Los ministros de Agricultura ven esencial garantizar la autonomía estratégica de la UE en la producción de proteínas
Los ministros de Agricultura federales y regionales belgas invitaron a sus colegas europeos a Bélgica para debatir sobre los alimentos, y especialmente las proteínas, como un sector estratégico para el futuro de Europa.
Las conclusiones preliminares de la reunión de ministros, celebrada en Limburgo este martes 9 de abril y que, sin duda, darán lugar a otros pasos, son que garantizar la autonomía estratégica en la producción de proteínas es esencial y será necesario adoptar medidas para aumentar la independencia de la UE en este sector.
Además, será necesario diversificar las fuentes de las proteínas, promover la producción en Europa y obtener más valor de los subproductos.
Los desafíos deberán abordarse de manera transversal e intersectorial, desde los productores hasta los consumidores y, tanto si se dedican a la producción de proteínas vegetales como animales, será crucial también garantizar que los sectores productores de la UE puedan beneficiarse de salidas comercialmente viables para sus productos.
Otra de las conclusiones es que la investigación y la innovación también desempeñarán un papel clave en el desarrollo del sector.
Y, por último, que las ayudas asociadas de la PAC constituirán un incentivo que contribuirá al desarrollo del cultivo de proteínas vegetales en relación con el cultivo de cereales.
¿Por qué trabajar en los alimentos y las proteínas como elementos estratégicos para el futuro de Europa?
Especialmente en el contexto de incertidumbres y tensiones geopolíticas, la Unión Europea quiere actuar de forma más independiente en ámbitos políticos estratégicos importantes. La alimentación puede considerarse uno de estos intereses estratégicos, con las proteínas como parte crucial de la misma.
Hoy en día, Europa depende (en gran medida) de las importaciones para sus fuentes de proteínas vegetales, tanto para el consumo animal como humano.
Esta dependencia de las importaciones no sólo tiene un impacto económico, sino también ambiental, climático (incluso a través del cambio de uso de la tierra en el país de origen) y sanitario.
Por estas razones, es deseable una autonomía estratégica más abierta en materia de proteínas a nivel europeo. Esto no puede lograrse a nivel de los Estados miembros, sino que debe lograrse y coordinarse a nivel europeo. La Unión Europea necesita un enfoque más estratégico de la política alimentaria.
Según el Consejo, “nuestros propios agricultores también pueden beneficiarse de la producción de proteínas vegetales (o nuevas) como fuente alternativa de ingresos. A tal fin, es fundamental abordar toda la cadena de proteínas en las estrategias políticas pertinentes (europeas, nacionales y regionales), con vistas a añadir valor a cada eslabón de la cadena, garantizando al mismo tiempo la igualdad de condiciones tanto dentro de la UE como con los socios comerciales de la UE.”
Los ministros europeos de Agricultura consideran que un enfoque interdisciplinario y a escala de todo el sistema es crucial para lograr la autonomía estratégica alimentaria abierta, lo que significa observar también la demanda de proteínas. Al fin y al cabo, todo comienza con la demanda (futura) del consumidor, tras lo cual toda la cadena de valor se basa en esta demanda para proporcionar una oferta suficiente.
Planas: “es oportuno actuar para una autonomía estratégica más abierta en la producción de proteína vegetal”
Al respecto, el ministro español de Agricultura, Luis Planas, expresó “la oportunidad que supone fijar líneas de actuación para una autonomía estrategia más abierta en la producción de proteína vegetal y desarrollar un sector agroalimentario más competitivo.”
Planas recordó que una de las prioridades de la Presidencia española del Consejo de la UE, en el segundo semestre de 2023, fue precisamente “impulsar esta autonomía para reducir la dependencia externa de materias primas y de productos esenciales, como los destinados a proveer las necesidades de proteína vegetal.”
En este sentido, sugirió “medidas como la de incrementar el grado de autoabastecimiento del conjunto de fuentes proteicas, a través del aumento de la producción comunitaria y la diversificación hacia otras fuentes de proteína para alimentación animal o la de priorizar la política comercial y la negociación de acuerdos con terceros países orientados al acceso a estos insumos.”
El ministro español señaló también “la importancia de mejorar los rendimientos de los cultivos proteicos e incentivar el consumo de legumbres como alimento básico de una dieta saludable. Con este objetivo, demandó en el Consejo que se establezcan apoyos específicos para desarrollar estos cultivos.”
Planas citó la innovación, inversión e investigación en mejora varietal como herramientas para avanzar en la diversificación de las proteínas y mejorar los rendimientos, añadiendo que “la mejora vegetal requiere de una apuesta clara por impulsar políticas comunitarias de I+D+i que propicien avances como las nuevas técnicas de edición genética. Un asunto que apoyamos ampliamente durante la Presidencia española del Consejo.”
Planas recordó que la nueva PAC cuenta ya con diferentes herramientas para favorecer su desarrollo, citando algún ejemplo práctico llevado a cabo por el Gobierno, como el reforzamiento de la ayuda asociada a los cultivos proteicos, con una partida anual de 51,25 M€ en el periodo 2023/27, un 18 % más frente al periodo anterior.