Los precios mundiales de los alimentos subieron en mayo por quinto mes consecutivo, impulsados por el aumento de los precios del queso y del maíz, como consecuencia de las adversas condiciones meteorológicas.
Sube por quinto mes consecutivo el índice FAO de precios mundiales de los alimentos básicos
El índice de precios de los alimentos de la FAO -que hace un seguimiento de la variación mensual de los precios internacionales de los productos básicos alimentarios que se comercializan habitualmente-, registró una media de 172,4 puntos en mayo pasado, con un aumento del 1,2% con respecto al mes anterior, aunque sigue estando un 1,9% por debajo de su nivel de mayo de 2018.
El índice de precios de los alimentos de la FAO continuó al alza por quinto mes consecutivo, y se situó en un promedio de 172,4 puntos en mayo de 2019, es decir, un 1,2 % (+2,1 puntos) más que en abril, si bien todavía está un 1,9 % por debajo de su nivel en el mismo mes del año pasado.
Mientras que los precios del azúcar y los aceites disminuyeron en mayo, los demás subíndices registraron incrementos, encabezados nuevamente por el fuerte aumento intermensual de los precios de los productos lácteos, seguidos por los de los cereales.
El índice de precios de los cereales de la FAO registró un promedio de 162,3 puntos en mayo, lo que representa un aumento del 1,4 % (+2,2 puntos) desde abril. Sin embargo, de confirmarse este nivel, el índice se mantendría cerca de un 6 % por debajo del valor alcanzado en mayo de 2018.
El pequeño incremento intermensual se debió enteramente a la marcada subida repentina de las cotizaciones del maíz, como consecuencia de las perspectivas de disminución de la producción en los Estados Unidos.
Por el contrario, en mayo las cotizaciones del trigo fueron en general inferiores, en vista de las buenas perspectivas sobre la oferta mundial y suficientes disponibilidades exportables.
A su vez, el índice de precios del arroz de la FAO se mantuvo estable por tercer mes consecutivo, debido a que el leve aumento de las cotizaciones de la variedad aromática se vio contrarrestado por una ligera disminución de los precios de la mayoría de los otros segmentos del mercado de arroz.
Por su parte, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en un promedio de 127,4 puntos en mayo, registrando una caída de 1,3 puntos (-1,1 %) respecto de abril y permaneciendo muy por debajo del nivel alcanzado el año pasado.
Esta caída obedeció principalmente a un descenso de los valores del aceite de palma, mientras que los precios de los aceites de soja, girasol y colza aumentaron moderadamente.
La nueva reducción de las cotizaciones internacionales del aceite de palma estuvo ligada a la presión constante ejercida por la abundancia de existencias en los principales países exportadores, así como a la caída de los precios del aceite mineral.
Entretanto, los precios de los aceites de soja y girasol se vieron sostenidos en cierta medida por la firme demanda mundial de importaciones, mientras que los valores del aceite de colza se vieron reforzados por la preocupación ante las perspectivas de reducción de las cosechas en la Unión Europea.
Asimismo, el índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró un promedio de 226,1 puntos en mayo, esto es, un aumento de 11,2 puntos (+5,2 %) desde abril, con lo cual el índice se situó un 24,2 % por encima del valor de comienzos del año y se acercó a su nivel más alto en los últimos cinco años.
El alza marcada de las cotizaciones del queso fue la razón principal del fuerte aumento de mayo, mientras que otros productos lácteos representados en el índice también se mantuvieron por encima de sus niveles de enero.
El aumento de los precios de los productos lácteos fue consecuencia de la solidez de la demanda mundial de importaciones en un contexto de limitadas disponibilidades exportables en Oceanía, pues las condiciones de sequía intensificaron el descenso estacional de su producción lechera. La preocupación acerca de la producción de leche en Europa también sustentó los precios.
A su vez, el índice de precios de la carne de la FAO* se situó en mayo en un promedio de 170,2 puntos, lo cual representa una subida marginal desde abril; se mantiene así la tendencia de modestos aumentos de precios de mes en mes que se viene observando desde el comienzo del año.
