Como era de esperar, desde los servicios técnicos de la Comisión Europea, se han filtrado ya (¿de forma interesada para conocer reacciones previas?) los primeros textos sobre el borrador de propuesta de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) post-2020 que, en principio, se prevé que sea presentada oficialmente el martes 29 de mayo.
Se filtra el primer texto oficioso sobre la próxima reforma de la PAC post-2020
Los textos, que siguen en buena parte el guión base de la Comunicación sobre “El futuro de la agricultura y la alimentación en la UE”, destacan en algunos aspectos ya anunciados, como el establecimiento de un tope máximo de ayuda por explotación beneficiaria, teniendo en cuenta el empleo fijo o temporal (salarios y costes fiscales/ sociales), así como la estimación de los costes de las personas que, realizando tareas en la misma sin recibir un salario por ello, sí participen de sus resultados económicos, como puede ser la mano de obra familiar.
Ese tope o limitación se establece en este borrador inicial en 60.000 euros por explotación, aunque la cifra es solo indicativa y podría variar hacia arriba (sería lo más normal) o hacia abajo (menos posible) o incluso desaparecer del texto final, como sucedió ya en las anteriores reformas de la PAC, en las que se propuso esta medida para fomentar un reparto más equitativo de las ayudas comunitarias.
La propuesta incluye la figura del denominado «agricultor genuino», cuya traducción más propia sería la de «agricultor (o ganadero) profesional», teniendo en cuenta el grado de subsidiariedadque deja la CE, cada Estado miembro deberá definir y acotar, según las carácterísticas de su sector agrario, de la importancia de los ingresos sobre el total de ingresos totales del beneficio. Sin poder se excluyente, tendría carácter prioritario para poder acceder a determinadas ayudas.
Planes estratégicos
Asimismo, como también se estableció en la Comunicación, los Estados miembros tendrán la posibilidad de realizar trasvases entre el primer (pagos directos y mercados) al segundo pilar (apoyo a Desarrollo Rural) o, al contrario.
El borrador de texto contempla que todas las medidas de apoyo deberán recogerse en Planes Estratégicos nacionales, elaborados por cada Estado miembro, para todo el periodo 2021-2027, con el fin de cumplir con los objetivos que marcará la propia Comisión Europea. Por tanto, estas ayudas tendrían un componente finalista y su concesión vendría ligada o justificada al cumplimiento de determinados objetivos.
En este sentido, desarrolla el principio de subsidiariedad, dejando que los Estados miembros elaboren su plan de medidas de apoyo, en virtud de un “menú” comunitario, aunque manteniendo el carácter “común” del citado régimen y orientando tales medidas al cumplimiento de los objetivos prioritarios previstos.
En nuestro país, según señala UPA, estos planes estratégicos, podrían tener la dificulta añadida de las competencias territoriales o autonómicas, con el riesgo de llegar a tener 17 Planes Estratégicos, con criterios y ayudas diferentes. No obstante, de cara a Bruselas solo se permitiría un solo Plan Estratégico nacional, pero nadie descarta tales sub-planes estratégicos territoriales.
El Plan Estrategíco debe analizar la situación del sector agrario y establecer las medidas concretas con el find e lacanzar una serie de objetivos comunes, establecidos por la Comisión Europea. Estos objetivos se distribuyen en tres bloques: 1. Económicos, rentas, competitividad y cadena de valor: 2. Medioambientales. Cambio climático, medioambiente y paisaje. 3. Sociales. Relevo generacional, áreas rurales y alimentación y salud.
A nivel de la UE se fijarán hasta un centenar de indicadores, que permitirán conocer elnivel de cumplimiento de esos objetivos.
El borrador de texto establece ayudas PAC de carácter obligatorio y ayudas voluntarias.
Aunque regulada de manera voluntaria en anteriores reformas, la CE plantea ahora de forma obligatoria un pago desacoplado de la actividad productiva y redistributivo a las primeras hectáreas. Con ello se pretende garantizar el apoyo a las superficies de pequeñas y medianas explotaciones con una ayuda íntegra, mientras que las de mayor dimensión cobrarían menos por hectárea. La decisión sobre los tramos de superficie y sus importes degresivos de euros por hectárea se dejaría en manos de los Estados miembros, teniendo en cuenta una media nacional.
En conjunto, el régimen de apoyo contempla pagos desacoplados y por superficie, como el antedicho, incluyendo también el mantenimiento de un pago básico, de un suplemento de ayuda a jóvenes, complementario al pago básico, como hasta ahora, pero dejando libertad a los Estados miembros para que fijen sus condiciones.
Con carácter voluntario se propone un Programa Eco, que es una especie de pago “verde” por hectárea, ligado a acttuacioens más allá de la condicionalidad básica para favorecer la lucha contra el cambio climático y la defensa del medio ambiente (biodiversidad) y al que, en principio, solo podrían acogerse los agricultores y ganaderos «genuinos».
Se mantiene también los pagos asociados voluntarios para ciertos sectores productivos (cultivos COP, leguminosas grano, lino, cáñamo, arroz, patata para almidón, frutos secos, leche y lácteos, semillas, ovino y caprino de carne, vacuno de carne, aceite de oliva, forrajes desecados, remolacha y cañas azucareras, frutas y verduras, gusanos de seda…, que dependen de este apoyo para el mantenimiento o supervivencia de su actividad en el medio rural.
A estas ayudas acopladas, como ya sucede en la PAC actual, se podrían destinar un 10% del total de ayudas PAC, más un 3% adicional en el caso de los cultivos proteicos. A las mismas, en principio, solo podrían acogerse los agricultores y ganaderos «genuinos».
Asimismo, se evolucionaría hacia una especie de condicionalidad reforzada para el pago de las ayudas PAC, en la que se tendría más en cuenta todo lo relacionado con la mayor o menor contribución de las producciones agrarias a la lucha contra el cambio climático, reducción de las emisiones contaminantes o salvaguarda de la biodiversidad medioambiental.
Los Estados miembros deberán poner en marcha de forma obligatoria un sistema de aesoramiento para los agricultores.
Por otro lado, aunque nuestro país defiende su actual sistema de gestión de riesgos, basado en la ayuda de Estado a los seguros agrarios, la CE propondría la aplicación de una serie de herramientas de control de riesgos, en la que las aportaciones públicas nacionales podrían llegar hasta el 70% de los costes a seguros agrarios y fondos mutuales.
Y esto mismo sucede en los regímenes específicos para el sector de frutas y hortalizas, en la que se incluye la ayuda UE de los fondos operativos en los niveles actuales (4,1% del valor de la producción comercializada por OPFH y 4,5% si son asociaciones de OPFH, más un 0,5% adicional para aplicación de medidas de prevención y gestión de crisis de mercado.
Además de mantener las actuales medidas en los programas operativos de planificación de la producción y adaptación de la demanda, reducción de costes y estabilización de precios, el borrador de texto incluye como prioridades de financiación de las inversiones medidas como ahorro de agua y de energía, uso de envases ecológicos y reducción de residuos.
De acuerdo al calendario previsto, la Comisión Europea presentará su propuesta sobre el nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 para el próximo miércoles 2 de mayo. Ahí se conocerá, entre otras cosas, qué dotación financiera propone la CE para la futura PAC (las últimas filtraciones prevén un recorte del 6% sobre los fondos actuales, inferior, en todo caso, al 10%, 15% o 30% máximo, de los que se había comentado).
Casi 4 semanas más tarde, el martes 29 de mayo, podría darse a conocer por parte de la Comisión la propuesta oficial de reforma de la PAC.
Borrador de texto de propuesta en EN: