La Conselleria de Agricultura de la Comunidad Valenciana prevé en su aforo inicial que la campaña citrícola 2020/2021, que se inició el pasado 1 de octubre, venga con una mayor cosecha en relación a la anterior, aunque sin llegar a los volúmenes de hace dos campañas.
La Comunidad Valenciana prevé un aforo inicial citrícola de 3,48 Mt en 2020/21
En general, señala en su informe, la fruta presenta buena calidad y buenos calibres, y se encuentra adelantada en unos 7- 10 días.
Por su parte, los mercados se han venido mostrando animados al inicio de la campaña, adelantando las compras al mes de junio, dado el buen comportamiento de la demanda por la Covid-19 y ante la previsión de buen comportamiento en este próximo otoño por la misma causa.
Las primeras estimaciones para 2020/2021 reflejan unas previsiones de cosecha de cítricos de 3.482.883 toneladas, lo que supone un 13,5% y cerca de 415.366 t más que en la campaña precedente, pero 568.651 t menos que la de hace dos, que fue una de las cosechas más altas de los últimos 30 años en la Comunidad Valenciana.
Por provincias, Valencia obtendría casi 2,04 Mt de cítricos, un 58,6% del total regional; Castellón, algo más de 767.500 toneladas, un 22% del total, y Alicante, por encima de las 675.500 t, un 19,4% del total de esta Comunidad.
En naranja dulce, la previsión roza los 1,6 Mt, un 1,3% y unas 20.970 t más que en el balance final de la campaña 2019/20 (casi 1,58 Mt), encabezado por el subgrupo de las Navel, con 1,34 Mt (+2,5%), seguido de las Blancas, con 247.238 t (-5%), y las sanguinas, con 8.930 t (+1,3%)
En mandarinas, el aforo inicial es de 1,57 Mt, un 30,4% y 365.950 t más que el balance final de 2019/20 (casi 1,21 Mt) con el grupo de Clementinas, con casi 1,02 millones; el de Satsumas, con 142.670 t, y el de mandarinos e híbridos, con 410.349 t
En limones, la previsión de este aforo inicial es de casi 300.000 t, un 11,6% y algo más de 30.000 t por encima del balance de la campaña anterior (267.056t), con el limón Verna, con 97.075 t (+30%) y el Fino, con 201.042 t (+4,5%), mientras que en pomelos se quedan en algo menos de 17.000 t, un 14,2% y cerca de 3.000 toneladas menos que en 2019/20.
A esto hay que sumar pequeñas cantidades de otros cítricos (658 t, un 30,3% más) y de naranja amarga (44 t, +7,3%).
Plagas y superficie
En principio, según este departamento, se esperaba una cosecha mayor, puesto que la floración fue, en general, muy abundante, aunque algo irregular.
Sin embargo, las lluvias acontecidas en la mitad de marzo y el mes de abril pudrieron mucha flor y las variaciones de temperaturas que se dieron en la fase de cuajado favorecieron la “porgà” (caída de la fruta), rebajando las expectativas iniciales, a pesar de los tratamientos con ácido giberélico realizados.
Además, se produjo una generalización de los tratamientos para controlar los ataques de “Cotonet de les Valls” (Delotococcus aberiae), plaga que, según la Conselleria, se está extendiendo y puede producir la depreciación de la fruta en las parcelas afectadas.
Esta plaga está incidiendo en mayor medida al cultivo en la zona de la Plana Alta y la Plana Baixa, en Castellón, aunque también se ha constatado su presencia en el resto de la Comunitat.
Según la Conselleria, la cosecha viene adelantada unos 7-10 días y la fruta presenta buen calibre. Las lluvias registradas los últimos días de agosto y de principios de septiembre fueron beneficiosas para el cultivo, ayudando a conseguir mejores volúmenes, si bien en algunas zonas y variedades se observó la presencia de frutos rajados.
En general, en 2020 se redujo ligeramente la superficie de cultivo (-0,1%), ya que el incremento del área dedicada al limón (unas 930 hectáreas más) disminuyó el impacto del descenso del área destinada al cultivo mandarinas en todo el territorio, principalmente en Valencia y Castellón.
Por provincias, señalar que en Alicante, donde se cultiva el 20,4% de los cítricos valencianos y el 98,2% de los limoneros, las plantaciones de este último cultivo siguen en aumento en detrimento de las de naranjos y mandarinos, con la excepción de las variedades híbridas nuevas de fruta pequeña.
En Castellón y Valencia, con el 21,4% y 58,2% de superficie de cultivo de agrios, respectivamente, este año se ha reducido la superficie, debido sobre todo a la menor área dedicada al cultivo de mandarinas (Clemenules, principalmente), que ha sido mayor que el incremento producido en la de naranjo.