Será el acuerdo comercial bilateral más importante que jamás haya celebrado la UE y, como tal, incluirá por primera vez un compromiso específico con respecto al acuerdo de París sobre el cambio climático.
La UE y Japón alcanzan un pacto político para lograr un Acuerdo de Asociación Económica
Para la UE y sus Estados miembros, el Acuerdo de Asociación Económica (AAE) eliminará la gran mayoría de los derechos o tasas arancelarias que pagan las empresas de la UE (que ascienden a 1 000 M€ cada año), abrirá el mercado japonés a exportaciones agrícolas clave de la Unión y aumentará las oportunidades en diversos sectores.
Este acuerdo establece las normas más estrictas sobre derechos de los trabajadores, seguridad y protección del medio ambiente y de los consumidores, protege plenamente los servicios públicos y contiene un capítulo específico sobre el desarrollo sostenible.
También se basa en las normas estrictas de protección de datos personales, y las refuerza, que tanto la UE como Japón han consagrado recientemente en su legislación en materia de protección de datos.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunciaron la celebración del principio de acuerdo durante la cumbre UE-Japón este jueves 6 de julio.
En palabras del presidente Juncker: «Hoy hemos llegado a un acuerdo de principio sobre un Acuerdo de Asociación Económica, cuyos efectos van mucho más allá de nuestras fronteras. Mediante este acuerdo, la UE y Japón defienden sus valores compartidos y se comprometen a las normas más estrictas en los ámbitos de los derechos de los trabajadores, la seguridad y la protección del medio ambiente o de los consumidores. Mediante la preparación de decisiones de adecuación mutua también nos comprometemos firmemente a defender el derecho fundamental de la protección de los datos. Juntos, estamos enviando un claro mensaje al mundo de que estamos a favor de un comercio abierto y justo. Por lo que a nosotros respecta, no hay ninguna protección en el proteccionismo. Solamente trabajando juntos podremos establecer normas ambiciosas a escala mundial. Este será el mensaje que la UE y Japón presentarán juntos en el G20 mañana.»
Por su parte, la comisaria Cecilia Malmström añadió que «este acuerdo tiene una enorme importancia económica, pero es también una manera de acercarnos. Estamos demostrando que la UE y Japón, que son unos socios democráticos y abiertos a escala mundial, creen en el libre comercio. Que creemos en la creación de puentes y no de muros. Al ser Japón la cuarta economía del mundo por su tamaño, con una gran demanda de productos europeos, es un acuerdo que ofrece un gran potencial para Europa. Esperamos un fuerte impulso de las exportaciones en muchos sectores de la economía de la UE.»
Phil Hogan, comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, declaró, por su parte que «se trata de una situación beneficiosa para ambas partes, pero de una gran victoria para la Europa rural. El Acuerdo de Asociación Económica UE-Japón es el acuerdo más importante y de mayor alcance jamás celebrado en agricultura. Hoy estamos estableciendo una nueva referencia para el comercio en el sector de la agricultura. Los aranceles aplicados a las exportaciones de vino desaparecerán desde el primer día de entrada en vigor. Para los productores de vino esto significa un ahorro de 134 millones de euros al año. Igualmente, el Tiroler Speck austríaco, la Münchener Bier alemana, el jamón de las Ardenas belga, el vodka polaco (Polska Wódka) así como más de otras 200 indicaciones geográficas de la UE disfrutarán ahora del mismo nivel de protección en Japón del que tienen en Europa.»
El Acuerdo de Asociación Económica incrementará las exportaciones de la UE y creará nuevas oportunidades para las empresas europeas, tanto grandes como pequeñas, así como para sus empleados y consumidores.
El valor de las exportaciones de la UE podría aumentar hasta en 20 000 M€, lo que significa más posibilidades y puestos de trabajo en numerosos sectores de la UE, como la agricultura y los productos alimentarios, el cuero, las prendas de vestir y el calzado, los productos farmacéuticos, los dispositivos médicos y otros.