En mayo, las cotizaciones de la carne de cerdo siguieron subiendo, debido a la fuerte demanda de importaciones, en especial de Asia oriental, que obedece principalmente a una disminución de la producción asociada a la propagación de la peste porcina africana (PPA) en la región.
Los precios de la carne de ovino también se vieron reforzados por la solidez de la demanda de importaciones, a pesar de los volúmenes récord de exportaciones procedentes de Oceanía, mientras que los precios de la carne de aves de corral se mantuvieron estables debido a las condiciones equilibradas del mercado.
Por el contrario, las cotizaciones de la carne de bovino disminuyeron respecto de los máximos registrados en abril, como resultado de los abundantes suministros para la exportación en todo el mundo.
Por último, el índice de precios del azúcar de la FAO registró en mayo de 2019 un promedio de 176 puntos, esto es, 5,8 puntos menos (-3,2 %) que en abril.
El último descenso mensual de los precios internacionales del azúcar se debió en gran medida a las perspectivas de un aumento de la producción de azúcar en la India, el mayor productor de azúcar del mundo.
Además, el debilitamiento de los precios internacionales de la energía afectó negativamente a los precios internacionales del azúcar, ya que alentó a los productores a transformar en azúcar ―en lugar de en etanol― la caña de azúcar.
Las noticias de que la producción de azúcar en el Brasil en la campaña comercial 2018/19, que terminó el 31 de marzo de 2019, había registrado una caída del 17 % en términos interanuales no fueron suficientes para compensar la presión a la baja sobre los precios.
* A diferencia de otros grupos de productos básicos, la mayoría de los precios utilizados en el cálculo del índice de precios de la carne de la FAO no se encuentra disponible en el momento del cómputo y publicación del índice de precios de los alimentos de la Organización; por tanto, el valor del índice de precios de la carne de los meses más recientes se deriva de una combinación de precios previstos y observados. En ocasiones, esto puede hacer precisas revisiones significativas del valor final del índice de precios de la carne de la FAO que, a su vez, podrían influir en el valor del índice de precios de los alimentos de la Organización.
Perspectivas poco favorables para el maíz
La última previsión de la FAO para la producción mundial de cereales en 2019 -disponible en la Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales, apunta a un aumento del 1,2% con respecto al año anterior, para alcanzar los 2 685 millones de toneladas, una notable revisión a la baja con respecto a la previsión realizada en mayo, cuando se pronosticó que la producción mundial de cereales iba a tener un 2,7% de aumento.
El aumento interanual de la producción mundial de cereales refleja la mayor producción de trigo y cebada, mientras que es probable que la producción mundial de arroz se mantenga cercana al nivel récord del año pasado.
Sin embargo, la producción mundial de maíz se ve ahora en declive, y se espera que en Estados Unidos se reduzca en un 10% con respecto al año anterior, en medio de un ritmo mucho más lento de siembras, debido a las condiciones meteorológicas desfavorables (lluvias e inundaciones en el «Corn Belt»).
Se prevé que la utilización mundial de cereales en el próximo año alcance los 2.707 Mt, algo inferior a la previsión de mayo, pero todavía un 1% más que en 2018/19. Se calcula que la utilización mundial de arroz alcance los 518 Mt (+1,4%), mientras que la del trigo debería crecer un 1,2%, alcanzando los 755 millones de toneladas.
Sobre la base de las nuevas estimaciones de producción y utilización, las existencias mundiales de cereales podrían disminuir hasta en un 3% en la nueva temporada, quedando en 830 Mt, el nivel más bajo en cuatro años.
La disminución prevista daría lugar a una contracción de la relación entre existencias de cereales a nivel mundial y la utilización por debajo del 30%, lo que, sin embargo, sigue apuntando a un nivel de suministros relativamente holgado.
La previsión para el comercio mundial de cereales es que aumente a 414 Mt, un 1,4% más que el nivel estimado para el año anterior, impulsado por un fuerte repunte del comercio de trigo, que está propiciado por una mayor demanda de importaciones por parte de varios países de África y Asia, junto con las expectativas de grandes disponibilidades de exportación en la región del Mar Negro y la Unión Europea.
Foto: producción de quesos en Armenia. www.fao.org