El índice de precios de los alimentos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) promedió 136,3 puntos en septiembre, lo que supone 1,5 puntos menos (-1,1 %) que en el mes anterior, marcando la sexta caída mensual consecutiva.
La caída de este índice de referencia en septiembre estuvo impulsada por el fuerte descenso en los precios internacionales de los aceites vegetales y moderados descensos en los del azúcar, la carne y los productos lácteos, frente a un repunte en el subíndice de precios de cereales. A pesar de la nueva caída, se mantuvo aún 7,2 puntos (+5,5%) por encima de su valor en septiembre de 2021.
La caída de este índice de referencia en septiembre estuvo impulsada por el fuerte descenso en los precios internacionales de los aceites vegetales y moderados descensos en los del azúcar, la carne y los productos lácteos, frente a un repunte en el subíndice de precios de cereales. A pesar de la nueva caída, se mantuvo aún 7,2 puntos (+5,5%) por encima de su valor en septiembre de 2021.
Por grupos de productos, el índice de precios de cereales promedió 147,8 puntos en septiembre, 2,2 puntos más (+1,5%) que en agosto y 14,9 puntos (11,2%) por encima de su valor de septiembre de 2021.
En el pasado mes, los precios internacionales del trigo repuntaron un 2,2%, respaldados por una mayor incertidumbre sobre la continuación de la «Iniciativa de Granos del Mar Negro» más allá de noviembre próximo y el impacto potencial en las exportaciones de Ucrania.
Además, también cotizaron en su apoyo al alza en los precios de este cereal las preocupaciones existentes sobre las condiciones secas en Argentina y los Estados Unidos, así como el rápido ritmo de las exportaciones de la Unión Europea, junto a la mayor demanda interna de trigo del bloque en medio de una oferta de maíz más limitada.
Los precios internacionales de los cereales secundarios, por su parte, aumentaron de forma marginal (+0,4%) nuevamente en septiembre, con tendencias mixtas. Los precios mundiales del maíz se mantuvieron casi estables (+0,2%), ya que un dólar estadounidense fuerte contrarrestó la presión de una perspectiva de suministro más ajustada con previsiones de cosechas más cortas en Estados Unidos y en la Unión Europea, en medio de la incertidumbre sobre las exportaciones de Ucrania.
Los precios internacionales de la cebada descendieron un 3%, debido principalmente a mejores perspectivas de cosecha en Australia y en Rusia, mientras que los precios mundiales del sorgo aumentaron un 13,2%, debido a las menores previsiones de producción en Estados Unidos.
El índice de precios de todo el arroz de la FAO aumentó un 2,2% en septiembre. Los precios de la variedad larga, Indica, encabezaron este aumento en respuesta a los cambios en la política de exportación en India, fomentando que los compradores se anticipen recurriendo a otros proveedores.
Las interrupciones en la comercialización y las incertidumbres en la producción, derivadas de las graves inundaciones en Pakistán, fueron factores que contribuyeron a la firmeza de los precios de este cereal.
Por su parte, el Índice de precios de aceites vegetales promedió 152,6 puntos en septiembre, con un descenso de 10,8 puntos (-6,6 %) intermensual, marcando el nivel más bajo desde febrero de 2021.
La continua caída del índice reflejó precios más bajos en los aceites de palma, soja, girasol y colza. En septiembre, los precios internacionales del aceite de palma cayeron por sexto mes consecutivo, en gran medida debido a las grandes stocks persistentes, que coincidieron con el aumento estacional de la producción en el sudeste asiático.
Mientras tanto, las cotizaciones mundiales del aceite de soja cayeron moderadamente después de un repunte de corta duración en agosto en respuesta a las elevadas disponibilidades de exportación en Argentina, debido a las ventas de los agricultores marcadamente más altas.
En cuanto al aceite de girasol, los precios internacionales cayeron a un mínimo de 14 meses, debido al aumento de los suministros de exportación de la región del Mar Negro en medio de una demanda de importación moderada.
Los precios mundiales del aceite de colza también cayeron notablemente, principalmente debido a la abundante producción global prospectiva en la temporada 2022/23. Los precios más bajos del petróleo crudo también contribuyeron a la presión a la baja sobre los precios mundiales del aceite vegetal.
A su vez, el índice de precios de los productos lácteos promedió 142,5 puntos en septiembre, 0,8 puntos menos (-0,6%) que en agosto, marcando la tercera caída mensual consecutiva, pero se mantuvo 24,4 puntos (+20,7%) por encima de su valor hace un año.
En septiembre, los precios internacionales de todos los productos lácteos descendieron moderadamente, reflejando en gran medida el impacto de la depreciación del euro frente al dólar de Estados Unidos en los precios mundiales expresados en la moneda norteamericana.
