La UE y Estados Unidos reanudan el 22-F las negociaciones comerciales para avanzar en el TTIP

El desarrollo de las negociaciones entre la UE y Estados Unidos para la firma del acuerdo de libre comercio, denominado “Asociación Trasatlántica de Comercio e Inversión” (ATTIP)  está adquiriendo un gran interés para el sector de frutas y hortalizas español, que se enfrenta a crisis de mercado cada vez más frecuentes en la Unión Europea, según la patronal española del sector, FEPEX. La próxima ronda negociadora tendrá lugar en Bruselas del 22 al 26 de febrero y desde esta Federación se ha pedido a la Comisión Europea la necesidad de mejorar el acceso al mercado para el conjunto de las producciones españolas de frutas y hortalizas.

La UE y Estados Unidos reanudan el 22-F las negociaciones comerciales para avanzar en el TTIP

Las exportaciones de frutas y hortalizas frescas a EEUU representaron en 2015 apenas el 0.3% del total exportado por España, a pesar del gran potencial de este mercado, prácticamente cerrado por las medidas fitosanitarias y arancelarias que EEUU aplica a las importaciones españolas.

En 2015, FEPEX firmó un acuerdo de cooperación con el Servicio de Inspección de la Sanidad Vegetal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (APHIS) que incluye la exportación de albaricoque, constituyendo el trust fund para cubrir todos los gastos relacionados con los programas de inspección de los funcionarios americanos en España.

FEPEX prevé que en esta campaña se iniciarán las exportaciones de albaricoque a EEUU, que actualmente están prácticamente limitadas a determinados cítricos, caqui, ajo, cebolla y pimiento.

FEPEX considera que la apertura de nuevos grandes mercados, como Estados Unidos, Japón o China, cuyo protocolo para la exportación de fruta de hueso está en la última fase de negociación, según informa el MAGRAMA, ha adquirido una importancia estratégica para el futuro del sector, actualmente muy dependiente del mercado comunitario.

En la UE, el sector se enfrenta a múltiples retos, entre los que destacan las distorsiones provocadas por la creciente implantación de políticas comerciales de nacionalización de los mercados, el énfasis en las producciones locales con un impacto negativo sobre la demanda del consumo, la fuerte competencia de terceros países, etc.  Esta situación se ha agravado por el veto ruso a las importaciones de frutas y hortalizas procedentes de la UE y de Turquía.

La sostenibilidad económica y social del sector de frutas y hortalizas, que representa el 50% del empleo agrario,  depende de los mercados exteriores en los que realiza dos tercios de su facturación.

 

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