Ralentización de las exportaciones ucranianas de cereales tras la prórroga de la Iniciativa “Grain Black Sea”
Las exportaciones de cereales, oleaginosas y derivados procedentes de Ucrania se han ralentizado desde que la pasada semana se alcanzara un acuerdo para prorrogar la “Iniciativa de Grano del Mar Negro” (“Grain Black Sea Iniciative”) hasta poco más de mediados de marzo del próximo año 2023.
Fuentes ucranianas atribuyen parte de la culpa de esta ralentización a la lentitud y a las reticencias que impone Rusia a la hora de llevar a cabo las inspecciones de los cargueros y darles salida con mayor agilidad.
España ha sido, por ahora, el mayor importador de granos (cereales, girasol y derivados) desde Ucrania, a través del corredor humanitario abierto, con unas compras superiores ya a los 2 millones de toneladas, más del 15% del total.
Desde la prórroga del acuerdo, no habrían salido de los puertos ucranios más de cinco barcos al día de Ucrania, la mitad que en los meses anteriores, debido a factores, como la incertidumbre sobre si se prorrogaba o no dicho pacto; a unas condiciones meteorológicas poco favorables en Estambul y a las rotaciones del personal de inspección del cuatripartito (Ucrania, Rusia, Turquía y ONU) del Centro de Coordinación Conjunta (CCC), según Ismini Palla, portavoz de Naciones Unidas.
Por el momento, y desde que la iniciativa se puso en marcha en el pasado mes de julio se han podido exportar casi 12 millones de toneladas de cereales y otros granos oleaginosos y derivados alimenticios en unos 491 tránsitos marítimos.
La negociación para acelerar las inspecciones de los barcos, sin resultado por ahora
Entre el pasado 17 de noviembre y el 23 de noviembre partieron de puertos ucranios 27 buques, frente a los 36 de la semana anterior y los 38 que embarcaron del 27 de octubre al 2 de noviembre. Una semana después, entre el 3 y el 9 de noviembre, partieron solo 8 barcos, tras la breve suspensión de la participación de Rusia en dicho acuerdo, que llevó a ralentizar las inspecciones y los envíos.
La cola de espera para su inspección en aguas de Estambul está conformada ya por más de 110 barcos, incluidos algunos que llevan allí desde hace más de un mes, a pesar de los esfuerzos del CCC para acelerar y aumentar el número de inspecciones, sin resultado demasiado positivo, dada también las reticencias de Rusia para incrementar los tres equipos actuales de inspección, que son insuficientes.
Así, según el Centro de Coordinación, en los siete días transcurridos hasta el pasado miércoles 23 de noviembre se realizaron entre cero y seis inspecciones diarias, frente a las cinco u ocho de la semana anterior y las once de la precedente. Aunque se continúa discutiendo en dicho Centro para ver cómo se ajusta la planificación de las inspecciones de cara al invierno, con el fin de desplegar una capacidad suficiente para acelerar las actuaciones, por ahora no se ha logrado ningún avance.