más secas de lo habitual en la mayor parte de Europa, con efectos negativos en el balance hídrico climático.
Por tanto, dicho informe no recoge aún la falta de precipitaciones que también está caracterizando a esta segunda quincena del mes, con la excepción de algunas tormentas muy puntuales y localizadas, que también han provocado algunos daños sobre los cultivos.
Ante esto, las previsiones de rendimiento de los cultivos de invierno se han revisado ligeramente a la baja en toda la UE, pero se mantienen por encima de la media de los últimos cinco años.
Así, en trigo, la organización MARS (JRC) revisó a la baja su estimación sobre los rendimientos futuros del trigo en la UE hasta 5,89 t/ha, desde las 5,95 t/ha estimadas en abril.
En cebada de invierno, el rendimiento se estima ahora en 5,78 t/ha, frente a las 5,79 t/ha del mes pasado y en la de primavera, en 4,18 t/ha, frente a 4,31t/ha.
En colza, el rendimiento estimado pasa a 3,17 t/ha, frente a 3,19 t/ha de abril; en maíz, el futuro baja de 7,92 t/ha a 7,91 t/ha
Déficit de lluvias
El MARS observa un pronunciado déficit de lluvias en importantes zonas productoras de Francia, los países del Benelux, Reino Unido, Dinamarca, Alemania, Polonia, Eslovenia, Croacia, Rumanía, Bulgaria, Grecia, Turquía y Ucrania.
El consiguiente agotamiento gradual de las reservas de humedad del suelo tiene efectos negativos en los cultivos de invierno, señala dicho informe.
Hasta ahora, tales efectos han sido en su mayoría menores y reversibles. Sin embargo, en las próximas semanas serán necesarias precipitaciones importantes para mantener el potencial de rendimiento.
Las regiones más afectadas son aquellas en las que las temperaturas aceleraron el secado del suelo: el centro de Francia, el norte de Bulgaria, el sur y el este de Rumanía y el oeste de Ucrania.
En España, las zonas agrícolas centrales se han visto también afectadas por las altas temperaturas, lo que ha provocado un rápido agotamiento de la humedad del suelo, con repercusiones negativas en los cereales de invierno y la cebada de primavera.
Al respecto, el ministro de Agricultura, Luis Planas, estimó para la próxima campaña 2022/23 una cosecha de cereales “normal”, entre 21 y 23 millones de toneladas, aunque ya algunas organizaciones agrarias regionales han comenzado a reducir sus estimaciones de producción entre un 10% y un 30% respecto a la actual campaña.
Las condiciones de sequía en Italia se vieron mitigadas por las importantes precipitaciones de finales de abril. No obstante, se prevé que las altas temperaturas previstas a partir de mediados de mayo vuelvan a sumir a esas regiones en una dañina racha de sequía.
Según el Boletín MARS sobre Turquía, los cultivos de invierno en el país se caracterizan por un importante retraso en su desarrollo, debido al retraso en el inicio de la campaña de siembra en otoño y a las olas de frío en invierno y principios de primavera.
Esto ha dado lugar a una acumulación de biomasa inferior a la habitual. Estas condiciones son todavía recuperables, como ya ocurrió en el pasado, y no son un signo de bajo potencial de rendimiento.
Sin embargo, el desarrollo tardío aumenta el riesgo de reducción del rendimiento debido al estrés térmico durante la floración o el llenado del grano.
Boletín MARS Mayo 2022 [EN]: JRC127961_01