La preocupación ante el riesgo potencial de introducción en España de enfermedades como el Huanglongbing o la clorosis variegada de los cítriticos (CVC) que causa la bacteria Xylella fastidiosa, y la necesidad de tomar medidas preventivas y de control efectivas frente a estas amenazas, han sido una constante en las presentaciones y mesas redondas del Encuentro Internacional Phytoma-España "Perspectivas de la citricultura ante los nuevos retos y amenazas fitosanitarias", celebrado durante los días 22 y 23 de noviembre en Valencia.
La comunidad científica pide mejores controles para minimizar el riesgo de HLB y Xylella fastidiosa
Cerca de 450 asistentes pudieron conocer las últimas investigaciones sobre estas enfermedades, que ya han causado estragos en lugares como Florida o Brasil (HLB) o el sur de Italia (CVC). Dos fueron los mensajes principales: la amenaza es real y la primera línea de combate está en mejorar los controles fitosanitarios en frontera sin descuidar la investigación.
Ya lo advirtió desde el principio Luis Navarro, Profesor investigador del Centro de Protección Vegetal y Biotecnología del IVIA: el HLB es la peor amenaza para los cítricos por su alto poder destructivo, porque todavía no se ha encontrado una solución, y porque las medidas preventivas árbol a árbol implementadas en otros países, como Brasil, serían económicamente inviables en España.
Navarro subrayó el riesgo para España en el actual escenario globalizado de intercambio de especies vegetales por frontera, incluso en viajes turísticos, desde el momento en que ya se ha detectado en la península uno de los vectores de la enfermedad.
Berta Alquézar (IBMCP) y César Monzó (IVIA) expusieron las últimas novedades de investigación sobre el HLB, las bacterias Candidatus Liberibacter responsables de esta enfermedad y sus insectos vectores, para insistir en el peligro potencial para la citricultura española, en caso de contagio, y alertar sobre los escasos recursos de investigación dedicados en España a este riesgo, en contraste con otros países.
Tanto el subdirector general de Sanidad Vegetal del Mapama, José Mª Cobos, como su homólogo en la Comunidad Valenciana, Vicente Damau, rebajaron el nivel de amenaza y defendieron los actuales sistemas de control –que han permitido detectar, por ejemplo, una planta ornamental infectada con Xylella fastidiosa en el aeropuerto de Barajas– como también de los planes de contingencia preventiva que permanecen activos en comunidades como la valenciana.
Sin embargo, otro riesgo incipiente para la citricultura (y adicionalmente la olivicultura) volvió a emerger en la presentación de Mª Milagros López (IVIA) sobre la corosis variegada de los cítricos (CVC), una enfermedad causada por la Xylella fastidiosa.
La bacteria fue identificada en noviembre por primera vez en España (Mallorca) tras detecciones anteriores en Francia, Alemania e Italia, donde ha causado estragos en los olivos de la región de Apulia. López explicó que aunque “no hay pruebas de que la cepa en Italia pueda afectar a los cítricos” en España se debe estar en alerta porque “tenemos los huéspedes y las condiciones ambientales para una epidemia”.
La investigadora cuestionó las estrategias de control de Xylella fastidiosa en Italia y culpó de su introducción en Europa al desigual mecanismo de control comunitario, que permite la importación de plantas huéspedes desde terceros países con sistemas de vigilancia “ocular” muy cuestionables. Y como sus colegas anteriores, volvió a insistir en la necesidad de mayores recursos en España para la investigación, que de momento se alimenta de fondos de la UE.
Pero hay riesgo más allá del HLB y X. fastidiosa. Antonio Vicent (IVIA) explicó las actuales estrategias de control para hongos de cuarentena causantes de enfermedades emergentes como el Citrus black spot (Phyllosticta citricarpa), el Mal secco (Plenodomustra cheiphilus), las darnas (Elsinoë spp.) y la vercosporiosis (Pseudocercospora angolensis).
En los dos días del encuentro hubo tiempo también para conocer, entre otras novedades, los últimos avances de control frente a nuevas plagas como el cotonet de les Valls (Delottococcus aberiae), o la gestión de otras más conocidas como los ácaros del género Eutetranychus; los Pezothrips kellyanus o la conocida Ceratitis capitata; nuevas estrategias de control biológico frente a los fitófagos más persistentes en los cítricos; mejoras de control a través de la biodiversidad funcional, o modelos efectivos de predicción de plagas a partir del análisis de las temperaturas previas, como el que presentó Ferran Garcia-Marí, del Instituto Agroforestal del Mediterráneo, director científico del Encuentro.