Por lo que se refiere a las exportaciones agrícolas de la UE, el acuerdo:
– elimina los derechos que se aplican a numerosos quesos, como el Gouda y el Cheddar (que actualmente son del 29,8 %), así como a las exportaciones de vino (actualmente de una media del 15 %);
– permitirá a la UE incrementar sustancialmente sus exportaciones de carne de vacuno a Japón y, en lo que se refiere a la carne de cerdo, existirá un comercio libre de derechos para la carne transformada y casi libre de derechos para la carne fresca;
– garantiza la protección en Japón de más de 200 productos agrícolas europeos de alta calidad, lo que se conoce como indicaciones geográficas.
Asimismo, el acuerdo:
– abre los mercados de servicios, en particular los servicios financieros, el comercio electrónico, las telecomunicaciones y el transporte;
– garantiza a las empresas de la UE el acceso a los grandes mercados de contratación pública de Japón en 48 grandes ciudades, y elimina los obstáculos a la contratación en el sector ferroviario, que tiene una gran importancia económica, a nivel nacional;
– protege sectores económicos sensibles de la UE, por ejemplo el sector del automóvil, con períodos de transición antes de la apertura de los mercados.
El acuerdo también reforzará el liderazgo de Europa en la configuración de la globalización y las normas del comercio mundial con arreglo a nuestros valores fundamentales, y protegerá los intereses y las sensibilidades de la UE.
Al hacerlo, contribuye a hacer frente a algunos de los retos señalados en el documento de reflexión sobre el encauzamiento de la globalización presentado por la Comisión como parte del proceso del Libro Blanco.
Próximos pasos
El acuerdo alcanzado hoy abarca, en principio, la mayoría de los aspectos del Acuerdo de Asociación Económica. En algunos capítulos todavía es necesario resolver detalles técnicos; además, hay capítulos que se han quedado fuera del ámbito de aplicación del principio de acuerdo.
Por ejemplo, en materia de protección de las inversiones. La UE ha puesto sobre la mesa su Sistema de Tribunales de Inversiones reformado, y se pondrá en contacto con todos nuestros socios, incluido Japón, para trabajar en favor de la creación de un Tribunal Multilateral de Inversiones.
Otros ámbitos en los que se precisa seguir trabajando incluyen la cooperación en materia de regulación y los capítulos generales e institucionales.
Partiendo del acuerdo de principio alcanzado este jueves 6 de julio, los negociadores de las dos partes seguirán trabajando para resolver todos los asuntos técnicos pendientes y ultimar un texto definitivo del acuerdo antes de que finalice el año.
A continuación, la Comisión procederá a la verificación jurídica y la traducción del acuerdo a todas las lenguas oficiales de la UE, y lo someterá a la aprobación de los Estados miembros de la UE y del Parlamento Europeo.
En principio, este acuerdo político no supone el fin de las negociaciones, que deberán continuar para cerrar asuntos en los que las partes no han sido capaces de ponerse aún de acuerdo, como los mecanismos de que dispondrán los inversores para protegerse frente a la actuación de los Estados, entre otros.
No obstante, la Unión Europea y Japón esperan concluir la negociación y tener el acuerdo definitivo firmado antes de que concluya el presente año 2017. Una vez que esto suceda quedará cubierto directamente el 99 % del comercio bilateral entre ambos bloques.
Sector agroalimentario
El sector agroalimentario español será uno de los beneficiados por este nuevo acuerdo comercial entre la UE y Japón, ya que España tiene actualmente superávit en el comercio de alimentos y bebidas con el país asiático, con unas exportaciones crecientes, que se elevaron a 747 millones de euros en valor durante 2016.
Las exportaciones españolas al mercado japonés alcanzaron en conjunto un valor de 2.405,6 M€ en 2016, de las cuales un 26,6 % correspondieron a envíos agroalimentarios (640,4 millones) y un 4,4 % a bebidas (106,6 millones), según el Instituto español de Comercio Exterior (ICEX).
