La Conferencia Sectorial de Medio Ambiente ha aprobado la Estrategia Nacional de Conservación de Polinizadores, un documento que incluye un diagnóstico y establece unos objetivos concretados en seis líneas de actuación, y materializados en 37 medidas, para avanzar en la recuperación de estas especies, encargadas de la polinización del 78% de las flores silvestres y del 84% de los cultivos de la Unión Europea.
La Conferencia Sectorial de Medio Ambiente aprueba la Estrategia Nacional de Conservación de Polinizadores
Por otro lado, en la reunión, presidida por la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, se ha acordado el reparto territorial de más de 20,7 para programas vinculados con la protección del medioambiente. En concreto, los fondos se dirigirán a actuaciones para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a la gestión de residuos, la adaptación al cambio climático en el espacio urbano y periurbano, la protección de especies en situación crítica y la promoción del desarrollo sostenible en las áreas de influencia socioeconómica de Parques Nacionales.
En concreto, la conferencia ha aprobado los criterios de reparto y la distribución de fondos sobre las actuaciones del PIMA Cambio Climático, la Política de Residuos y el Plan de Impulso al Medio Ambiente (PIMA) Residuos, así como la distribución de la dotación correspondiente a las actuaciones del Fondo para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad y el reparto de fondos en Áreas de Influencia de los Parques Nacionales.
La Estrategia Nacional para la Conservación de los Polinizadores parte de un diagnóstico de este grupo biológico esencial para la conservación de la biodiversidad, la preservación de la producción primaria y la alimentación humana. Pese a su importancia, las poblaciones de estas especies se han reducido drásticamente en los últimos años. A partir de este análisis, que identifica las amenazas que sufren las especies que participan en la zoopolinización, la Estrategia fija objetivos en seis áreas de acción:
– Conservación de especies amenazadas y sus hábitats
– Promoción de hábitats favorables
– Mejoras en la gestión, y reducción de los riesgos derivados de plagas, patógenos y especies invasoras
– Reducción del riesgo derivado del uso de productos fitosanitarios
– Apoyo a la investigación
– Acceso a la información y divulgación sobre su papel en la conservación de la biodiversidad y de actividades económicas como la agricultura.
Para cumplir estos objetivos, la Estrategia detalla 37 medidas que incluyen, entre otras, la identificación y conservación de las poblaciones más amenazadas; la implementación de infraestructuras verdes para conservar especies y hábitats; la integración, en el marco de los Programas de Desarrollo Rural, de acciones específicas relacionadas con la conservación de los hábitats de los polinizadores en el contexto de la actual Política Agrícola Común (PAC); la mejora de hábitats naturales y seminaturales en entornos agrícolas a través de las prácticas beneficiosas para el clima y el medio ambiente en el contexto de la actual y la futura PAC; la promoción en apicultura de la raza autóctona Apis mellifera iberiensis para la conservación de la diversidad genética; y la promoción de sistemas que minimicen la exposición de los polinizadores a los productos fitosanitarios, evitando su dispersión y afección a franjas de vegetación no objetivo del tratamiento.
Dado el declive de los polinizadores a nivel mundial y la preocupación internacional por estas especies, España comenzó a formar parte de la Coalición Internacional para la Conservación de los Polinizadores, donde se comprometió a tomar una serie de medidas para proteger estas poblaciones y sus hábitats. Además, la Comisión Europea presentó en 2018 la Iniciativa UE sobre Polinizadores, lo que motivó que el Tribunal de Cuentas Europeo publicara un informe de auditoría sobre la protección de los polinizadores silvestres en la Unión Europea.
La Estrategia Nacional para la Conservación de los Polinizadores atiende a todos estos antecedentes e incorpora los compromisos relevantes en esta materia de la nueva Estrategia de la UE de Biodiversidad a 2030 y de la Estrategia de la UE de la Granja a la Mesa.