El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró este pasado martes que su país está dispuesto a sustituir el grano ucraniano en todo el mundo, y se mostró dispuesto a regresar al Acuerdo del Mar Negro, al que su país renunció el día 17.
«Quiero asegurar que nuestro país está en posición de sustituir al grano ucraniano tanto a nivel comercial como de manera gratuita, más aún cuando, como informó el ministro (de Agricultura), esperamos una nueva cosecha récord», dijo Putin durante una reunión con el Gobierno, estimando en 156 millones las toneladas de cereal cosechadas por Rusia el pasado año, de las que 60 millones se exportaron, lo que incluye 48 toneladas de trigo.
«Quiero asegurar que nuestro país está en posición de sustituir al grano ucraniano tanto a nivel comercial como de manera gratuita, más aún cuando, como informó el ministro (de Agricultura), esperamos una nueva cosecha récord», dijo Putin durante una reunión con el Gobierno, estimando en 156 millones las toneladas de cereal cosechadas por Rusia el pasado año, de las que 60 millones se exportaron, lo que incluye 48 toneladas de trigo.
«El peso de Rusia en el mercado mundial de trigo es del 20%, mientras el de Ucrania es de menos del 5%. Estas cifras lo dicen todo. Es precisamente Rusia quien contribuye de manera colosal a la seguridad alimentaria global. Cualquier afirmación de que sólo el cereal ucraniano alimenta a los hambrientos en todo el mundo es una especulación y una mentira.»
Putin aseguró que Moscú habría demostrado una paciencia sin límites al prolongar una y otra vez el acuerdo de grano sin que se cumplieran las condiciones para la exportación de cereal y fertilizantes rusos y cifró en 1.200 millones de dólares las pérdidas registradas por los campesinos rusos debido a la reducción en un 30-40% del grano ruso en el mercado mundial, acusando a Occidente de torpedear su implementación y a sus corporaciones de beneficiarse de la iniciativa.
Con todo, Putin aseguró que su país está dispuesto a volver «inmediatamente» al acuerdo si se cumplen las condiciones que fueron acordadas hace un año en Estambul. Se trata, según Moscú, de la reconexión del banco agrícola ruso, Rosseljozbank, al SWIFT, el levantamiento de sanciones a repuestos para la maquinaria agrícola, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte, el descongelamiento de activos y la reanudación del funcionamiento de la tubería de amoníaco Togliatti-Odesa, que explotó el 5 de junio.
Por su parte, Ucrania acusó a Rusia de bombardear esta semana varias terminales de grano en la región de Odessa, acciones que incluyen el ataque contra un silo en el puerto de Chornomorsk con 60.000 toneladas de cereal destinado a la exportación.
En este sentido, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, ha advertido este jueves que los bombardeos por parte de Rusia del cereal almacenado en el puerto ucraniano de Odessa generará una «enorme crisis alimentaria en el mundo».
Borrell ha tildado de «barbárica» la actitud de las fuerzas rusas por los masivos ataques aéreos a la infraestructura del puerto de Odessa durante tres noches consecutivas, después de que Moscú se haya retirado unilateralmente del acuerdo pactado con la ONU para que Ucrania pudiera exportar su cereal.
«Más de 60.000 toneladas de grano han ardido. Así que no sólo se han retirado del acuerdo del grano sino que además lo están quemando», ha afirmado Borrell ante la prensa a su llegada a un Consejo de ministros de Exteriores de la UE, que hoy volverá a abordar su apoyo a Ucrania.
Según ha indicado, será necesario que la UE amplíe los llamados «carriles de solidaridad», las rutas a través de su territorio por las que está ayudando a Ucrania a exportar su cereal.
Potenciales objetivos militares
Rusia advirtió el pasado 14 de julio de que consideraba a partir de ese día a todos los barcos que se dirijan a puertos ucranianos a través del Mar Negro posibles transportistas de cargamento militar y por tanto potenciales objetivos bélicos.
«En relación con la terminación de la Iniciativa del Mar Negro y el cierre del corredor humanitario marítimo, a partir de las 21.00 GMT todos los barcos en ruta a los puertos ucranianos en aguas del Mar Negro serán considerados posibles portadores de cargamento militar«, señaló el Ministerio ruso de Defensa.
En consecuencia, los países a cuya bandera pertenezcan dichos barcos se considerarán involucrados en el conflicto de Ucrania del lado del régimen de Kiev, indicó en un comunicado, en el que se recalca que, además, varias áreas marítimas en las partes noroeste y sureste de las aguas internacionales del Mar Negro han sido declaradas temporalmente peligrosas para la navegación.