En cuanto a las importaciones, las compras a Japón alcanzaron 3.639,3 M€, de los que apenas 1,1 millones correspondieron a bebidas y 12 a productos agroalimentarios. España tiene, por tanto, superávit en el comercio agrícola y pesquero al mercado japonés, con un incremento del 14,5 % en 2016; en bebidas, las ventas crecieron un 3,2 %.
Además, si se analizan los primeros productos exportados por España al país asiático, el grupo de carne y despojos ocupa el segundo lugar (326,3 M€), solo superado por los productos químicos. El aceite de oliva fue el sexto producto español más exportado (118,79 millones) y el pescado el octavo (62,6 millones), con envíos como los de atún rojo.
En líneas generales, el sector agroalimentario europeo será el gran ganador del acuerdo, porque sus exportaciones podrán acceder al mercado nipón sin ningún tipo de arancel y, además, se trata de un país desarrollado donde tienen cabida los alimentos de más valor añadido.
Acogida favorable
El COPA-Cogeca, que defiende los intereses de la producción agraria y de las cooperativas de la Unión Europea, acogieron favorablemente el consenso político sobre el acuerdo comercial alcanzado entre la UE y Japón, haciendo hincapié en las repercusiones beneficiosas que no dejará de tener en los sectores ganaderos y vitícola.
El presidente del COPA, Martin Merrild, declaró que “es buena noticia para los productores comunitarios que se haya alcanzado este ambicioso acuerdo comercial. Creemos que la apertura del mercado japonés beneficiará en particular a los sectores europeos de la carne y de los productos lácteos, así como al vino y los productos transformados de alto valor.
También pensamos, añadió, que tendrá un impacto positivo en ambas economías, ya que compartimos el mismo objetivo, apuntando a asegurar una agricultura sostenible con productos alimentarios de alta calidad y seguros, suministrados por sendas explotaciones agrícolas familiares.
Por su parte, el presidente de la Cogeca, Thomas Magnusson, declaró igualmente que “nos alegramos de que Japón haya aceptado reconocer el sistema de indicaciones geográficas de la UE para proteger nuestros productos agroalimentarios de las imitaciones. Se han protegido hasta 205 productos.
Este acuerdo tampoco hará peligrar seriamente la propia producción alimentaria de Japón, añadió, basada en el mismo modelo de explotación familiar que en la UE. De hecho, el arroz – la principal preocupación de Japón – ha quedado completamente excluido del acuerdo. También se mandará así una señal positiva a nuestros socios comerciales para que se alcancen otros acuerdos comerciales equilibrados».
Con este acuerdo, los aranceles se irán reduciendo gradualmente para la carne de vacuno y el precio mínimo de entrada de la carne de porcino se irá desmantelado progresivamente.
También se liberará plenamente el comercio de los quesos de pasta dura y se incrementarán los contingentes arancelarios de los demás productos lácteos. En cuanto al vino, se liberará plenamente el mercado.
Vacuno de carne y huevos
Javier López, director de la Organización Interprofesional de Carne de Vacuno (Provacuno) señaló a la agencia EFEAgro que el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Japón es «muy positivo» para el sector español, porque se trata de un mercado «estratégico» al que aún no se ha llegado, y que cuenta con un alto poder adquisitivo, con poca superficie para producir, por lo que tiene que importar..
Para López, el país nipón es un destino «muy interesante», ya no sólo para la carne, sino también para otros derivados cárnicos, que no tienen el mismo valor en Europa.
También el sector productor e industrial español del huevo valoró dicho acuerdo de libre comercio, pues el país nipón es «uno de los principales» demandantes a nivel mundial de este producto, especialmente de ovoproductos en polvo, aseguró a la agencia EFEAgro, la directora de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo), Mar Fernández..
Aunque España «no es un gran productor» de huevo en polvo, Fernández subrayó la importancia de este acuerdo, porque permitiría una reacción en cadena en la demanda de este producto, que podría beneficiar al sector nacional y europeo.