El Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea alcanzaron este miércoles 29 de noviembre un acuerdo político provisional para el establecimiento de nuevas normas que reduzcan las emisiones contaminantes de la industria en la UE, incluidas las que generan la ganadería intensiva de aves y porcino.
Para la vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que representa a la Presidencia española del Consejo de la UE en este segundo semestre del año, «estamos estableciendo normas más estrictas para abordar la contaminación en el origen, al mismo tiempo que mejoramos la presentación y la monitorización de las emisiones.»
Para la vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que representa a la Presidencia española del Consejo de la UE en este segundo semestre del año, «estamos estableciendo normas más estrictas para abordar la contaminación en el origen, al mismo tiempo que mejoramos la presentación y la monitorización de las emisiones.»
La Directiva de Emisiones Industriales (DEI) es el principal instrumento legal con que se dota la UE para regular la contaminación de instalaciones industriales y agroindustriales, que parten de emisiones a la atmósfera de sustancias, como óxidos de nitrógeno, amoniaco, mercurio, metano y dióxido de carbono, que deberán obtener permisos para su emisión de los Estados miembros, siembre que cumplan con los requisitos exigidos.
El acuerdo político provisional, que tendrá que validar formalmente el Consejo de la UE y el Pleno de la Eurocámara, tiene como objetivo «ofrecer una mejor protección a la salud humana y al medio ambiente, mediante la reducción de emisiones perjudiciales de instalaciones industriales en el aire, el agua y el suelo, así como a través de los vertidos de residuos, e incluye a las explotaciones o granjas ganaderas de cría intensiva de animales, en el aire, agua y suelo».
La DEI aportará también una «orientación clara a la industria sobre las inversiones adecuadas para reducir sus emisiones de manera efectiva».
La negociación de la revisión de la Directiva de Emisiones Industriales incluye, asimismo, un acuerdo para modernizar el portal de emisiones (E-PRTR), de forma que sea «más completo e integrado», un registro que afectará a los países de la UE, además de otros europeos , como Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza, Serbia y el Reino Unido, según el Consejo.
Este registro informático afecta a unas 35.000 instalaciones industriales, que abarcan 65 actividades económicas, y 91 sustancias contaminantes o aceleradoras del cambio climático como metales pesados, pesticidas, gases de efecto invernadero y toxinas.
Consejo y Parlamento Europeos acordaron ajustar ciertos umbrales para la cría intensiva de animales. Estos abarcan a las explotaciones intensivas con hasta 300 cabezas para cerdos y 280 para aves de corral (300 si son gallinas ponedoras) , así como 350 animales para granjas mixtas, con normas que se aplicarán de manera progresiva a partir de 2030 y empezando con las granjas más grandes.
El Consejo precisó que «las granjas extensivas y la cría de animales para uso doméstico quedarían excluidas del ámbito de la directiva.»
La DEI tampoco cubrirá las explotaciones de vacuno, lo que ha suscitado las críticas de organizaciones ecologistas como Greenpeace, que recordó que la cría de animales de granja es responsable del 54 % de las emisiones de metano, principalmente del vacuno.
Por otro lado, el acuerdo entre los colegisladores comunitarios también abarca «la extracción y tratamiento de minerales no energéticos producidos a escala industrial, como hierro, cobre, oro, níquel y platino» y abre la puerta a incluir otros minerales industriales si la Comisión Europea hace una propuesta en ese sentido.
El acuerdo contempla también una cláusula para que la Comisión revise y evalúe la implementación de la directiva cada cinco años, empezando en 2028, mientras que en 2026 el Ejecutivo comunitario tendrá que evaluar «la mejor manera de abordar las emisiones generadas por la cría de ganado y por los productos agrícolas comercializados en el mercado de la UE».
El pacto introduce también el concepto de «Valores Límite del Rendimiento Ambiental» (EPLV, por sus siglas en inglés), que deben «establecer las autoridades competentes en el permiso para autorizar el establecimiento y funcionamiento de instalaciones».
Los «rangos» de esos valores serán vinculantes para todos los recursos energéticos excepto el agua, que contará con «objetivos» vinculantes, y se aplicarán sólo de forma indicativa para las «técnicas emergentes».
Por otro lado, la revisión legislativa insta a los Estados miembros a establecer «sanciones efectivas, proporcionadas y disuasivas para aquellos que infrinjan las medidas adoptadas para implementar la directiva», multas que deben tener en cuenta «la gravedad y duración de la infracción, si es recurrente y las personas y el medio ambiente afectados.»
