Expertos de distintos ámbitos relacionados con la dehesa han abogado hoy en las XXIV Jornadas Técnicas de COVAP La dehesa: entorno, conservación y patrimonio por una apuesta clara y definida de las administraciones para propiciar la conservación y regeneración de este paisaje desde su singularidad como sistema de producción con múltiples implicaciones. La mejora de la rentabilidad de las explotaciones, el apoyo a los propietarios, la concreción de las normativas que afectan a la gestión y el apoyo de las administraciones competentes son los elementos clave, según se ha expuesto durante las jornadas.
Jornada COVAP: generar estrategias conjuntas para posibilitar la preservación de la dehesa
El presidente de COVAP, Ricardo Delgado Vizcaíno, ha señalado “en Los Pedroches tenemos una gran dehesa y estamos obligados a conservarla a toda costa desde el punto de vista social, económico y cultural”. El presidente de la Cooperativa ha dejado claro que “sin la intervención del hombre en la dehesa, ésta no existiría”. Y son los ganaderos, según ha señalado el presidente, “los que llevan adelante la dehesa y su sostenibilidad pasa por la viabilidad económica de las producciones ganaderas, sobre todo aquellas de carácter extensivo como las de vacuno, porcino y ovino».
Delgado Vizcaíno ha señalado que la dehesa tiene muchos frentes abiertos, entre ellos el que incumbe al denominado coeficiente de admisibilidad de pastos. El presidente ha concluido haciendo referencia al proyecto El Dehesafío, impulsado por COVAP y por el Ayuntamiento de Pozoblanco, con el que se implicará a un amplio abanico de sectores, incluidos niños de la comarca, en la reforestación de distintas fincas. El presidente sostiene igualmente que sólo desde la conciencia y desde el conocimiento de la dehesa se podrá avanzar en su conservación.
La consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Carmen Ortiz, encargada de la clausura de las jornadas, ha destacado que la Administración autonómica ha recibido más de 200 aportaciones de casi una treintena de agentes del sector al Plan Director de las Dehesas de Andalucía, un documento que aborda las características de estos ecosistemas, analiza los nuevos usos y oportunidades, realiza un diagnóstico de la situación actual y propone estrategias de actuación.
Carmen Ortiz ha destacado la «firme voluntad» del Gobierno andaluz por dar cabida a la participación y cooperación de todos los interesados para garantizar y fomentar el mayor grado de sostenibilidad económica, social y ambiental de la dehesa. Ortiz ha dicho que “necesitamos apostar por la dehesa, venimos planteando que no se comprende totalmente a la dehesa y estoy hablando concretamente del coeficiente de admisibilidad de pastos”. Además, ha apuntado que las ayudas a pastos planteadas desde la Unión Europea no responden a la realidad que presenta la dehesa y que la reducción de ayudas que se baraja responde a un “desconocimiento” del propio sistema. “Vamos a seguir defendiendo que la dehesa es un sistema agroganadero y que se cambie ese coeficiente de admisión de pastos en el debate que ahora se va a abrir para diseñar la Política Agraria Común (PAC) para después de 2020″.
En este sentido, ha recalcado Ortiz, «venimos trabajando junto a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para lograr una gestión integral de la dehesa, que favorezca el desarrollo socioeconómico del territorio, preserve el patrimonio natural y simplifique trámites, además de difundir a la sociedad sus valores y reconocimiento internacional». Además, la consejera ha puesto en valor el proyecto Life BioDehesa, que se inició en 2012 y finaliza en junio de 2018, a través el cual se han podido abordar los retos derivados del desarrollo de la Ley para la dehesa, pudiendo destacarse como cuestiones de gran interés para el sector: un modelo de plan de gestión integral, elaboración de materiales de formación, asesoramiento y divulgación y un servicio de diagnóstico de la enfermedad de la seca.
Asimismo, ha subrayado la importancia de la Red de Dehesas Demostrativas ha puesto en marcha la Junta, en la que se incluyen 37 fincas y que tiene como objetivo transferir los conocimientos adquiridos, demostrar métodos de conservación y mejora del pastoreo, implementar los planes de gestión y hacer un seguimiento de indicadores socioeconómicos y medioambientales. En el proyecto Life BioDehesa participan las entidades representativas del sector, que están trabajando conjuntamente en su ejecución.
La dehesa vista como un cultivo más
La presidenta de Fehedesa, María Pía Sánchez Fernández, ha reclamado un tratamiento exclusivo y diferenciado para la dehesa en los marcos, normas y leyes que le afectan y en la gestión porque “actualmente hay multitud de contradicciones en las normativas que nos afectan a los propietarios y a los ganaderos y que deben ser eliminadas”. La presidenta de Fedehesa ha expresado que es necesario que se considere a la dehesa como un sistema agrario de cultivo, pues es una acción permanente del hombre sobre el arbolado.
