Durante el pasado mes de agosto habrían salido al mercado unas 122.000 toneladas de aceite de oliva, según los cálculos provisionales a partir de los datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), teniendo en cuenta unas importaciones estimadas de alrededor de 12.000 toneladas.
La campaña oleícola 2019/20 acabará con un stock inferior a las 500.000 t de aceite de oliva
De este volumen total comercializado, alrededor de 85.000 t se habrían dirigido al mercado exterior, mientras que otras 37.000 t cubrirán la demanda interna. Se trata, en todo caso, de unos datos bastante buenos teniendo en cuenta el descenso de la actividad comercial que se produce en el mes central del verano.
A falta de la confirmación de estas cifras a finales de mes, las existencias almacenadas a 31 de agosto quedarían a solo un mes por contabilizar en unas 620.400 toneladas, unas 110.000 t menos que en el mes anterior y un 47% por debajo de las que había a finales de agosto del pasado año, con lo que posiblemente desciendan claramente del medio millón de toneladas al término de la presente campaña 2019/20
De este volumen en stock, unas 33.200 toneladas estarían en poder de las almazaras, unas 83.000 t menos que a finales de julio; otras 252.000 t en manos de las envasadoras, unas 19.300 t menos que entonces, y 35.000 t en los depósitos del Patrimonio Comunal Olivarero, unas 7.300 t menos.
La producción nacional de aceite de oliva en la actual campaña 2019/20 se consolida por tanto en 1.121.700 t, que es el volumen más bajo del último lustro.
Balance provisional
A falta, por tanto, de solo un mes por contabilizar y teniendo en cuanta la provisionalidad aún de los últimos datos, la campaña 2019/2020 podría cerrar con una oferta disponible de casi 2,11 Mt, un 8,7% y 201.300 t inferior a la anterior, de las cuales 755.400 t (+101,1%) corresponden al stock de inicio de campaña el 1 de octubre de 2019; otros 1,12 Mt (-37,3%) a la producción de aceite de oliva en este periodo, y en torno a 230.000 t (+60,8%) a importaciones, esta última una cifra aún provisional, pero que ya constituye un récord histórico y es un 69,3% superior a la media (135.820 t) de las últimas cinco campañas
Por el lado de la demanda, se espera que alcance en la campaña alrededor de 1,62 Mt, con un alza del 4,3%, siendo también el volumen comercializado más alto de las últimas campañas y estando también un 15,5% por encima de la media (1,4 Mt) del lustro anterior.
De este volumen, las exportaciones podrían reportar 1,11 Mt, una cifra muy positiva, que es un 9,4% y 95.000 t más que en la campaña 2018/19, así como un 22% y 200.500 t más que la media (909.500 t) de los últimos cinco años.
Mientras, la demanda de consumo interna superaría de nuevo el medio millón de toneladas, un volumen que sería un 5,2% y 28.000 t inferior al de la campaña anterior, debido principalmente a las consecuencias para el sector que ha tenido la expansión de la pandemia del Covid, ante el cierre durante un trimestre del canal Horeca, así como la debacle del turismo internacional durante toda la primavera-verano. Aún así, la cifra estaría casi un 3,5% y algo más de 17.000 t por encima de la media (492.900 t) del último periodo quinquenal.
Con estas estimaciones, al final de la campaña 2019/20 quedarían unas 487.000 toneladas, que serían un 35,5% y 268.300 t inferiores a los del final de la campaña precedente, pese a lo cual aún estarían un 25% y 97.700 t por encima de la media del último lustro.
La nota negativa la han puesto a lo largo de lo que llevamos de campaña los muy bajos precios pagados en origen, aunque en las últimas semanas parecen haberse animado un poco más, teniendo en cuenta las peores expectativas de cosecha y producción en los países del arco mediterráneo, aunque España podría lograr un volumen en torno a la media de los últimos años, alrededor de los 1,4-1,45 millones de toneladas, según las últimas previsiones del sector.