La Comisión ha rebajado en su último informe sus previsiones de cosecha de cereales de la campaña 2023/24 en la Unión Europea, iniciada el pasado sábado 1 de julio, estimándola ahora en 278,1 millones de toneladas, que aún es un 4,8% y 12,8 millones superior a la de la pasada campaña (265,3 Mt), pero que está un 0,9% por debajo de la media de las últimas cinco campañas.
En relación a sus estimaciones del pasado mes de mayo, el descenso es importante, de un 2,5% y de 7 millones de toneladas, ya que entonces estimaba 285,1 Mt, con recortes en todas las categorías de cereales, debido a que la sequía se ha cebado también con los rendimientos productivos en países del Centro y Este de Europa, caso de Alemania, además de la afección ya comentada y quizás más acusada que lo inicialmente previsto en la Península Ibérica.
En relación a sus estimaciones del pasado mes de mayo, el descenso es importante, de un 2,5% y de 7 millones de toneladas, ya que entonces estimaba 285,1 Mt, con recortes en todas las categorías de cereales, debido a que la sequía se ha cebado también con los rendimientos productivos en países del Centro y Este de Europa, caso de Alemania, además de la afección ya comentada y quizás más acusada que lo inicialmente previsto en la Península Ibérica.
Ante esta situación, no puede descartarse que este volumen de grano aún continúe reduciéndose en el informe que presente Bruselas a finales del presente mes.
La CE estima un área sembrada de cereales un 0,9% y unas 400.000 hectáreas por debajo de las de la campaña 2022/23, con 50,6 millones de hectáreas, frente a las 51 Mha de entonces, afectando a buena parte de los granos.
Así, en trigo blando, las siembras serían casi similares a las de la última campaña, con 21,9 Mha (-0,2%); en trigo duro, la CE estima ahora 2,1 Mha (-2,5%), en cebada, rebaja la previsión a 10,4 Mha, apenas un 0,8% más que en 2022/23; en maíz, donde se preveía una recuperación, recorta sus estimaciones hasta 8,4 Mha, un 4,9% y medio millón menos que en la campaña anterior; en centeno, 1,8 Mha, un 4,4% y unas 100.000 ha más, y en avena, 2,3 Mha, un 2,9% y unas 100.000 ha menos que entonces.
En cuanto a la producción esperada por tipos de cereales, en trigo blando, la CE prevé 128,8 millones de toneladas, un 2,5% y 3,2 millones más que en la campaña 2022/23, pero unos 2,6 millones menos que en lo estimado a finales de mayo.
Debido a esa mejor producción de trigo, la CE recorta también las existencias finales (a 30 de junio de 2024) en unos 3,5 Mt, hasta 20,5 millones, frente a un stock con el que habría acabado la campaña de 20,6 millones, es decir, unas 100.000 t más. Aún así, la producción de trigo en la UE-27 se mantiene un 3,7% por encima de la media del último lustro.
La CE mantiene, por ahora, sin cambios, el volumen de las exportaciones de trigo en unos 32 millones de toneladas, aunque hay cierta preocupación por el control que al parecer quiere ejercer Rusia en el comercio exterior de este cereal, ya que cuenta con una abundante oferta.
En trigo duro, las previsiones de cosecha de la UE en 2023/24 son de 7,2 Mt, con un aumento del 1,8% y de algo más de 100.000 t en relación a 2022/23, pero unas 200.000 t menos que lo estimado en mayo y un 5% por debajo también de la media del último quinquenio.
La CE prevé unas importaciones de este cereal, del que es dependiente, de unos 2,6Mt, una cifra que no cambia respecto al informe anterior y que, no obstante, estaría por encima de los 2 Mt importados en 2022/23.
Las existencias finales en “durum” se cifran en unas 269.000 toneladas, unas 125.000 más que en mayo.
En maíz, la CE preveía a finales de junio una producción de 63,7 millones de toneladas, un 0,6% y unas 400.000 t menos que en el mes anterior, pero aún así un 22,3% y 11,6 millones más que la floja cosecha (52,1 Mt) alcanzada en 2022/23. En relación a la media del último lustro, el descenso sería aún del 7,5%.
Bruselas mantiene sin cambios las importaciones comunitarias de este cereal grano en unos 17 Mt, pero sube las de la campaña 2022/23 hasta nada menos que 25,5 millones de toneladas.
Las previsiones en cebada son en este último informe de apenas 49,7 Mt, lo que supone un 4,4% y 2,3 millones menos que en el informe de mayo y un 3,6% y 1,8 millones menos que en la temporada anterior (51,5 Mt), así como un 5% menos que la media del quinquenio precedente.
Este importante recorte productivo, rebaja también de forma considerable, en casi un 25% y en 2 Mt la previsión de las existencias para final de campaña, desde los 8,12 Mt de mayo a 6,1 millones estimadas en junio.
Otras fuentes incluso dan estimaciones de producción de cereales en la UE-27 para la campaña 2023/24 inferiores a las de la Comisión Europea.
Así, Strategie Grains estimaba a 15 de junio una cosecha de 273,2 Mt (128,7 Mt de trigo blando; 7,7 Mt de trigo duro; 47,9 Mt de cebada; 61,2 Mt de maíz, y 7,6 Mt de centeno), mientras que el comercio (almacenistas) de Coceral, a 12 de junio, preveían un volumen parecido de 273,4 Mt (127,3 Mt de trigo blando; 7,6 Mt de trigo duro; 49,5 Mt de cebada; 61,1 Mt de maíz, y 7,3 Mt de centeno).
En conjunto, la CE estimaba un consumo de casi 256,5 Mt, de los que 156,55 millones irían a pienso; casi 59,6 millones a consumo humano; 29,7 Mt a uso industrial (casi 11,5 Mt a bioetanol/biofuel); prácticamente 9 Mt a semillas y casi 1,67 Mt se contabilizaban como pérdidas. Además, preveía una exportación en 2023/24 de 47,84 Mt y unos stocks de final de campaña de 50,34 Mt, unos 609.000 t menos que al inicio de la misma (20,53 Mt de trigo blando; 6,1 Mt de cebada; 260.000 t de trigo duro; 19,5 Mt de maíz; 890.000 t de centeno;774.000 t de avena;1,
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