Además, la demanda limitada del mercado para entregas a medio plazo, debido a las aprensiones sobre las incertidumbres del mercado, derivadas de la limitada producción de leche, los altos costes de la energía y la escasez de mano de obra, especialmente en Europa, junto con las sombrías perspectivas de crecimiento económico mundial, también influyeron en las cotizaciones de los precios internacionales de estos productos.
Mientras tanto, la demanda de suministros al contado se mantuvo sólida, especialmente desde Asia.
En cuanto al Índice de precios de la carne, la FAO estimó un promedió 121,4 puntos en septiembre, 0,6 puntos menos (-0,5%) que en agosto, registrando también la tercera caída mensual consecutiva, pero todavía 8,7 puntos (+7,7%) por encima de su valor en ese mes del año pasado.
En septiembre, las cotizaciones de precios internacionales de la carne de ovino fueron las que más bajaron, sustentadas por los impactos de los movimientos de divisas.
Los precios de la carne de bovino también cayeron debido a las altas disponibilidades de exportación de Brasil y la elevada reducción de la cabaña de ganado en algunos países productores.
Mientras tanto, los precios de la carne de aves de corral cayeron ligeramente, ya que las compras mundiales de importación se mantuvieron moderadas, a pesar de los suministros de exportación limitados de algunos grandes países exportadores en medio de los brotes de influenza aviar.
Por el contrario, los precios mundiales de la carne de cerdo aumentaron aún más, lo que refleja la escasez de oferta de cerdos para sacrificio en la Unión Europea.
Por último, el índice de precios del azúcar de la FAO promedió 109,7 puntos en septiembre, 0,8 puntos menos (-0,7 %) que en agosto, marcando la quinta caída mensual consecutiva y alcanzando su nivel más bajo desde julio de 2021.
La caída de septiembre estuvo relacionada principalmente con las buenas perspectivas de producción en Brasil , el mayor exportador de azúcar del mundo, con lluvias que benefician los rendimientos de los cultivos y precios más bajos del etanol que impulsan un mayor uso de la caña de azúcar para producir azúcar.
El debilitamiento del real brasileño frente al dólar de Estados Unidos ejerció una mayor presión a la baja sobre los precios mundiales del azúcar, al tiempo que alentó un aumento de las exportaciones.
Aunque las perspectivas de producción favorables para la temporada 2022/23 contribuyeron a la reducción de los precios, la escasez de suministros mundiales de azúcar que prevalecía en general limitó la caída de los precios mes a mes.
La FAO publicó este viernes 7 de octubre el último Informe sobre la «Oferta y demanda de cereales« , que redujo aún más su previsión de la cosecha mundial de cereales para la campaña de comercialización 2022/23, que ahora se fija en 2. 768 millones de toneladas, un 1,7 % menos que en la campaña anterior.
Así, la producción mundial de cereales secundarios se prevé en 1.468 Mt, con una disminución interanual del 2,8%, debido en gran parte a las malas condiciones de los cultivos en Estados Unidos.
La producción mundial de arroz se pronostica en 512,8 Mt, un 2,4% menos que su máximo histórico alcanzado en 2021, pero sigue siendo una cosecha superior a la media.
La revisión a la baja de la producción de este grano desde septiembre refleja la sequía y las altas temperaturas del verano en China y las inundaciones en Pakistán.
En cambio, la FAO elevó en septiembre su previsión de producción mundial de trigo, hasta sumar 787,2 Mt, un 1,0% más que el año anterior y en camino de marcar un récord, debido a rendimientos mejores de lo esperado en la Unión Europea y la Federación Rusa.
Este organismo pronostica en la actualidad que la utilización o demanda mundial de cereales durante la actual campaña 2022/23 disminuirá en un 0,5% con respecto a la temporada anterior, bajando a 2.784 Mt, que se reflejará principalmente en el menor uso de piensos.
Aún así, las existencias mundiales de cereales al cierre de la temporada de 2022/23 (30 de junio de 2023) se contraerán un 1,6 %, por debajo de sus niveles de apertura, hasta 848 Mt.
Se espera que la relación entre las existencias y uso/demanda de cereales en el mundo caiga al 29,7 % en 2022/23, desde el 31 % del año anterior, un porcentaje todavía relativamente alto desde una perspectiva histórica.
En cuanto al comercio mundial de cereales, se prevé que disminuya un 2,4 % en 2022/23 (julio/junio) con respecto a la campaña comercial anterior, con reducciones previstas en los cereales principales. Entre otros factores, se considera que las consecuencias de la guerra en Ucrania y la fortaleza del dólar estadounidense seguirán contribuyendo a esta caída.
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