La Organización Interprofesional del Vino de Rioja y el Consejo Regulador de esta Denominación de Origen calificada (DOCa) acordaron aplazar lo previsto y aprobado anteriormente sobre el incremento de su masa vegetal vitivinícola, posponiendo el reparto a 2021.
La DOCa Rioja no autorizará un incremento de su masa vegetal vitícola al menos hasta 2021
El acuerdo, según estas instituciones, reafirma el objetivo de seguir garantizando la continuidad del modelo de desarrollo sostenido de Rioja, apostando por un reparto de la superficie más social, mediante un crecimiento ordenado.
El sector vitivinícola de la DOCa Rioja muestra contención y difiere un año su acuerdo para el incremento del potencial productivo hasta que el mercado responda a las expectativas.
Al respecto se señala que, con objeto de disponer de una superficie vegetal suficiente y poder generar un crecimiento ordenado y, además, estabilizar los rendimientos tipo abasteciendo las necesidades que tiene la propia Denominación, los representantes del sector aplazan lo que ya suscribieron en octubre de 2018 cuando, como medida conservadora, se acordó que la superficie fijada fuera plantada en 2020. De esta manera, ese compromiso pasa a ser efectivo en 2021.
Se trata de una decisión con efecto a medio plazo que, según esta DOP, se basa, principalmente en la expectativa de crecimiento en ventas y valor, teniendo en cuenta el efecto esperado de las últimas decisiones estratégicas llevadas a cabo por la Denominación en un escenario tan complejo como es el actual.
El acuerdo, recalca Fernando Salamero, presidente del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, “manifiesta la prudencia del sector y reitera el convencimiento de éste por la continua apuesta de la calidad, en este caso por el crecimiento ordenado de la masa vegetal para poder satisfacer la demanda de los mercados en un momento tan crucial”.
Salamero añadió que “seguir garantizando la continuidad del modelo de desarrollo sostenido de Rioja es clave y nos debemos a ello, y por ello el sector ha planteado este aplazamiento».
Para el reparto en 2021 se reafirma la fijación de superficie máxima admisible por beneficiario de 1 hectárea y se acuerda informar favorablemente acerca de la obligatoriedad exclusivamente para las personas físicas, de que el solicitante haya estado dado de alta en el Régimen de la Seguridad Social de actividad agraria durante, al menos, 2 años de dentro de los cinco anteriores a la presentación de la solicitud.
Se subraya también la improbabilidad de que la masa vegetal pueda incrementarse bien por vía de replantaciones generadas por arranques efectuados fuera del territorio de la Denominación, o por conversión de derechos que también se hayan generado fuera de la misma.
Flexibilidad y cumplimiento del acuerdo
Por su parte, el Grupo Rioja defiende el cumplimiento de los acuerdos en materia de plantaciones de viñedo, pero mostró su «flexibilidad» al acceder al aplazamiento de las nuevas plantaciones de viñedo al año 2021 en el seno de la DOCa Rioja.
No obstante, añadió que se mantiene firme en la necesidad de un crecimiento ordenado de la superficie de viñedo para poder atender a la demanda del mercado preservando la calidad de Rioja.
En coherencia con este principio, estre grupo defendió en el pleno de la DOCa Rioja el cumplimiento del acuerdo alcanzado hace un año, en octubre de 2018, en materia de plantaciones, que fue apoyado por el 82,5 % del sector y donde el propio Grupo hizo cesiones calificadas como «muy relevantes».
Sin embargo, y ante la solicitud de la rama productora de revisar el acuerdo, esta asociación ha accedido a aplazar el reparto de nuevas plantaciones hasta 2021, «mostrando, una vez más su flexibilidad para alcanzar acuerdos con el máximo consenso», precisó, aunque insistiendo en que » los acuerdos están para cumplirse, ya que la modificación continuada de los mismos hace que la imagen que se transmite al exterior no sea positiva.
En este sentido, el Grupo Rioja recordó que apoyó ya un aplazamiento de la superficie a repartir en 2018, a solicitud del sector productor, debido a que los criterios de reparto generaban mucha «controversia». Esta cuestión, no obstante, ha quedado subsanada por los actuales criterios, que garantizan un reparto mucho más social al limitar a 1 hectárea el máximo a solicitar por explotación.
También señaló que las hectáreas que se repartan en 2021 entrarán en producción, como pronto, en 2025, por lo que se trata de una planificación a medio y largo plazo que no se puede someter continuamente a revisión por los datos a corto plazo.
En este sentido, las bodegas del Grupo Rioja mostraron su confianza en la recuperación de las ventas en ese periodo y, de hecho, están realizando inversiones destinadas a incrementar y mejorar su capacidad de elaboración y crianza, lo que da una muestra de su decidida apuesta por Rioja.
Esta asociación bodeguera recordó que, de la superficie aprobada en el periodo anterior (2016-2018), apenas se han plantado 250 hectáreas, que, si se suman a las 1.768 ha que se repartirán en 2021, (correspondientes al periodo 2019-2021), el incremento medio en 6 años será del 0,5 % anual, muy inferior al 1,5 % de crecimiento medio anual registrado en los últimos 30 años.