En el caso de las infracciones más graves, las sanciones deberán ser de «al menos el 3 % de la facturación anual del operador en la UE».
Los Estados miembros tendrán que velar también por que las personas tengan derecho a reclamar una compensación «cuando se haya producido un daño a su salud, como resultado de una violación de las normas nacionales de transposición de la directiva».
El Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) acogió con satisfacción el acuerdo entre el Parlamento y los Estados miembros de la UE de no considerar las explotaciones ganaderas familiares como plantas industriales.
«Queremos menos contaminación, pero más innovación. La nueva Directiva de Emisiones Industriales protegerá la Naturaleza, pero sin crear más papeleo para las empresas. Queremos reducir las emisiones industriales, pero queremos hacerlo junto con la industria, los agricultores y las PYME, no contra ellos.» afirmó el eurodiputado Radan Kanev, principal negociador del Parlamento Europeo sobre la DIE, después del acuerdo informal de esta mañana.
Según Kanev, «mantuvimos a las explotaciones ganaderas fuera del ámbito de aplicación de la Directiva sobre emisiones industriales. La Comisión Europea ahora debe realizar una nueva evaluación de impacto y comunicárselo de manera equilibrada y transparente a los agricultores, antes de regresar al Parlamento con una nueva propuesta legislativa sobre la inclusión del sector ganadero en la DEI, pues «necesitamos salvaguardias para los agricultores de la UE, la llamada «cláusula de reciprocidad o «claúsula espejo».
Dicha cláusula, según el Grupo PPE, debe garantizar que en el futuro los productos agrícolas y ganaderos importados cumplirán requisitos medioambientales comparables a los establecidos para los agricultores europeos en virtud de la citada Directiva sobre emisiones industriales.
COPA-Cogeca: el acuerdo provisional de la revisión de la DEI preocupa a los ganaderos europeos
Por su parte, el COPA-Cogeca, que defiende los intereses de los productores agrarios europeos y de sus cooperativas, señaló que «lejos de traer alivio, el acuerdo provisional al que llegaron Consejo y PE trae consigo un sentimiento de incomprensión y preocupación entre muchos ganaderos.»
Según esta organización, los negociadores, en particular del Parlamento Europeo, hicieron «enérgicos intentos» de modificar una propuesta de la Comisión Europea, que no tenía que ver con la realidad del sector ganadero sobre el terreno. Lograron excluir al ganado vacuno del ámbito de aplicación de la DEI (al menos por el momento).
Sin embargo, añadió el COPA-Cogeca, los colegisladores desestimaron las consecuencias que esto traerá para las granjas avícolas y porcinas, incluidas las granjas mixtas, que ahora han entrado en el ámbito de aplicación de la citada Directiva.
Esta organización añade que «las normas de aplicación se dejarían en manos de los Estados miembros, y ello podría dar lugar a un mayor fraccionamiento en la Unión Europea» y considera que «debería haberse eliminado del texto, especialmente teniendo en cuenta los desafíos asociados de su puesta en marcha (particularmente relevantes para las cooperativas).»
Por otro lado, las consideraciones sobre las cláusulas de reciprocidad (cláusulas «espejo») se quedaron orilladas, dejándolas para una posible revisión en 2028. Al respecto, el COPA-Cogeca se pregunta sobre «quién podrá explicar a las agricultores familiares de la UE que vamos a importar, gracias a la Agenda Comercial Europea, carne y huevos de empresas de países terceros, que no respetarán ninguna de las normas comunitarias de la Directiva de Emisiones Industriales.»
En caso de incumplimiento, añade esta organización, el texto aclara que la suspensión de actividades ganaderas no deberá suponer que se vea afectado el bienestar de los animales. Sin embargo, el COPA-Cogeca estima inaceptable pensar que las actividades podrían suspenderse, ya que perjudicaría la continuidad de las operaciones de crianza
De la misma manera, esta organización considera difícil entender que los ganaderos infractores puedan recibir multas equivalentes al 3% de su facturación anual. Algo que para el COPA-Cogeca será «extremadamente agotador para los pequeños y medianos agricultores familiares.
Por último, esta organización considera que «todavía quedan muchos detalles técnicos por analizar en esta fase de negociación para la renovación de la DEI, y las próximas semanas serán especialmente importantes antes de que el texto se devuelva al Consejo y al Parlamento Europeo, por lo que, añade el COPA-Cogca, «permaneceremos vigilantes.»