El sector productor comunitario de arroz, integrado en el COPA-Cogeca, pide a los negociadores del nuevo texto modificado sobre los Sistemas de Preferencias Arancelarias Generalizadas (SPG) que respalden la postura adoptada desde hace tiempo por el Parlamento Europeo en relación con el artículo 29 sobre los mecanismos automáticos de salvaguardia de las importaciones. Un artículo que debe desempeñar un papel fundamental para la supervivencia del cultivo de arroz en la Unión Europea.
Según los últimos datos del estudio del Centro Común de Investigación (JRC9 de la Comisión Europea sobre el impacto económico de los próximos acuerdos comerciales en la agricultura de la UE , publicado el pasado 22 de febrero, el arroz es uno de los sectores más amenazados por la agenda comercial de la UE.
Según los últimos datos del estudio del Centro Común de Investigación (JRC9 de la Comisión Europea sobre el impacto económico de los próximos acuerdos comerciales en la agricultura de la UE , publicado el pasado 22 de febrero, el arroz es uno de los sectores más amenazados por la agenda comercial de la UE.
El estudio, tanto para el escenario conservador como para el ambicioso, presenta un aumento de las importaciones procedentes de los diez Tratados de Libre Comercio considerados, de entre el 9,7% y el 19,8% para 2030, lo que subraya una vez más la sensibilidad y vulnerabilidad del sector productor de arroz comunitario.
Las importaciones de arroz procedentes de Camboya y Myanmar durante la campaña 2022/2023 ascendieron a 504.236 toneladas, con un aumento del 126% en comparación con la campaña 2020/2021 (cuando se aplicó la cláusula de salvaguardia), lo que permitió a ambos productores principales exportar 222.545 t de arroz a Europa.
La aplicación de este mecanismo automático, en lugar de obstaculizar las relaciones comerciales, sería una salvaguardia crucial para los agricultores y las cooperativas agrícolas europeas, según destaca esta organización de productores.
Al respecto y con vistas a un posible diálogo tripartito, el COPA-Cogeca subrayan la urgente necesidad de un sistema transparente y eficaz para proteger esta producción tradicional europea y piden al Parlamento Europeo que mantenga su apoyo de larga data al artículo 29, tal y como acordaron en su posición de larga plazo.
Esta organización señala que “el sector arrocero europeo no puede soportar más volúmenes de importaciones baratas. Sin medidas eficaces para proteger la producción comunitaria de arroz, la UE corre el riesgo de aumentar su dependencia de terceros países con normas de producción divergentes, lo que socavaría la resiliencia y la sostenibilidad de la producción de la UE.”
En este sentido, para el COPA-Cogeca, la inclusión de medidas de salvaguardia automáticas sobre las importaciones de arroz procedentes de los países TMA debería ser una condición vinculante para alcanzar un posible acuerdo provisional.
LA UNIÓ Llauradora denunció que, en apenas tres días, diversas empresas arroceras españolas y valencianas han importado de países asiáticos y descargado en sus almacenes valencianos alrededor de 36.000 toneladas de arroz, un tercio de la producción autóctona de la Comunidad Valenciana, que se sitúa en una franja de entre 100.00 y las 130.000 toneladas anuales.
Este hecho contrasta, añade esta organización agraria, con la situación que viven los arroceros valencianos, que comprueban cómo los almacenes están repletos de este cereal producido en la Comunidad Valenciana, que no tiene salida comercial ante la ralentización de las compras,
Al respecto, La Unión informó que el pasado lunes 11 de marzo descargó en el Puerto de Valencia otro barco con 11.000 t de arroz importado desde Myanmar (antigua Birmania), una mercancía que iba dirigida a la empresa Arroz La Fallera.
El buque, denominado SE MARINA, salió el pasado 15 de enero desde ese país del Sudeste asiático y el miércoles 13 de marzo estaba aún en las instalaciones del Puerto de Valencia.
Esta nueva entrada de arroz que denuncia LA UNIÓ se suma a la ya denunciada de la pasada semana en el Port de Sagunt ,con un barco que contenía 25.000 t de arroz procedente del Sudeste asiático e importado y distribuido por grandes empresas arroceras españolas y valencianas. Las empresas receptoras de ese primer envío eran La Fallera, Arroz SOS, Arroz Dacsa y ARCESA (La Perdiz).
Esta organización agraria que el sector productor de arroz de la Comunidad Valenciana decidirá en los próximos días, una vez pasadas las Fallas, la convocatoria de acciones de protesta ante esas empresas importadoras y distribuidoras.
“Los arroceros valencianos estamos hartos de esta situación, mientras las importaciones aumentan además por empresas de aquí, la campaña está parada con precios van a la baja y los costes de producción del cultivo siguen por las nubes, lo que se traduce en una merma importante de nuestra rentabilidad”, señaló este sindicato agrario que critica, ademásm estas importaciones por parte de grandes empresas que se jactan en algunos casos incluso de «valencianía», con anuncios, patrocinios e imágenes icónicas, pero que, a la mínima, optan por el arroz importado de otros países.
“Mientras nuestros almacenes están llenos, porque las grandes empresas arroceras no quieren pagar un precio digno y justo aquí por el arroz, con estas importaciones pretenden y consiguen presionar a la baja el precio del arroz local. Preferimos que dejen de alardear públicamente de una supuesta «valencianía» para vender más y apuesten verdaderamente por los arroces valencianos y por sus productores”, señala La Unió.
La organización agraria denuncia también que en los lineales de las tiendas y supermercados se detectan arroces de esas marcas, en los que no se especifica el origen de estos. Y añade que “hay que dar mayor transparencia a los consumidores, indicando de forma clara la procedencia del arroz y además los supermercados deberían ser los primeros en exigir a sus proveedores el origen y no solo el lugar de envasado y hacer una apuesta clara por el producto de proximidad y por las denominaciones de origen.”.
Estas importaciones provienen fundamentalmente de Malasia, Camboya y Myanmar, grandes países asiáticos productores, que no cumplen además con los estándares europeos de producción y de uso de los productos fitosanitarios.
Esta misma semana, precisamente, la Unión Europea restableció la cláusula de salvaguardia, mediante un reglamento publicado ayer en el Diario Oficial de la UE (DOUE), con aranceles aduaneros a las importaciones de arroz índica de Camboya y Myanmar, para paliar sus efectos sobre la producción comunitaria.
Estos aranceles se aplican desde este miércoles 13 de marzo, tras una investigación de la Comisión Europea en la que se indica que “el arroz de esos dos países asiáticos se importó a precios y volúmenes que provocaron dificultades considerables para la industria arrocera comunitaria.»
LA UNIÓ viene reiterando, por último, que es necesario establecer medidas de salvaguarda contra el arroz procedente de esos países y se confía en que esos nuevos aranceles sirvan para que las empresas desistan de su intención de comprar producto de fuera y opten por el autóctono, con el fin de que numerosas familias puedan vivir del cultivo y también para mantener el medio ambiente en el entorno del Parque Natural de La Albufera,
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