Los representantes europeos del sector citrícola se reunieron el pasado viernes 2 de marzo en Catania (Sicilia), principal región productora italiana, y acordaron trasladar a la Comisión Europea la preocupación por las amenazas fitosanitarias que se ciernes sobre las plantaciones citrícolas de la UE.
Más prevención y protección fitosanitaria, demandas del sector europeo de cítricos a Bruselas
En este encuentro participaron representantes de otras organizaciones españolas e italianas, así como responsables de los Ministerios de ambos países. Cirilo Arnandis, presidente del Grupo de Trabajo de Cítricos de Cooperativas Agro-alimentarias de España (www.agro-alimentarias.coop), calificó la modificación de la Directiva 2000/29, relativa a las medidas de protección contra la introducción en la UE de organismos nocivos para los vegetales o productos vegetales, como totalmente insuficiente e incoherente con los argumentos presentados por el propio sector, que fueron secundados, a su vez, por el Parlamento Europeo y avalados por opiniones científicas independientes.
Según este grupo, las 35 interceptaciones registradas durante el pasado 2017 en las importaciones citrícolas desde terceros países, -de las cuales 24 corresponden a Sudáfrica-, demuestran la amenaza que supone la entrada de fruta desde este país, incapaz de dar garantías de seguridad, pero sujeto a un nivel de control y precaución insuficiente a todas luces y a un trato condescendiente -e incomprensible- por parte de la UE.
Durante la reunión se realizó, además, un balance de la campaña citrícola y se intercambió información sobre la actual campaña de comercialización 2017/18. Al respecto, la delegación española señaló que, como consecuencia de la bajada de la producción (un 13% menor a la del año anterior) y de la buena calidad gustativa y de calibre, el mercado está teniendo un mejor comportamiento y el flujo de exportación no ha decaído en la primera mitad de la campaña.
Arnandis destacó el trabajo desarrollado por el Ministerio de Agricultura al aplicar y controlar el cumplimiento de la “Ley de la Cadena”, que está propiciando la reducción de la práctica de “venta a resultas”, generalizando las compras amparadas por un contrato y reduciendo los plazos de pago.
Los asistentes a la citada reunión expresaron también su deseo de que este tipo de regulación, que refuerza la posición de agricultor en el mercado, sea tomada como modelo en la UE, en el marco de los trabajos desarrollados por la Comisión, que deberán aportar una propuesta legislativa en los próximos meses.
Finalmente, los representantes del sector coincidieron en la necesidad de que la Unión Europea redoble sus esfuerzos para facilitar la apertura de nuevos mercados para la exportación hortofrutícola y el levantamiento de barreras arancelarias y fitosanitarias.
Así, criticaron que la responsabilidad de negociación de protocolos recae demasiado en los Estados miembros, los cuales, individualmente -país a país, producto a producto- tienen mucho menos poder negociador.