La Unión Europea mantendrá en 2030 su producción de tomate y manzana casi en los niveles actuales, según un informe de la Comisión Europea sobre perspectivas de los mercados agrícolas comunitarios hasta dicho año, en el que escoge a estos dos productos para analizar la tendencia hortofrutícola.
La CE estima que la producción de tomate y manzana se mantendrá estable en 2030
El documento precisa que el volumen de tomate para consumo en fresco en la UE permanecerá «relativamente estable», ya que se reducirá en torno al 1,4% hasta 2030 en relación con el promedio del periodo 2014/16.
También pronostica que baje levemente su demanda (-0,3% cada año hasta 2030) y la superficie de producción, que aumente el rendimiento de su cultivo y se alarguen las temporadas y un alza de la proporción de «variedades con mayor valor añadido» tales como «tomates cóctel, cherry y otros tomates en miniatura».
Sobre la extensión de las estaciones para el tomate, la CE señala que «podría tener un impacto en los desafíos de sostenibilidad» por el «aumento de la demanda de energía en los países del norte -si su campaña de verano se alarga al invierno- y el mayor uso de agua en los países del sur» si la suya de invierno se alarga al verano.
En cuanto al tomate para industria, sus cálculos pasan porque el consumo crezca marginalmente, en gran medida impulsado por su demanda como «ingrediente de productos alimenticios que evocan un estilo de vida mediterráneo».