La producción vitivinícola italiana padecerá también los rigores de la meteorología extrema de la pasada primavera-verano (heladas, pedrisco, sequía, olas de calor…) y, según estimaciones de la Agencia para el Desarrollo Agrario (www.agea.gov.it), en base a datos estadísticos de Ismea, UIV y Assoenologi, descenderá al menos un 9% en relación a 2020, hasta quedar en torno a los 44,5 millones de hectolitros, unos 4,5 millones por debajo. Aún así, volverá a ser el principal productor mundial de vino y mosto.
Italia prevé una producción vitivinícola de apenas 44,5 Mhl en la actual campaña 2021/22
A pesar de que en prácticamente todas las regiones habrá menos vendimia este año, las cosechas y, por tanto, la producción será muy variable, destacando las previsiones de descenso en las regiones de Toscana (-25%, hasta 1,65 Mhl); Lombardía (-20%, hasta 1,23 Mhl); Umbría (-18%, hasta 312.000 hl); Abruzzo (-18%,hasta 2,88 Mhl); Emilia-Romagna (-15%, hasta 6,7 Mhl); Molise (-15%, 200.000 hl); Sardegna (-15% y 404.000 hl).
El país transalpino concluyó la pasada campaña 2020/21 (a 31 de julio) con unas existencias finales de vino y mosto de 42,26 Mhl, apenas un 0,87% menos con el que cerró la campaña anterior, un volumen en todo caso algo mejor de las expectativas que había a finales o principios de 2020, debido al periodo álgido de la pandemia de Covid-19. Si se suma la producción esperada en la nueva campaña 2021/22, la oferta vitivinícola disponible (sin contar importaciones) ascenderá a poco menos de 90 millones de hectolitros.