En estas consideraciones ha coincidido también el catedrático de Producción Animal de la Universidad de Córdoba, Clemente Mata, quien ha insistido en la necesidad de determinar el carácter del cultivo permanente de la dehesa porque en la UE lo forestal es lo maderero. Mata ha recalcado todos los riesgos de la dehesa actual: decaimiento del arbolado, falta de regeneración, la ‘seca’, norma de calidad del ibérico y el Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (Cap), entre otras leyes y planes que “suponen una asfixia burocrática y generan una situación muy complicada para los gestores de la dehesa”. Clemente Mata ha destacado la simbiosis de animales, dehesa y propietarios como elementos clave para el futuro de este entorno porque la “dehesa es un ecosistema dinámico, con un equilibrio inestable, cuyo conservador es el ganadero”.
La importancia de la regeneración
Pilar Fernández Rebollo, del departamento de Ingeniería Forestal de la Universidad de Córdoba, ha realzado la condición de Los Pedroches como la mayor dehesa continua de Europa y un ejemplo de diversidad productiva y natural. Fernández Rebollo ha destacado además que aunque perdemos árboles, “gracias al esfuerzo de los ganaderos de Los Pedroches ganamos cobertura”. Además, ha añadido que las encinas de la comarca producen mucha más bellota que otras zonas de dehesa y que destacan por su calidad.
Según Fernández Rebollo, “los propietarios de dehesa deben asumir la regeneración del arbolado como una tarea más de su explotación y reponer unas tres encinas por hectárea cada década”. Así se conseguiría sumar entre 10 y 15 árboles por hectárea cada 30 o 40 años, “algo que ayudará de forma decisiva al ritmo de la regeneración”.
Vicente Rodríguez Estévez, del departamento de Producción Animal de la Universidad de Córdoba, ha desarrollado un amplio recorrido por la historia a través de distintas imágenes y situaciones que se generan en la dehesa en la actualidad. Como el resto de ponentes de la jornadas, ha abogado por una clara definición del concepto de dehesa y ha reivindicado la dehesa como lo hicieron, a su modo, nuestros antepasados, que supieron defenderla y salvaguardala. Rodríguez ha presentado distintas situaciones del pasado y las ha comparado con el manejo que se realiza actualmente para destacar la responsabilidad de quienes conservaron este paisaje. Además, ha pedido a las administraciones que no resten importancia a la dehesa, un entorno que, según distintos estudios, surgió hace 6.000 años.
José Ramón Guzmán, en representación del Life Biodehesa, ha expresado que los problemas que tenemos son complicados y que hay dehesas que están en situación de crisis en algunas zonas de Andalucía. Así, ha abogado por revertir los procesos y ha señalado que la dehesa es un proyecto cooperativo, un proyecto de todos.
La dehesa como territorio y como legado
El catedrático de Análisis Regional de la Universidad de Córdoba, Bartolomé Valle Buenestado, ha realizado un amplio recorrido por las consideraciones geográficas de la comarca de Los Pedroches y sus particularidades: “No hay diez comarcas en toda España con la personalidad de Los Pedroches”. Valle Buenestado, que define la dehesa como un agrosistema, ha destacado la gran importancia de este entorno en esta comarca como seña de identidad y la necesidad de que los habitantes de la zona conozcan y reconozcan el “gran patrimonio” que atesoran. El catedrático de la UCO ha destacado que en la dehesa confluyen multitud de aspectos económicos, sociales e incluso sentimentales y ha abogado por mirar este paisaje no sólo con los ojos, sino también con el alma.
Esther Prada Llorente, doctora en Arquitectura y pintora, han coincidido, con el catedrático Bartolomé Valle, en la relevancia de este paisaje y su poder etnográfico y evocador. Tras un recorrido por la historia, Prada Llorente se ha referido a la dehesa como espacio vivido y ha reclamado la importancia de trasladar este legado a las generaciones futuras.
En este marco también se ha manifestado el alcalde de Pozoblanco, Emiliano Pozuelo, en la inauguración, recordando la importancia de la dehesa para la comarca de Los Pedroches y ha expresado el liderazgo que quiere ejercer Pozoblanco junto a las localidades vecinas para potenciar la preservación de este legado. Pozuelo ha destacado la iniciativa, en la que participa el Ayuntamiento, denominada El Dehesafío, como un impulso para potenciar de reforestación de la dehesa tal y como se ha referido el presidente de la Cooperativa.
Emilio Duró, un epílogo en busca de la felicidad
El empresario, consultor y formador Emilio Duró ha abordado como adoptar una actitud mental positiva porque “tenemos que prepararnos para ser más longevos que generaciones anteriores y adaptarnos a los cambios”. Para Emilio Duró, es necesario “superar los miedos para tener éxito en nuestra vida y lograr nuestras metas”. Así, el objetivo principal de la ponencia ha sido “concienciar a los asistentes sobre la necesidad de afrontar positivamente la vida, tomando las riendas, frenando las excusas y rompiendo con la creencia de estar totalmente a merced de los elementos externos.
Para Duró, “las últimas investigaciones apuntan que la actitud con la que afrontamos la vida es, tan o más importante que los conocimientos, a la hora de desempeñar un trabajo. Se estima que las personas optimistas y felices rinden entre el 65 y el 100% más que las personas pesimistas”.