Las nuevas normas que obligan a los vinos y productos vitivinícolas aromatizados a comunicar la lista de ingredientes y la declaración nutricional, y que autorizan el uso de medios electrónicos (online), como el código QR para informar de los mismos, entraron en vigor el pasado viernes 8 de diciembre.
Al respecto, el Comité Europeo de Empresas Vinícolas (Comité Vins – CEEV), que defiende los intereses de la industria de transformación y el comercio vitivinícola de la UE, que ha venido dando su apoyo a esta nueva legislación, lamenta la incertidumbre de última hora y las preocupaciones generadas por las diferentes interpretaciones de estas nuevas normas.
Al respecto, el Comité Europeo de Empresas Vinícolas (Comité Vins – CEEV), que defiende los intereses de la industria de transformación y el comercio vitivinícola de la UE, que ha venido dando su apoyo a esta nueva legislación, lamenta la incertidumbre de última hora y las preocupaciones generadas por las diferentes interpretaciones de estas nuevas normas.
“Las empresas vinícolas nos apoyaron y se comprometieron plenamente a adaptar sus etiquetas a la nueva normativa lo antes posible e hicieron todo lo posible por prepararse a tiempo. Desgraciadamente, lo que hubiera sido una celebración se ha visto empañada por la incertidumbre sobre cómo etiquetar nuestros vinos para cumplir con el nuevo requisito relativo a la identificación por medios electrónicos y, sobre todo, qué hacer con los millones de etiquetas que ya estaban impresas” afirmó Mauricio González Gordon, presidente del CEEV.
Según González Gordon, “la incertidumbre es especialmente aguda para los vinos espumosos, ya que, debido a su método de producción, se verán afectados casi inmediatamente por la nueva legislación.”
La CEEV señala que, por un lado, de buena fe y en cumplimiento del Reglamento (UE) 2021/2117 y con toda la información oficial disponible, una gran mayoría de operadores vitivinícolas decidieron identificar los códigos QR con el símbolo ISO 2760 y no sólo cambiaron su material gráfico, sino que imprimieron cientos de millones de etiquetas.
Las empresas se enfrentan a diferentes y contradictorias interpretaciones sobre el etiquetado online del vino
Por otro, añade el Comité Vinos, «nos enfrentamos a interpretaciones diferentes y contradictorias de la Comisión, los Estados miembros y el Parlamento Europeo, mientras que el asesoramiento jurídico encargado por los operadores económicos del sector vitivinícola también plantea preguntas legítimas.
Estas interpretaciones diversas y contradictorias, según la CEEV, crean confusión e incertidumbre entre los operadores vitivinícolas y ponen en peligro el mercado único del vino de la UE.
Para Ignacio Sánchez Recarte, secretario general del CEEV, «en este contexto de incertidumbre, solicitamos a la Comisión Europea, a los Estados miembros y al Parlamento Europeo que trabajen conjuntamente para acordar una interpretación compartida y armonizada sobre la identificación del código QR y, mientras este trabajo se lleva a cabo, solicitamos la suspensión de la interpretación que se hace en las directrices de la Comisión sobre cómo debe identificarse el código QR en la etiqueta, y que las etiquetas con un código QR puedan ser utilizadas sin ser cuestionadas por las autoridades de control.”