En la votación de los países miembros de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu Dongyu recibió un total de 168 de los 182 votos depositados.
Nominado por China, Qu fue el único candidato al puesto de director general en las elecciones de este 3 de julio, el segundo día de la 43ª Conferencia de la FAO, que llegará hasta el 7 de julio. Su nuevo mandato se extenderá desde el 1 de agosto de 2023 hasta el 31 de julio de 2027.
Nominado por China, Qu fue el único candidato al puesto de director general en las elecciones de este 3 de julio, el segundo día de la 43ª Conferencia de la FAO, que llegará hasta el 7 de julio. Su nuevo mandato se extenderá desde el 1 de agosto de 2023 hasta el 31 de julio de 2027.
Según cita la propia organización, desde que fue elegido director general de la FAO por primera vez en 2019, Qu ha liderado una amplia gama de reformas e iniciativas para revisar el modelo de actuación de la FAO, mejorando la eficiencia e implementando las mejores prácticas que respaldan la eficacia administrativa y del programa.
La transparencia, la visibilidad y la reputación de la FAO continuaron aumentando en los últimos cuatro años, en medio de importantes desafíos mundiales como la pandemia de COVID-19, la guerra en Ucrania y otros conflictos prolongados, las recesiones económicas y la intensificación de la crisis climática.
Qu abogó firmemente por la transformación de los sistemas agroalimentarios para hacerlos más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles, con el objetivo final de ayudar a los países miembros a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y promover las cuatro mejoras: mejor producción, mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una mejor vida, sin dejar a nadie atrás.
Para ello, la FAO se ha centrado en impulsar la ciencia y la innovación y ha lanzado algunas iniciativas estratégicas importantes como, por ejemplo, La Iniciativa Hand-in-Hand, que apoya la implementación de programas ambiciosos dirigidos a nivel nacional para acelerar las transformaciones de los sistemas agroalimentarios.
Esta iniciativa utiliza análisis y modelos geoespaciales avanzados, así como una sólida creación de alianzas para aumentar los ingresos, mejorar el estado nutricional y el bienestar de las poblaciones pobres y vulnerables, y fortalecer la resiliencia al cambio climático.
Por otro lado, en la respuesta humanitaria y de emergencia, la FAO ha estado abogando por una mayor inversión en la creación de resiliencia a medio y largo plazo, la protección de los medios de vida y el apoyo a la reducción del riesgo de desastres junto con las acciones humanitarias, especialmente en contextos frágiles.
En este sentido, la organización ha intensificado su labor de prevención y anticipación con el fin de abordar las causas profundas de las crisis alimentarias.
Otro punto destacado del liderazgo de Qu fue la creación del Foro Mundial de la Alimentación (WFF, por sus siglas en inglés) en 2021.
En los últimos dos años, el WFF ha identificado ideas poderosas, conocimiento científico y basado en evidencia, innovaciones, políticas y soluciones, al mismo tiempo que ha forjado nuevas alianzas y oportunidades de inversión para transformar nuestros sistemas agroalimentarios.
El WFF seguirá ampliando su alcance en 2023 y establecerá una conexión clara con el tema de la acción climática, mientras que en octubre los eventos previstos volverán a abarcar tres pilares: el Foro Mundial de la Juventud , el Foro Mano a Mano de la FAO y el Foro de Ciencia e Innovación de la FAO .
El reelegido director general de la FAO hizo un llamamiento a aprovechar las oportunidades para transformar los sistemas agroalimentarios, instando a los miembros a reescribir la narrativa sobre la seguridad alimentaria y a abordar los cuatro factores clave: disponibilidad, accesibilidad, utilización y estabilidad.
En su discurso ante la Conferencia, QU Dongyu destacó que los sistemas agroalimentarios mundiales se enfrentan continuamente a impactos de diferentes dimensiones, y enfatizó que la FAO y sus miembros no solo deben centrarse en los desafíos, sino también “encontrar oportunidades y tomar medidas para avanzar”.
“¡Necesitamos comenzar la transformación!” Qu subrayó que los sistemas agroalimentarios deben volverse urgentemente más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles. Se necesitan acciones transformadoras y soluciones sólidas “para que podamos avanzar hacia un mundo de mejor producción, mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una mejor vida, sin dejar a nadie atrás.”
