La Unió Llauradora de la Comunidad Valenciana denuncia que se triplican este año las interceptaciones de cítricos importados de Sudáfrica, con la enfermedad de la «mancha negra».
La Unió Llauradora denuncia que las interceptaciones de cítricos importados desde Sudáfrica a la Unión Europea con organismos nocivos a lo largo de este año se han triplicado con respecto al año anterior. De los 12 envíos rechazados hasta agosto en 2022 se ha pasado a los 37 de este año.
La Unió Llauradora denuncia que las interceptaciones de cítricos importados desde Sudáfrica a la Unión Europea con organismos nocivos a lo largo de este año se han triplicado con respecto al año anterior. De los 12 envíos rechazados hasta agosto en 2022 se ha pasado a los 37 de este año.
Este pasado mes de agosto los datos son realmente escandalosos, según esta organización agraria valenciana. Ha habido 11 interceptaciones procedentes de Sudáfrica, a las que hay que sumar 4 más de Zimbaue, país que también se encuentra incluido en el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y el África Meridional.
Cabe señalar además, añade La Unió, que todos los rechazos son de la Phyllosctita citricarpa, el hongo que provoca la temida enfermedad de la «mancha negra» de los cítricos.
La elevada detección de la enfermedad en cítricos de Sudáfrica pone en evidencia los fallos en el sistema de control en origen del país africano para evitar su salida y que, en consecuencia, no existen garantías que la fruta expedida proceda de zonas citrícolas libres de este tipo de plagas de cuarentena, ni que se haya hecho un buen control postcosecha.
Ante esta situación y el riesgo que entraña, La Unió solicita la suspensión automática de las importaciones procedentes de aquellos países terceros, como es el caso de Sudáfrica, que no pueden garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos, porque si entra una plaga ya no se puede erradicar y siempre son los mismos países los que encabezan el listado de las interceptaciones.
En este sentido, esta organización agraria recuerda que las detecciones de cítricos con presencia de la Phyllosticta citricarpa, así como de la polilla Thaumatotibia leucotreta, son una constante durante las últimas campañas y hay que prevenir que entre fruta con estas plagas en la citricultura europea.
Asimismo, insiste en la extensión del tratamiento de frío a las mandarinas para evitar la entrada de la «falsa polilla» y reforzar las medidas en origen para controlar enfermedades no presentes aún en la citricultura europea.
Egipto es otro de los países a vigilar en las importaciones de cítricos. Según La Unió, ha duplicado sus importaciones de cítricos a los mercados europeos.
Así, mientras que en 2022 exportó a la UE un total de 86.079 t, en 2023 fueron 179.012 toneladas. Y si circunscribimos el ámbito a España, en 2021 (no constan datos del pasado año) fueron 8.158 t las importadas de Egipto por las 15.806 t de este año.
En este sentido, la detección reciente de la «Mancha Negra» de los cítricos en naranjas procedentes de Egipto, junto a su irrupción en 2020 en Túnez y su posterior expansión, ponen de manifiesto su capacidad para adaptarse al clima mediterráneo y refleja el peligro de desarrollarse por parte de la principal enfermedad fúngica de los cítricos en todo el mundo, añade la organización agraria valenciana.
Por tanto, la Unió reclama al ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, que refuerce nuestras fronteras ante el peligro que supondría la posible entrada de la Mancha Negra que es cada vez más grande por el considerable aumento de las importaciones de cítricos desde Egipto.
“La importación de fruta fresca es una potencial vía de entrada. Estamos ante un riesgo muy elevado y más vale prevenir ahora que curar después. Su introducción podría conllevar una grave afección a una citricultura europea orientada al mercado en fresco y no a la industria del zumo, que es la única salida que tiene la fruta afectada por la «Mancha negra», por lo que las pérdidas y la desestabilización del sector citrícola europeo serían irreparables”, según señaló Carles Peris, secretario general de La Unió.
Peris insistió en la necesidad de reforzar la producción autóctona frente a las importaciones, al indicar que “las Administraciones deben apostar por salvaguardar los cítricos de aquí. Depender de las importaciones de otros países, cada vez más elevadas, es un claro riesgo para la entrada de enfermedades que podrían ser letales para el futuro de la citricultura europea y también implican un alto coste medioambiental”.