Esta cifra sería, además, un límite máximo que, probablemente, no se alcance por el sistema de reparto que existe a nivel nacional, aunque en todo caso serán los viticultores de la DOCa los que tengan la última palabra al respecto, ya que si no solicitan la ampliación de superficie, esta no se puede llevar a cabo.
El Grupo Rioja considera que la DOCa, a la que pertenecen las CC.AA. de La Rioja, País Vasco y Comunidad Foral de Navarra, debe crecer en superficie para estabilizar la producción de Rioja en el entorno a los rendimientos tipo (6.500 kg/ha en tintas y 9.000 kg/ha en blancas), ya que la experiencia de los últimos años muestra que, con demasiada frecuencia, el sector se ve obligado a fijar rendimientos superiores para abastecer el mercado.
El incremento o reducción de rendimientos debe ser una herramienta puntual para mantener el equilibrio en Rioja, por lo que esta asociación de bodegas se compromete a buscar un sistema que estabilice la producción amparada en los rendimientos tipo.
Por último, este grupo bodeguero no solo reafirma su apuesta por definir los criterios que caracterizan a los suelos que no son aptos para una viticultura de calidad, mediante los estudios que está desarrollando el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV), sino que demanda su aplicación para limitar la plantación a los suelos con mayor aptitud, conteniendo los rendimientos y maximizando la calidad.
Si no suben las ventas, no hay aumento
Por su parte, la organización agraria ARAG-ASAJA avanzó que tratará de impedir el aumento de la masa vegetal de viñedo en la DOCa Rioja si no suben las ventas de este vino.
ARAG-ASAJA, en la reunión de la Organización Interprofesional del Vino de Rioja, se abstuvo en la votación sobre la recomendación del Ministerio de Agricultura sobre el incremento de la masa vegetal en 2020, debido, por un lado, a que, de votar en contra, las plantaciones (hasta 1.770 hectáreas) se hubieran autorizado ya para 2020, puesto que se hubiera prorrogado el acuerdo existente; y, por otro, porque votar a favor es contradictorio, con lo que la mayoría de los viticultores desean, que es que no aumente la masa vegetal, mientras no se recuperen las ventas.
Con ello, ARAG-ASAJA, además de oponerse al aumento de la masa vegetal en el 2020, intentará hacer lo mismo de cara a 2021, hasta que no haya un crecimiento objetivo de las ventas, las cuales mantienen una bajada acumulada en los últimos meses.
Esta organización agraria presentó un documento, que recibió el apoyo de todas las organizaciones de productores, y cuyo contenido supeditaba la ampliación de masa vegetal al incremento de las ventas.
En el documento se pedía la revisión del acuerdo de 2018 -para el trienio 2019, 2020 y 2021-, lo que supone que solo si el consumo de vino sube y, por tanto, las ventas, es donde podría crecer la superficie de viñedo.
«De forma sorprendente, añade ARAG-ASAJA, la mayoría de estas organizaciones se desdijeron de estos principios y votaron a favor de una propuesta de última hora del presidente de la Interprofesional para que mantenga el acuerdo de 2018 y se apruebe el reparto de nuevas plantaciones para 2021, sea cual sea el comportamiento del mercado.»
No contribuir al desequilibrio
Por su parte, la organización UAGR-COAG afirmó que «el año pasado se logró por fin que los criterios de reparto de nuevas plantaciones de viñedo fuesen más justos, de manera que las autorizaciones futuras vayan a los verdaderos agricultores profesionales.
Pero en estos momentos de incertidumbre de los mercados, la Unión considera que no es conveniente incrementar la masa vegetal de la DOC Rioja, hasta que se recuperen las ventas.
José Luis Pisón, representante de la UAGR-COAG en el Consejo Regulador y en la Interprofesional, de acuerdo con lo decidido en la Comisión del Vino del sindicato la pasada semana, apoyó el aplazamiento de las autorizaciones de plantación de viñedo al menos hasta 2021.
Dada la situación de incertidumbre en los mercados internacionales (aranceles de EEUU, Brexit, etc.), la Unión considera que lo más conveniente es ser prudente en las decisiones que afecten al equilibrio entre producción y existencias, por lo que no es aconsejable aumentar la masa vegetal durante la próxima campaña.
Por este motivo, y a la espera de ver cómo se comportan las ventas en los próximos meses, la UAGR-COAG dio su apoyo el aplazamiento de la concesión de autorizaciones de plantación de viñedo al menos hasta 2021.
Además, La Unión recuerda que en la situación de desequilibrio actual de la DOC Rioja han tenido mucho que ver los incrementos productivos excesivos, como el 10% por encima del rendimiento que se permitió el año pasado, con su voto en contra.
Por ello, el sindicato solicita al resto de organizaciones que sean más prudentes al aprobar los rendimientos de cada campaña, ya que un ligero incremento de estos supone muchos más millones de kilos de uva de lo que produciría cualquier aumento procedente de las nuevas plantaciones.