La Comisión Europea ha rectificado y a partir del próximo año prohibirá el uso de un peligroso pesticida denominado acetato de guazatina en las importaciones de cítricos procedentes de terceros países, una prohibición que, sin embargo, Bruselas ya venía aplicando desde 2011 a las producciones citrícolas cultivadas en la Unión Europea.
La UE prohíbe el uso de acetato de guazatina en las importaciones de cítricos
Este cambio de postura responde a la reclamación formulada el pasado mes de diciembre por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) cuando denunció que resultaba “una paradoja sin sentido y un agravio comparativo” el hecho de que la UE prohibiese a los agricultores y operadores comerciales de su territorio el empleo de una sustancia activa alegando su elevada toxicidad y al mismo tiempo la tolerara a los países competidores en sus envíos de cítricos a Europa.
El nuevo reglamento comunitario 2015/1910, recién aprobado, equipara el límite máximo de residuos (LMR) del acetato de guazatina en todos los cítricos comercializados en el mercado europeo, independientemente del país de origen y lo sitúa en 0,05 miligramos por kilo, es decir, una cantidad indetectable y que equivale a decretar, de facto, la prohibición de la sustancia.
Terceros países como Sudáfrica, Marruecos, Egipto, Turquía, Brasil o Argentina que exportan cítricos a Europa pierden así la ventaja competitiva que suponía el uso de esta materia activa a la hora de realizar tratamientos más eficaces contra hongos.
Tal como ya adelantó AVA-ASAJA, esta igualdad de condiciones no se producía antes debido a determinadas maniobras políticas en el seno del Comité Fitosanitario Permanente de la Dirección General de Sanidad y Consumo (DG Sanco), las cuales permitieron imponer una prórroga para mantener a Sudáfrica –y por extensión al resto de países terceros– un límite máximo de residuos de guazatina de 5 miligramos por kilo e, incluso, se llegó a cuestionar por primera vez en esta institución la validez de un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que desaconsejaba el uso del acetato de guazatina al entender que la información disponible no permitía establecer que los residuos fijados en esos
niveles tan altos de 5 miligramos fuesen seguros para los consumidores europeos.