Por su parte, En el mensaje del Papa Francisco, leído por Monseñor Fernando Chica Arellano, Representante Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el Pontífice felicitó a QU Dongyu por su reelección y lo animó a seguir trabajando “para erradicar el flagelo del hambre en el mundo” , que avanza en lugar de retroceder”.
“Hoy muchos expertos dicen que la meta del “Hambre Cero” no se cumplirá”, dijo el Papa Francisco. “Permítanme decir que la incapacidad de cumplir con nuestras responsabilidades no debe llevarnos a alejarnos de nuestras intenciones originales”, añadió.
El director general centró su intervención en los conceptos que definen la seguridad alimentaria, destacando los impulsores clave de disponibilidad, accesibilidad, utilización y estabilidad.
La FAO desempeña un papel clave en varios factores interrelacionados con esos impulsores. Por ejemplo, Qu señaló que si bien el comercio de alimentos, tanto a nivel mundial como intrarregional, es esencial, a su vez se ve fomentado por la inocuidad de los alimentos, un área de trabajo clave para la organización.
Del mismo modo, señaló que apoyar la producción agrícola no alimentaria puede mejorar los ingresos rurales y, por lo tanto, el acceso a los alimentos para los agricultores, dijo, y señaló que trabajar para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos es fundamental para mejorar la utilización.
Reforzar la disponibilidad de alimentos adecuados ricos en micronutrientes, una misión claramente reflejada en los conceptos de Mejor Producción y Mejor Nutrición, implica proporcionar y aprovechar la ciencia, la innovación, las tecnologías y los conocimientos para acelerar la producción y renovar el enfoque en alimentos saludables, dijo el director general, quien añadió que “será fundamental potenciar la oferta de los diversos alimentos adquiridos para estos fines.”
La disponibilidad de alimentos también requiere asegurar el acceso a alimentos nutritivos en casos de emergencia, que es el foco del trabajo conjunto con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la corriente de Emergencias y Resiliencia de la FAO y el diseño adecuado de las reservas de alimentos de emergencia, dijo Qu.
El factor accesibilidad es uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos hoy, exacerbados por las tendencias de precios e ingresos que se han visto sacudidas por diversas crisis.
De particular preocupación, añadió Dongyu, es que el precio de venta de los productos alimenticios no sigue la tendencia decreciente del Índice de Precios de los Alimentos de la FAO durante los últimos 12 meses, en parte por las devaluaciones del tipo de cambio.
“Esto significa es que tenemos el problema de que los países más vulnerables que dependen de las importaciones enfrentan un aumento significativo en su factura de importación de alimentos, lo que está ejerciendo presión sobre su capacidad para acceder a los alimentos que necesitan”, señaló Qu.
La FAO está proponiendo mecanismos a medio y largo plazo para aumentar la resiliencia para que los países tengan los ingresos necesarios para esas necesidades, agregó, señalando la propuesta de la FAO para una Facilidad de Financiación de Importación de Alimentos en 2022, que fue asumido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte de su Ventana de Emergencia Alimentaria , que ha desembolsado 1.800 millones a seis países y recientemente se extendió hasta marzo de 2024.
En términos generales, la disponibilidad de alimentos es una cuestión de suministro de alimentos seguros y nutritivos, mientras que la accesibilidad es una cuestión de demanda y capacidad, dijo Qu. “Estos conceptos están interrelacionados, no son independientes entre sí” y en su conjunto están directamente relacionados con el concepto de una Vida Mejor, agregó.
Garantizar la estabilidad del suministro de alimentos consiste en asegurarse de que la disponibilidad, la accesibilidad y la utilización no se vean obstaculizadas por la escasez, las emergencias o las crisis repentinas.
“Aquí es donde un Mejor Medio Ambiente juega un papel fundamental”, dijo el director general, enfatizando la necesidad de hacer frente a los “shocks” climáticos, las temperaturas extremas, las plagas y enfermedades y los ciclos del agua.
Aumentar la resiliencia ante estos desafíos implica centrarse en la prevención, a través de sistemas de alerta temprana, el enfoque One Health y nuevas herramientas de seguros, fortaleciendo los amortiguadores que priorizan la productividad y aumentando las inversiones en todo el mundo para producir más con menos y, a la vez, diversificando la producción.
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