Las nuevas técnicas de edición genómica y la PAC, entre las prioridades de la Presidencia belga de la UE
Durante este primer semestre de año, Bélgica va a presidir del Consejo de la Unión Europea, y en área agrícola se marca dos objetivos: avanzar en una legislación que permita desarrollar las técnicas de edición genómica e iniciar una reflexión sobre la Política Agrícola Común (PAC) posterior a 2027.
La Directiva europea (2001/18) que regula el cultivo y comercialización de organismos genéticamente modificados (OMGs) no es adecuada para regular las nuevas técnicas de edición genómica de las plantas. Por este motivo, la Comisión presentó una propuesta para dotar a la UE de un marco normativo adaptado a las plantas creadas a partir de esas técnicas.
Esta propuesta establece dos categorías de plantas de nuevas técnicas de edición genómica: las de Categoría Uno, que englobaría las plantas cuyas modificaciones cumplen una serie de criterios para ser consideradas como equivalentes a las plantas convencionales, y las de la Categoría Dos (mutagénesis), que sustituye los métodos tradicionales (inducción química o radiación) para obtener mutaciones aleatorias por nuevas soluciones de ingeniería más rápidas y precisas, como CRISPR.
La última vez que la propuesta fue debatida a nivel de ministros fue el pasado diciembre y el texto de compromiso de España no obtuvo el respaldo necesario.
En declaraciones a la Federación Valona de Agricultura, recogidas por EFEAGRO, el ministro de agricultura belga, David Clarinval, considera que Europa «no puede ser el único continente en el mundo que no da a los agricultores las herramientas que les permitan ser más sostenibles por razones puramente dogmáticas». La presidencia trabajará este asunto a nivel técnico y la próxima reunión prevista para jueves y viernes de esta misma semana, abordará el tema de las patentes.
Además de una primera evaluación de la PAC 2023-2027, Bélgica situará la transición energética y climática en el centro de sus prioridades. Para reducir las vulnerabilidades al cambio climático, la Presidencia belga se esforzará por mejorar la economía circular y las capacidades de adaptación y preparación de la Unión. También promoverá la gestión sostenible del agua.